Título: Odio el Rosa #1: Historia de Sara
Autores: Ana Alonso y Javier Pelegrín
Saga: Odio el Rosa #1
Editorial: Oxford University Press
Número de páginas: 399
ISBN: 978-84-673-7322-6
Año de publicación: Abril del 2014
Precio: 14,90€
Los Ángeles, año 2055. Las marcas controlan una sociedad dominada por la imagen que choca con la personalidad de Sara. Su grito al mundo en forma de blog clandestino supone un grave peligro. Y es que nada en la vida de Sara es de color de rosa… aunque lo pueda parecer.
En cuanto vi este libro supe que tenía que comprarlo, leerlo y guardarlo como oro en paño. Me encanta el rosa (sí, qué le voy a hacer xD) y, al ver que sacaban un libro con esta edición tan preciosa, enseguida lo apunté en mi lista de libros deseados. Además, después de leer reseñas tan positivas no pude resistirme.
Y hablando de Teresa, os voy a contar ahora lo más novedoso de este libro y de toda la saga en general, su contenido transmedia. ¿Qué significa esto? Que el libro combina la lectura en formato tradicional con la lectura digital, es decir, que el libro no se termina en la última página, ni mucho menos. Como os he comentado antes, al final del libro nos encontramos con una carta escrita precisamente por Teresa, la cual nos meterá de lleno en un enigma que tendremos que ir descubriendo mediante unas pistas que nos van dando distintas páginas webs. Obviamente, no es necesario ni obligatorio descifrar este enigma, pero sirve para averiguar cosas ocultas de ciertos personajes y os aseguro que os dejarán con la boca abierta.
Por último tengo que decir que no había leído nada de estos autores, pero me han maravillado con esta primera lectura. Se nota que se compenetran estupendamente a la hora de escribir juntos y tienen una prosa muy juvenil que a mí me ha gustado mucho.
EN CONCLUSIÓN, es un libro que a parte de ser super adictivo tiene un final sorprendente que te deja con ganas de leer más. Además. te hace pensar en que puede que en un futuro nuestro mundo esté liderado por las grandes marcas, las cuales manden sobre nosotros y sean ellos los que elijan a sus propios consumidores. ¿Os imagináis un mundo así? YO, SINCERAMENTE, NO.
¿Habéis podido adentraros en este mundo transmedia tan original?