[Reseña] Perdida

Título original: Gone Girl
Año: 2014
Duración: 149 minutos
Director: David Fincher
Productora: 20th Century Fox / New Regency
Reparto: Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris, Tyler Perry, Kim Dickens, Patrick Fugit, Carrie Coon, Missi Pyle, Kathleen Rose Perkins, Scoot McNairy, Sela Ward, Emily Ratajkowski, Lee Norris, Casey Wilson, Lyn Quinn, Lola Kirke, David Clennon, Lola Kirke
Género: Intriga - Thriller - Misterio - Drama

 El día de su quinto aniversario de boda, Nick Dunne informa que su esposa Amy ha desaparecido misteriosamente. Pero pronto la presión policial y mediática hace que el retrato de felicidad doméstica que ofrece Nick empiece a tambalearse. Además, su extraña conducta lo convierte en sospechoso, y todo el mundo comienza a preguntase si Nick mató a su esposa.

Perdida me llamó la atención desde el primer momento, con David Fincher en la dirección y Ben Affleck y Rosamund Pike como protagonistas la cosa prometía. Además, la historia de un secuestro y asesinato con el marido como posible culpable puede parecer manido, pero también da mucho juego. Lo que tal vez me preocupaba es que se trataba de la adaptación del best-seller del mismo nombre escrito por Gillian Flynn, y a veces lo que funciona en una novela no acaba de funcionar en pantalla. Lo que me encontré fue un misterio que en algunos momentos se hace pesado y lento, mientras en otros te sorprende, para luego volver a dejarte indiferente. Creo que lo que más te hace recordar Perdida como espectador es el final, que al menos a mí me dejó con ganas de pegarle a más de uno un par de tortazos.
La premisa de la película es sencilla, Nick (Ben Affleck) denuncia la desaparición de su esposa el día de su quinto aniversario, hay signos de lucha en la casa, pero las cosas no cuadran para la policía, que cuanto más le conocen menos se fian de él, porque parece que esconde algo. Y así creemos que es cuando en la narrativa se cuelan flasbacks de su relación con su mujer Amy (Rosamund Pike), que contados con la voz en off de ella, nos muestran un matrimonio que poco a poco se iba rompiendo.
Así se desarrolla Perdida durante tres cuartas partes, la narrativa está contada día a día, incluso con cartelito que nos avisa de la fecha y de los días que Amy lleva desaparecida. Sin embargo, para mí los flashbacks lo único que hacían eran relantizar el avance de la trama, y al final, cada vez que veía aparecer en escena a Amy escribiendo su diario y oía su voz en off, ya me aburría. Y no porque hubiera algo que no cuadrara, que lo había, la verdad es que en mi opinión el Nick que veíamos y el que presentaban los flasbacks no se correspondían, eso sumado a que todo parecía ir demasiado rodado, daba la impresión de que no todo estaba tan claro como nos lo hacen ver. Pero, con cada flashback la historia dejaba de avanzar en el tiempo real y a mí como espectador me sacaba mucho de la historia.
Cuando ya llega un momento que la historia iba lentamente llegando a un punto es cuando nos encontramos con el punto de inflexión. El giro argumental, la sorpresa, que la verdad, poca sorpresa fue para mí. ¿Y que pasa entonces? Que nos vuelven a contar la historia, pero desde otro punto de vista. Hasta llegar las dos línas temporales otra vez al mismo punto lineal, donde ya se superponen una con otra. Aquí es donde Perdida gana en interés para mí, porque las cartas se han descubierto y la historia ha cambiado completamente. Otra vez ocurre algo que supone un fuerte cambio argumental, algo que obliga a uno de los protagonistas a actuar de una manera distinta y que te descoloca un poco tus teorías, pero dura poco, y enseguida acabas viendo por donde van los tiros. Pensandolo bien, ésta es la forma de argumentar en muchas de las películas de intriga de Fincher, un misterio que se hace tedioso para darte de repente una sorpresa, y llevar la historia por otro lado.
Es el final lo que tal vez peores sensaciones me dejo, porque, aunque realista por un lado, por otro te deja insatisfecho después de todo lo que has visto. Esperas que el protagonista consiga su catarsis, pero en su lugar hemos vuelto al punto de partida, sólo que esta vez todos los secretos están sobre la mesa y todo el mundo toma la decisión con los ojos abiertos. Aún así no hubiera sido la decisión que yo hubiera tomado.
Y es que en el fondo Perdida no nos cuenta la historia de un secuestro. Sino la historia de una relación entre dos personas muy muy disfuncional y tóxica. Donde hacerse daño emocional es el pan de cada día y la manipulación acaba formando parte de la rutina.
Narrativamente ya he dicho que en algunos momentos Perdida me pareció muy lenta, y creo que es por el abuso del flashback, no sé como estaría contado en el libro, si se integrarían de la misma manera o no, pero, en mi opinión, te sacan de la historia más que hacerla avanzar en algunos momentos. Valga decir que nunca me ha gustado mucho el uso del flashback. De manera corta y anecdótica puede estar bien, pero cuando necesitas flashback tras flashback para darle sentido a la historia que estás contando ahora a mí como espectador me pierdes.
Por otro lado, el que la película me dejara esta sensación amarga después de verla me fastidió, porque tanto Ben Affleck como Rosamund Pike están muy bien en sus papeles. Yo creo que el problema no fue tanto la película como mi persona, yo como espectador. He leído y visto cientos y cientos de historias de intriga, thrillers y similares: secuestros, asesinatos, robos... y llega un momento que es difícil encontrar algo que me sorprenda o no me espere. La gran sorpresa de Perdida llevaba barruntándola un rato, lo único que me impactó fue la decisión final del protagonista.
Es verdad, como he dicho arriba, que tal vez Perdida no haya que mirarla tanto como un thriller sobre secuestros, sino como un drama emocional de la relación de dos personas, pero la narrativa está tan supeditada a la historia del secuestro que es imposible alejarte de él. 
He visto en bastantes sitios que a mucha gente le ha gustado mucho y no tiene malas puntuaciones. En general Perdida es un buen trabajo de Fincher, tiene su toque a lo largo de todo el metraje (planos, iluminación, secuencias), y se puede disfrutar de ella, pero en mi caso, aunque no puede decir que no me gustara, tampoco acabó de gustarme. Ha sido un 50/50. Creo que la culpa la tienen las ganas que tenía de ver esta película, mis espectativas eran demasiado altas y se cayeron a la media hora de película.
 

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