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Revista Cultura y Ocio
Después de la decepción con "No me iré sin decirte adónde voy" llega una gran sorpresa: "Nunca es demasiado tarde, princesa".
Lo cierto es que este libro me encontró a mí más que yo a él. Curiosamente, el día anterior a nuestro encuentro en una tienda de libros de segunda mano vi una entrevista a su autora en el programa "Cuarto Milenio".
La autora del libro es Irene Villa, famosa por haber sobrevivido junto a su madre a un aparatoso atentado de ETA en los noventa en el que perdió las piernas. Desde entonces, como no podía ser de otro modo, Irene Villa ha tenido que luchar por salir a flote y por adaptarse a una vida en silla de ruedas.
Bien, pues el libro trata sobre eso. Sobre la superación y la actitud positiva.
La novela en sí trata sobre la misma Irene Villa, su marido y amigos... Pero lo original de ésta es que con el pretexto de organizar una comida con los amigos, el libro transcurre de capítulo en capítulo explicándonos la historia de superación personal que se esconde detrás de cada uno de esos amigos que asisten a la comida organizada por Irene.
El libro es ameno y, no por ello, bastante profundo. Repleto de reflexiones y muy bien hilvanado. Si con "No me iré sin decirte adónde voy" me queje de que estaban muy mal intergrados los fragmentos de crecimiento personal, en este debo decir todo lo contrario. Es tan natural la manera de aleccionarnos sobre esos temas que no te resulta en ningún momento pesado o parapetado.
Es un libro que recomiendo 100%, no sólo por su fácil lectura, sino por su bonito mensaje.
Creo que todos de vez en cuando necesitamos una dosis de reflexión respecto algunos temas no cotidianos y este libro con creces nos los plantea.
Le doy un 8 de 10.
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