Puedes ser un VII... si lo dejas todo atrás.Antes de nada… en Pawn nos encontramos una sociedad futura dividida en rangosestablecidos a partir de un examen hecho a los 17 años. No es un examen de personalidad ni esas gaitas, sino un test de inteligencia. Así, los posibles rangos son del I (gente expulsada puesto que no vale para nada) hasta el VII (los dirigentes del país), pasando por III y IV (que sería lo más normal recibir). En teoría es una sociedad justa, puesto que te colocan según tus capacidades, y no hay demasiado problema: la gente acepta su rango y ya está. Es en esta sociedad donde conocemos a Kitty Doe, una doña nadie que está en el sistema (en un orfanato) desde siempre, una chica lista, pero incapaz de aprender a leer. Por eso el test la convierte en un III. Tiene dos opciones: o dedicarse a limpiar cloacas o convertirse en prostituta. Pero su suerte está a punto de cambiar esa misma noche, y su vida dará un giro brutal y terrorífico. Y hasta aquí puedo leer.
Para Kitty Doe parece una elección fácil. Puede pasar su vida como un III en la pobreza, siendo mirada por encima del hombro por los rangos más altos y forzada a dejar a la gente a la que ama, o puede convertirse en un VII y unirse a la familia más importante del país.Solo tiene una oportunidad. Enfrentada a amenazas, conspiraciones y a una vida que no es la suya, Kitty debe decidir qué camino elegir, y aprender cómo convertirse en algo más que un peón en un retorcido juego que tan solo está empezando a discernir(sinopsis traducida por Sasy para Gecko Books)
No quiero decir más de la trama porque una de las características más increíbles de Pawn (Peón en español) son sus giros, su imprevisibilidad… y en general toda la idea de la que parte, que es brutal. La sinopsis puede recordar un poco a otras distopías como Los juegos del hambre o Divergente en cuanto al sistema de “castas”, pero no tiene nada que ver: a fin de cuentas, aquí te meten en los sitios según tus capacidades, lo que lo hace mucho más justo, en teoría. De todas las ideas que he leído en distopías para controlar a los ciudadanos, es con esta con la que me quedo: me parece plausible, interesante y terroríficamente real. A fin de cuentas… los tontos no se van a quejar, pues son ellos los que se lo han ganado. ¿Verdad? Un gran aplauso para la autora por haber inventado una sociedad tan atrayente. En cuanto al resto de la historia… me ha sorprendido muchísimo. Bien es verdad que la sinopsis destripa gran contenido del libro (yo no os la he puesto entera por si las flies), yo no la leí antes porque ya me lo habían advertido y me alegro. Como ya he dicho si algo tiene este libro es que es imprevisible y se disfruta más contemplando los giros cuando no tienes ni la menor idea de por dónde te va a salir la autora.
No puedo pasar sin hablar de la protagonista. Kitty, que parecía tan modosita con ese nombre de gato, roba una naranja en el primer capítulo y de ahí en adelante lo único que no hace es estarse quietecita. Es un personaje racional, frío, que sabe a lo que atenerse, que piensa, que razona… Es genial, en definitiva. Pawn rompe todos los tópicos de la literatura juvenil –tópicos de los que servidora se ha cansado y a los que de ahora en adelante no perdonará–, empezando por 1) las protagonistas pavisosas e insufribles y 2) el temido instalove. Para la gente normal: instalove es eso de ver a un hombre y enamorarse de él, el único trabajo de algunas protagonistas. Kitty tiene novio desde hace muchísimo tiempo, un novio del cual va a preocuparse durante toda la novela, sí, pero un novio al que le une una relación trabajada y duradera, lo que hace que no vaya a enamoriscarse de cualquiera por ahí. Y si Kitty está tan bien perfilada, el resto de personajes no se quedan atrás. Otra cosa que me ha gustado mucho es que los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos, son personajes con mucho carisma y redondos. Con deciros que el que menos me ha gustado es el novio de Kitty, Benjy (porque solo está ahí, hace cuatro cosas) lo digo todo.
En cuanto al ritmo, es una lectura muy amena y ágil, que desde el primer capítulo donde conocemos la angustia de Kitty va a engancharnos. Además, a medida que pasan las páginas y se van destapando más y más cosas de este mundo tan perfecto, y vemos la degradación moral del ser humano, nos vamos indignando más y más. Al final del libro (al menos en el ejemplar que yo leí) venían unas cuantas preguntas de estas que te hacen pensar acerca de lo que acabas de leer. Personalmente os puedo decir que no las necesitaba, me había dado cuenta yo solita (ya os digo que estaba indignadísima) pero la verdad es que igual hasta os sirven de ayuda para reflexionar. Son del tipo “¿Crees que un test hecho a los 17 años debería determinar el futuro de una persona?” y así. El caso es que como todas estas novelas de ciencia ficción que nos presentan un futuro en apariencia utópico, tiene una cierta reflexión, una muy buena, una que explota todos los puntos de vista al conocer de primera mano a personajes de distintos rangos. Si es que lo tiene todo...
La escritura de la autora es bastante sencilla: describe bien a los personajes y a la sociedad, ya que no me ha quedado ninguna laguna, pero luego tampoco se detiene en excesivas florituras. Esto es, ni más ni menos, lo que yo me esperaba. Tampoco pretendía encontrar una prosa perfecta, sino un mundo en el que no hubiera hilos sueltos de los que tirar, y eso encontré. De todas las novelas juveniles que he degustado últimamente, ésta (junto a The iron king, del cual me he hecho fan) es la que más merece la pena. Lo he leído en formato digital pero os digo desde ya que posiblemente me lo compre en papel, es una novela que merece la pena tener en la estantería. Por otro lado, le he echado el ojo a la otra trilogía de la autora, Goddess test, disponible en español gracias a Darkiss, y es posible que me anime con ella. En cuanto al nivel de inglés: es bastante sencillo, no he tenido que mirar gran cosa en el diccionario así que os animo a los que le tengáis miedo a que lo leáis. De verdad, no os vais a arrepentir. Es una lectura genial. Y si no, espero que alguna editorial española se anime pronto con él (
De Pawn se pueden destacar muchas cosas positivas: una protagonista estupenda, una sociedad interesante sin cabos sueltos y una trama terrible que hace pensar; y, curiosamente, no se puede decir nada negativo. Sin duda, una novela que me alegro de haber leído y que me ha enganchado de principio a fin. Por favor, leedla.