Barrett Bloom espera que la universidad sea una oportunidad para empezar de cero tras su complicada experiencia en el instituto. Pero cuando el 21 de septiembre empiezan las clases, todo se complica. Un chico la humilla en la clase de física, su entrevista para el periódico de la universidad es un desastre y, por si fuera poco, esa misma noche, durante una fiesta, provoca un incendio de forma accidental. Presa del pánico, huye a su habitación, pero su compañera ha cerrado la puerta, así que se queda dormida en una sala común. A la mañana siguiente, para su asombro, Barrett se despierta en su habitación, sin olor a humo ni sueños rotos. Vuelve a ser 21 de septiembre. De nuevo. Y tras un enfrentamiento con Miles, el chico de la clase de física, descubre que no es la única en esa situación: él lleva meses atrapado. Cuando sus intentos de arreglar su línea temporal fracasan, Barrett acepta colaborar con Miles para intentar encontrar una solución. Pronto se ven explorando los misterios que subyacen en la universidad y viviendo aventuras salvajes y románticas. A medida que empiezan a enamorarse el uno del otro, deben enfrentarse a una pregunta con difícil respuesta: ¿qué pasará con su relación si finalmente consiguen pasar al mañana?
Rachel Lynn Solomon fue una autora que descubrí el año pasado con su libro De ex a ex, fue un libro que me gustó mucho y las reseñas de sus otros libros me llamaban mucho la atención, así que no dude en leer este.La sinopsis me pareció muy interesante, no recuerdo haber leído muchos libros sobre bucles temporales y este tema siempre me ha gustado. Tenía los elementos que pensé que amaría y aunque fue un libro que me gustó, me tomó lo mío terminarlo.
La historia sigue a Barret, está iniciando la universidad, sueña con convertirse en periodista y su meta la metió en un problema muy grande en el pasado que provocó que la odiara mucha gente y le creó enemigos que tomaron venganza. Aún así, Barret está decidida a dejar todo atrás e iniciar de nuevo. TODO se complica cuando su primer día resulta ser malo, empieza con una compañera de habitación inesperada y no deseada, una clase de física que no le interesa, un compañero de clase grosero y una fiesta que termina fatal. Lo peor es que cuando Barret depierta al día siguiente resulta ser el mismo día. No entiende que está sucediendo pero de pronto se ve repitiendo una y otra vez el 21 de septiembre. Cuando piensa que las cosas no pueden ser más raras descubre que su odioso compañero de clase se encuentra MESES repitiendo también el mismo día. Juntos deciden aliarse para descubrir como salir de ese bucle del tiempo.
❝-A lo mejor la gente no se equivoca cuando decía que la universidad iba a ser una experiencia increíble que te cambia la vida-añado-. Porque a estas alturas he pasadopor casi treinta primeros días, y cada vez que me he sentido increíble, he estado contigo.❞La trama del libro me resultó divertida y entretenida. Siento que la autora manejo muy bien todo ese misterio de los bucles temporales y me puse a hacer muchas teorías juntos con los protagonista del por qué están metidos en todo ese lío.
Barret es la encargada de llevarnos en toda esta odisea. Vemos los frustante que es repetir el mismo día, como intenta de todo para despertar al fin en el 22 de septiembre y no lo logra. Como protagonista me desesperó mucho, la principio se me hizo muy antipática. Conocer su pasado y todo lo que vivió en el instituto, el bullying que enfrentó e intenta olvidar me apachurró mucho el corazón, pero aún así es un personaje al que me costó tomarle cariño, principalmente por su persinalidad. Ella fue la causante que dejara abandonado el libro algunas semanas porque no la soportaba, pero decidí continar con la lectura y no me arrepiento. Resultó ser un personaje un poco complejo, su sentido del humor la ayudan a enfrentar muchos de sus problemas, incluído en el que está metida en el presente, pero ese mismo humor me ayudó a continuar con la historia. Le agrega un toque único y volvió cómicas varias de las escenas disparatadas. Es mucho el contraste que tiene con Miles.Miles es un chico serio, él ha estado viviendo el 21 de septiembre durante meses y se ha resignado. Es un apasionado a la física y usa todo la lógica que puede para entender el problema en el que están metidos. Su dinámica con Barret me provocó muchos dolores de cabeza al principio, no dejaban de pelearse pero sus personalidades son tan diferentes que no sentía que tuvieran absolutamente NADA química, fue un tormento leer esas escenas. Conforme fue avanzando el libro, su relación evoluciona y poco a poco les tomé cariño. Me dejó de hacer tanto ruido que fueran tan diferentes porque esas mismas diferencias las empecé a sentir como complementos ❤
❝No quiero sentirme sola esta noche, así que me conformo con un deseo que sé que puedo satisfacer: estar con alguien que ha hecho que me parezca bien despojarme de mi armadura.Para bien o para mal, Miles se ha convertido en esa persona. ❞Me gustó como la autora permitió que conocieramos a los demás personajes, el mismo bucle del tiempo permite que veamos con diferentes ojos a cada uno mientras avanza la historia. Barret crece como protagonista, se acepta mucho más y tiene un crecimiento muy lindo. El romance entre Barret y Miles se va construyendo de a poco, como dije no me convencían nada durante la mitad del libro, pero el slow burn que crea la autora funciona y contra todo pronóstico resulta dulce y sientes realmente la conexión que crece entre ellos. De ser dos personas que no se sorportaban al principio y que eran como agua y aceite, terminan siendo dos personas que se comprende y apoyan. La pluma de la autora es ágil y aunque de momentos sentía que se tornaba un poco lenta la trama, creó una historia entretenida, quería saber cómo saldrían de todo el lío. Otra cosa que me gustó mucho es la representación que la autora el dio al plus size, no es la trama principal pero sin duda es importante para Barret y su crecimiento.Tengo muchas ganas de leer algo más de la autora, aunque este libro no fue mi favorito, tiene los elementos que me gustan de ella como escritora.
Karla R.