Ficha Técnica:Título: Maus
Autor: Art Spiegelman
Editorial: Reservoir Books
Encuadernación:Cartoné
Nº Páginas: 296
Precio:21,90€
ISBN: 9788439720713
Sinopsis de la editorial:
Maus es la biografía de Vladek Spiegelman, un judío polaco superviviente de los campos de exterminio nazis, contada a través de su hijo Art, un dibujante de cómics que quiere dejar memoria de la aterradora persecución que sufrieron millones de personas en la Europa sometida por Hitler y de las consecuencias de este sufrimiento en la vida cotidiana de las generaciones posteriores. Apartándose de las formas de literatura creadas hasta la publicación de Maus, Art Spiegelman se aproxima al tema del Holocausto de un modo absolutamente renovador, y para ello relata la experiencia de su propia familia en forma de memoir gráfica, utilizando todos los recursos estilísticos y narrativos tradicionales de este género y, a la vez, inventando otros nuevos.
La radicalidad narrativa de esta obra marcó un antes y un después en el universo de la novela gráfica, y por ello Maus obtuvo el primer y único premio Pulitzer otorgado a un cómic.
Opinión Personal (sin spoilers):
Me enfrento a la hoja en blanco y no sé bien cómo expresar lo que he sentido mientras me sumergía en este cómic. Repulsión hacia la raza humana, hacia el mundo en general. No es una historia para llorar sino para abrirte los ojos a la cruda realidad, para mostrarte aquello por lo que tuvieron que pasar millones de personas bajo el yugo de Hitler. Cierto es que se han contado cientos de historias sobre Holocausto, pero me atrevería a decir que ninguna como esta. Para mí ha sido la historia definitiva y creo que nunca volveré a leer nada sobre el tema. Así de dura ha sido para mí la lectura de Maus. Hay maneras y maneras de contar una historia, pero Art Spiegelman crea una totalmente novedosa. Él nos cuenta con detalle cómo ocurrió, la historia de su padre, de su familia, de los supervivientes y de los que no tuvieron tanta “suerte” como ellos. Y os preguntaréis, ¿pero qué tiene de especial eso? Pues que Art nos dibuja y relata la historia desde el momento en que fue a visitar a su padre (Vladek Spiegelman) y le dijo “papá, quiero que me cuentes la historia de Auswitch para el libro que te dije que quería escribir”. Art nos lo cuenta todo tal y como se lo relataba su padre, como si desde el momento en el que Vladek comienza a hablar les hubieran colocado una cámara de vídeo, sin omitir absolutamente nada, ni siquiera los aspectos más mundanos como lo que hacía su padre en ese momento (contar pastillas, quejarse de su esposa,...). Al principio, Art iba escribiendo en un cuaderno lo que su padre le iba relatando, pero más tarde comenzó a grabarlo. Más de veinte horas de grabaciones de la historia de Vladek dio vida a Maus. En las viñetas se ve cómo, por ejemplo, Vladek, que ya de mayor sufre del corazón, hace ejercicio, discute con su segunda esposa o incluso con su hijo. Porque la relación entre Art y su padre no era demasiado buena que digamos, especialmente desde que su madre se suicidó y los dejó solos.
En la parte gráfica, el autor también destaca por la manera en que representa a los personajes en forma de animales. Los judíos son ratones y, por supuesto, los nazis son gatos. A partir de ahí, tenemos desde cerdos (polacos) hasta ranas (franceses) o perros (americanos). Pero no os engañéis, que no por ser animalitos lo que vemos al pasar las páginas de la novela gráfica la historia es menos dura. No.
