Revista Libros
Nubes de Kétchup de Annabel Pitcher. Editorial Alevosía, 2013. Cartoné, 280 pp., 16,95€. También en E Pub 9,99€.
Por Carmen Fernández Etreros.
Esta semana, que viene a Madrid la escritora Annabel Pitcher, os recomendamos una novela diferente: Nubes de Kétchup. Una novela que sorprende y conmueve, como la anterior de la autora Mi hermana que vive en la repisa de la chimenea, porque nos acerca desde la realidad cotidiana de una chica de quince años que sufre en soledad y silencio el peso de la culpa tras la muerte de un amigo especial. Una novela a ratos inocente, otros brutal, en muchas de sus páginas emotiva y cargada de un leve humor negro. Su protagonista Zoe es una chica inglesa de quince años que oculta un terrible secreto. Agobiada por la culpa Zoe comenzará a escribir cartas a un criminal llamado Stuart Harris, encerrado en el corredor de la muerte de una prisión de Texas. Para Zoe solo alguien que haya podido sentir la culpa por el secreto, la mentira y el asesinato, va a poder entender por lo que está pasando... Lo más original de la novela es que Zoe va contando la historia, lo que le ocurrió tras un triángulo trágico formado por la protagonista, Max, el chico más guapo de la clase y Aaron su hermano, a través de las cartas que escribe a este criminal que espera sin remedio la pena de muerte en una prisión de Texas. Zoe solo lo conoce por lo que ha leído en los periódicos, lo que ha oído en televisión pero en su agobio cree que será la única persona en el mundo capaz de comprenderla. Pero no son cartas trágicas sino las de una chica de quince años que le quiere contar lo que ha ocurrido desde su inocencia y sencillez. Paralelamente Zoe nos va contando la historia de su familia y en particular de sus padres, su lucha diaria, tras el nacimiento de su hermana Dot, sordomuda y lo que ha supuesto para toda la familia. Poco a poco nos va contando los problemas económicos y de relación entre sus padre, y cómo esta situación hace que Zoe se sienta sola y decide contar su problema a Stuart Harris. Para mí la autora logra transmitir de una manera ejemplar el sentimiento de culpa que podemos sentir los humanos tras una tragedia inesperada: las preguntas que surgen, lo que se podría haber hecho o no, lo que ocurrirá después, cómo afrontar el futuro… Y desde una visión positiva, de seguir adelante, de continuar la vida. También hay que destacar la sorpresa del final, que por supuesto no voy a desvelar, con la que la novela da un cambio de 180 grados para los lectores. En suma, Nubes de Kétchup es una novela sensible, muy bien escrita, con una estructura narrativa muy original que seguro gustará a todos los que la lean.