Reseña: Película Tal vez es para siempre

“Tal vez es para siempre“

Conozcan a Rosie, una chica que vive libre en su propio mundo, a quien no le gusta seguir las reglas predeterminadas y quien quiere luchar por sus sueños. Conozcan a Alex, un chico sensible que no tiene miedo de luchar por lo que quiere, romántico incurable y quien tiene sus metas claras.
Conozcan a Rosie y Alex, mejores amigos desde la infancia. Sus mejores críticos, siempre sinceros, terapeutas mutuos, paño de lágrimas y pilar en tiempos difíciles.

En “Tal vez es para siempre” recorremos sus vidas; sus logros y fracasos, sus sorpresas y desencantos, sus penas y alegrías, sus pérdidas y ganancias. Esta película ha sido un viaje de recuerdos ajenos que disfrutarán los románticos empedernidos y los que no lo son tanto.

Nuestra historia comienza en Dublín, donde Rosie y Alex se convierten en mejores amigos en el instante en el que se conocen y se vuelven inseparables desde entonces. Cuando Alex decide ir a estudiar medicina a Boston, ambos comienzan a preguntarse si lo que sientes por el otro es una simple amistad o va más allá. Lo cierto es que esta separación es un parteagüas en la historia y a raíz de esto comienzan los líos, el drama y las risas.

Ambos pasarán por toda clase de problemas y desafíos, solos y acompañados. Y aunque sabemos el final (vamos, que este tipo de historias románticas nos las sabemos hasta con los ojos cerrados), ellos siguen sin poder encontrarse en el momento justo. La historia es de ese tipo donde los personajes resolverían sus dudas si tuvieran una larga y tendida charla, pero entonces no habría película.

Como comedia romántica pega bien, pero si eres de los que prefieren películas de acción con más contenido, quizás esta no sea tu mejor opción para el cine esta semana. El director, Christian Ditter, nos da una adaptación libre y artística de la obra de Cecelia Ahern, “Donde termina el arcoiris“, (también y mejor conocida por su novela “P.D. Te amo“). Como adaptación debo decir que se han hecho bastantes cambios, pero ninguno significativo que afecte el espíritu de la obra o rompa con el ritmo de la narración. Ya saben que adaptar una obra escrita a la pantalla es una de las tareas más difíciles, pero los lectores de Ahern podrán encontrar en esta una aceptable adaptación de la obra que los hará subirse a una montaña rusa de emociones. Personajes más, personajes menos, personajes mezclados, pero con lo esencial para que pase la prueba con los fanáticos del libro y su autora.

Visualmente es una película muy bien lograda y encantadora. La dirección de cámara por momentos es chocante, pero la dirección de arte e iluminación bien compensan los movimientos extraños. Las luces juegan un papel importante en esta película, pues dan el tono a los momentos importantes y siguen a los personajes con el mismo estilo entre sombras.

La música será, quizás, el elemento que algunos odien y otros adoren. Personalmente pienso que ayuda a darle más comicidad a algunos momentos, como escuchar “Fuck You” de Lilly Allen cuando Rosie se enfrenta a un engaño y avienta (literal) todo al carajo, o “Push It” de Salt-N-Pepa cuando está dando a luz.

Las actuaciones de Lily Collins como Rosie y Sam Claflin como Alex también son otra luz en la película. Si bien el guión no luce por ser brillante (aunque sí por contener una que otra frase intacta de la novela), el trabajo de ambos actores es lo que da vida al filme. Al final de cuentas no se trata de la vida individual de nuestros personajes, sino de la historia que crean juntos; se nota la química entre Collins y Claflin, ya que saben crear la tensión antes de un beso, o transmitir la desesperación y tristeza de sus separaciones. Y no son los únicos que destacan, pues algunos de los roles secundarios también tienen su momento de lucidez, como Tamsin Egerton en el papel de Sally, Lorcan Cranitch como Dennis Dunne, el padre de Rosie, o Jaime Winstone como la irreverente y divertida Ruby.

En definitiva “Tal vez es para siempre” es una película para disfrutar, para darnos cuenta de que no podemos dejar nuestras vidas en manos del destino y que siempre hay que luchar por todos nuestros sueños (aunque sean aquellos donde nos soñamos como la punta afilada de una flecha). Dominguera para algunos, imperdible comedia romántica para otros, esta película promete hacernos pasar un excelente rato.