Vladek Spiegelman empieza a contarle a su hijo la historia desde que se promete con su mujer Anja, antes de la guerra. Para entonces la vida le sonreía, disponía de muy buena posición social y tenía todo cuanto un hombre podía desear. Hasta que estalla la guerra y comienza su peregrinaje hacia la supervivencia; año a año, golpe a golpe, sufrimiento tras sufrimiento. Pero, ¿realmente sobrevivió a la guerra? Si llamamos “sobrevivir” a que tu corazón siga latiendo o continúes al amparo de las agujas de un reloj que no se detiene por nada ni por nadie, entonces sí que podríamos decir que Vladek fue un superviviente. Pero el hombre que salió de Auswitch luchando con la misma vida para seguir respirando no es, ni mucho menos, aquel jovencito cuya mayor preocupación era sacar adelante una fábrica o educar a su primer hijo.Lo sobrecogedor del cómic no es sólo leer todo por lo que Vladek tuvo que pasar durante la guerra y todo lo que perdió por el camino, sino que Art retrata a su padre tal y como era. Y no era un hombre sencillo, os lo aseguro. Quizá por eso fue capaz de salir a flote teniéndolo todo en su contra, quizá por eso no se dejó vencer por el horror y el miedo. Quizá, solo quizá. Vladek era un hombre inteligente, muchísimo, y supo cómo usar esa inteligencia para vivir un día más, y otro, y otro más. Su dinero e influencias primero y su mente después, le permitieron conseguir un lugar en el que esconderse o un mendrugo de pan que llevarse a la boca. Es increíble ver todo lo que tuvo que pasar este hombre, el arrojo que se enfundaba cada día bajo el uniforme de prisionero. Sin embargo, como humano que era, Vladek no era un derroche de virtudes; se te encoge el corazón conociéndolo, comprendiéndolo, y eres capaz de ponerte en su piel, horrorizarte y sufrir con él, pero no te lo reflejan como un hombre por el que puedas sentir una completa empatía. O al menos eso fue lo que me pasó a mí. Un ejemplo de ello es el propio Art, lo complicada que fue la convivencia con su padre. Hay una escena en el cómic que me marcó mucho. Vladek, ya de mayor, va con su hijo y su nuera en el coche y por el camino se encuentran con un hombre negro. Su nuera para el coche y decide llevarlo, pero Vladek se pasa el camino hablando mal de él en otro idioma para que no lo entienda. Lo tacha de ladrón por el color de su piel, así, sin más. Y claro, luego te paras a pensarlo y… ¿acaso el ser humano no es capaz de aprender? Es... estremecedor. Vladek es un personaje real (existió y murió antes de que el cómic se publicara) y esta su biografía, y su hijo no ha querido dejarse nada atrás que pudiera distorsionar esa cruda realidad. Maus es una historia sin medias tintas, y eso es lo que la hace especial, diferente, como un bofetón bien grande que nos hará pensar y conocer mejor una de las mayores tragedias que ha sufrido la humanidad. Nunca había leído una historia con tanto detalle, tan bien explicada y tan… cruda. Es de esas historias que te cambian y que entran en ti para quedarse.
La obra se divide en dos partes bien diferenciadas. La primera “Mi padre sangra historia” te hablan desde los primeros años de matrimonio de Vladek hasta llegar a Auswitch. Y la segunda parte “Y allí empezaron mis problemas”, ya va dedicada prácticamente en su totalidad a Auswitch y al final de la guerra. Si alguna vez queréis leer una historia dónde te relaten todo el tema del Holocausto todo lo bien que se podría relatar, esta es vuestra obra. Como os dije al principio, Maus es de esas obras que hay que leer al menos una vez en la vida. Sí, es cruda, pero no hay mejor manera de conocer lo que ocurrió que leyéndolo tal y cómo ocurrió, sin edulcorantes ni velos que distorsionan la realidad. Hoy no veréis nota en esta reseña. Llamadme exagerada, pero para mí sería como ponerle nota a la vida de una persona y no es plan.
Os dejo también el Book-tráiler:
Como curiosidad, la editorial ha publicado también el MetaMaus, que si no me equivoco es una especie de cómo se hizo.
Para más información, pinchad AQUÍ
¿Lo habéis leído? ¿Os ha marcado tanto como a mí?
¡Un besote a todos!