Progenie de Susana Martín Gijón es una novela negra con una gran denuncia social y con una mujer protagonista que me ha encantado conocer. Camino Vargas, jefa del Grupo de Homicidios, es una mujer sensata, sensible, decidida y muy divertida a veces debido a su espontaneidad. Una mujer a la que quiero seguir conociendo por ella y por sus investigaciones.
La ficha técnica del libro la podemos consultar en la página web de Penguinlibros.com
Argumento
Sevilla, ola de calor. Todo el que puede huye a la playa. No así Camino Vargas, jefa accidental del Grupo de Homicidios desde el tiroteo que dejó en coma al inspector Arenas. Alguien ha atropellado salvajemente a una mujer y se ha dado a la fuga. Este asesinato se va a transformar en el foco de atención mediática cuando se filtre un dato aún más perturbador: el homicida introdujo un chupete en la boca de la víctima antes de desaparecer de la escena del crimen. Todos los indicios apuntan a la expareja, un maltratador psicológico, y las estadísticas no están de su lado. Sin embargo, cuando la autopsia desvele que la víctima estaba embarazada y los asesinatos comiencen a sucederse, Camino comprenderá que se halla ante el caso más duro de su carrera.
Mi opinión personal (sin destripes)
Progenie nos presenta el tema de la maternidad y los distintos modelos de familia que existen en la actualidad. Y nos trae la pregunta que muchas mujeres se han hecho, se hacen y se harán ¿quiero ser madre?
Conoceremos a mujeres que a determinada edad quieren ser madres, también a mujeres que se sienten presionadas socialmente para ser madres, mujeres que deben recurrir a la reproducción asistida y someterse a los caprichos de la ciencia y de los científicos.
En la historia se suceden una serie de crímenes y lamentablemente todas las víctimas son mujeres embarazadas, y de este modo la autora crea una trama con un tema muy apetecible, la reproducción asistida, presentado sin realizar valoraciones con la única pretensión de atrapar al lector en el suspense para no soltarlo y para que poquito a poco, al mismo tiempo que se van resolviendo los crímenes, él forme su opinión sobre este tema.
Suspense rico aderezado con chispeantes notas de humor, un humor que hay que ir desenterrando al ir conociendo en profundidad a todos los protagonistas de la novela.
En mi introducción ya os he comentado que he quedado prendada con Camino Vargas por su personalidad y por su modo de trabajar. Y os cuento un secretillo al oído: por sus peculiares mascotas.
«Camino se pone las bragas y mira a su alrededor.
Cree que no se deja nada. El sujetador ya está dentro de su bolso. Tira de la minifalda hacia abajo en un gesto de falso pudor, como si acaso alguien pudiera verla, y agarra la manija de la puerta con la mano derecha muy despacio mientras con la izquierda sujeta los tacones estratosféricos en los que ha estado subida desde la diez de la noche, hasta que Marco le regalo la horizontalidad al arrojarla contra la cama de uno treinta y cinco en la que ahora ronca como un león. Nunca le gustaron los hombres que roncan. ¿Es que acaso hay alguno que no ronque? «No es ese otro de los cuentos que nos han contado», se dice Camino. Habla por experiencia propia, y no es poca».
Pero tengo que señalar que no solo me he quedado embelesada con Camino. Todos los personajes de la novela me han gustado y creo que, sin ninguna duda, ha sido por ser todos muy normales. Sí, todos con sus problemas profesionales y personales, con sus vidas patas arriba, con sus frustraciones. Todos muy de verdad.
También he disfrutado muchísimo de los giros inesperados que suceden en la narración y de los distintos sospechosos. Me encantan que me mareen estas novelas en el momento que lo deben hacer para después atarlo todo bien atado y dejarme cavilando con lo que la autora quiere dejarme cavilando: la maternidad y la presión por ser madres que la sociedad exige a las mujeres.
La estructura es perfecta para este género, capítulos cortos para mantener la tensión del lector y para que no pueda dejar de leer. Y el lenguaje sencillo también es el ideal para no perder tiempo buscando términos que pueden hacer que abandones la lectura.
Algo que me ha sorprendido y me ha gustado es que la novela esté ambientada en Sevilla. Y he quedado maravillada por el buen trabajo de la escritora al mostrarnos la distintas caras reales de una ciudad. Tenemos varias Sevillas, riqueza y pobreza, turismo y barrios invisibles, alegría y desesperanza... Sevilla, una gran ciudad para una novela negra, Sevilla la ciudad de Camino Vargas, la policía al frente del Grupo de Homicidios.
Recomiendo leer Progenie de Susana Martín Gijón, una novela negra de calidad, intensa, penetrante y muy reflexiva por la objetividad del tema y denuncia social que nos plantea.
Me ha gustado tanto esta novela que en cuanto la finalice comencé a leer Especie, el siguiente caso de Camino Vargas.
Susana Martín Gijón (Sevilla, 1981) es autora de la serie policiaca Más que cuerpos, compuesta hasta la fecha por dos trilogías. Su novela Expediente Medellín (2017) fue ganadora del Premio Cubelles Noir 2018 a la mejor novela publicada en castellano. Gracias a la obra Náufragos fue finalista de varios premios y sus derechos fueron vendidos para una adaptación audiovisual. Licenciada en Derecho, fue directora general del Instituto de la Juventud de Extremadura y presidenta del Comité contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia. Con Progenie (2020), novela finalista del Premio Valencia Negra y ganadora del premio Paco Camarasa, Alfaguara Negra dio inicio a la publicación de su obra, que continúa ahora con Especie
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