Editorial La Galera || Febrero 2012
360 Páginas || Papel
Comprar Libro
Cam Cooper tiene diecisiete años y ha pasado los últimos siete años de su vida entrando y saliendo del hospital. Y la última cosa que quiere hacer en el poco tiempo que le queda es trasladarse a más de 2.000 quilómetros, a una población llamada Promise, en Maine.
Promise es un pueblecito famoso por los sucesos milagroso que ocurren de vez en cuando.
Cam y su madre iniciarán un viaje buscando aquello que desconocen mientras el tiempo, insobornable, transcurre de una manera agridulce; y descubrirán que lo que dicen de Promise no es nada exagerado.
Cam encontrará lo que, sin saberlo, estaba buscando.
Campbell Cooper tiene cáncer, y lleva 7 años entrando y saliendo de hospitales buscando una manera de curarse. Su madre, Alicia, no pierde la esperanza y se niega a perder a su hija. Su pequeña familia se completa con Perry, la hermana pequeña de Cam, y con la que tiene una relación de amor/odio típica de hermanos. Las 3 juntas viven en Disney World, Florida, y por ello tienen una vida un tanto especial, llena de magia, viviendo en un mundo en el que la gente es feliz sin más. Cuando Alicia conoce el pueblo de Promise, en el que supuestamente ocurren milagros habitualmente, y la gente se cura de graves enfermedades, no duda en mudarse allí con sus dos hijas y quemar la última mecha que le queda para salvar a Cam, a quien los médicos le han dejado claro que ya no hay esperanza.
Así es cómo comienza la historia de Promise. Y así es como empezamos a conocer a esta familia que sin duda, se ganará un hueco en nuestro corazón. Igual que lo hará Lily, la mejor amiga de Campbell y que sufre su misma enfermedad, aunque en cierto momento queramos abrirle los ojos y pegarle una buena colleja. O Nana, la dulce abuela que con tal de no despedirse de ellas, finje un enfado siempre para no tener que hablarles antes de marcharse. Son personajes peculiares, que en ocasiones tienen maneras de pensar extrañas pero que a menudo nos sacan una sonrisa con sus ocurrencias. Y a ellos se les unen los amigos de Cam en Promise, Elaine, la veterinaria/cartera/y un millón de oficios más, y Asher, por encima de todos Asher. Un chico guapo, alto y musculoso, que trabaja en un restaurante de bogavantes y que se irá ganando a Campbell poco a poco, formando junto a ella una de las historias de amor más bonitas que he leido.Lo suyo es un amor lento, del que se pasa después de ser amigos, y en el que viven situaciones únicas y especiales. A mi me fueron estrujando el corazón poco a poco, y al final... Bueno, no os puedo contar nada pero me quedé sin palabras y con un nudo en la garganta.Promise es un libro duro, recomendado para mayores de 14 años, y no sé hasta que punto es acertado. Bajo mi punto de vista hay momentos muy complicados, que si a mi me han hecho sufrir, no me quiero ni imaginar lo que debe ser para una adolescente de 14 o 15 años. Pero a pesar de ello, es un libro con el que se disfruta porque está lleno de esperanza. Esperanza de la que viene acompañada de magia, de milagros, y de deseos. Esperanza de la que todos deberíamos tener, porque como se suele decir, es lo último que debe perderse en una situación díficil.
A lo mejor fue la manera en que se levantó por la mañana. Llevaba todo el día pensando en la muerte. Pensaba en cómo podría ocurrirle a ella... Los pulmones llenándose lentamente de fluido, ahogándose en su propia cama, encontrándose de repente sin poder respirar, y luego sin poder ver o escuchar, y finalmente sin poder ni siquiera soñar. Sin amar. Esa era la parte que más le asustaba. Quedarse, de repente y para siempre, sin amor.Promise es también un libro de amor. Amor familiar, de madre a hija. Amor de hermanas, de las que son capaces de dejarlo todo por ti, como hace Perry, quien para mi ha sido todo un ejemplo. Amor de amigos, de los buenos, los que están en las duras y en las maduras, los que te quieren y apoyan a pesar de todo, y los que por muy enfadados que puedan estar, te perdonan porque son tus amigos. Y sobre todo amor del romántico, del verdadero, del que no se olvida. Porque yo por lo menos no lo voy a olvidar.He leido algunas reseñas que se quejaban de la narración, o que decían que es un libro que tiene muchos sube y baja. Yo no me he encontrado con ninguno de esos problemas. La narración de Wendy me ha parecido mágica, amena, pausada y tranquila. De la que lees despacio pero sin detenerte, quedándote con cada frase, con cada detalle, con cada palabra. Y el libro me ha mantenido enganchada de principio a fin, aún teniendo más de 300 páginas. Es una historia que se lee con rapidez porque no puedes despegarte de sus páginas, o al menos yo no he podido.Y a todo ello se le suma un final increible, maravilloso y de los que te dejan sin palabras, como ya he dicho. Un final que no puedo contaros porque hay que leerlo, pero que quien ya lo haya hecho me entenderá. Por él, por la historia, por los personajes y por la narración, el libro se lleva la máxima puntuación. Porque es un libro que te hace pensar, te hace sentir, te hace suspirar, llorar y emocionarte. Te hace enamorarte de sus personajes y de sus relaciones. Y te llama a visitar Promise, si es que de verdad existiera. Yo iría, sin dudarlo un segundo.
Todo lo que alguna vez compartiste con alguien sigue revoloteando en el Universo. Cam tenía que admitir que el amor podía ser real. Y el amor perdura. Las relaciones perduran. Porque los pensamientos son energía, la energía es materia, y la materia nunca desaparece.En Promise he encontrado todo lo que me faltó al leer 'Bajo la misma estrella', y eso que ni siquiera sé muy bien que era. Pero aunqe con los dos me emocioné por la historia, por el tema que tratan y por los personajes, Promise me ha dejado un recuerdo y unas sensaciones que el de John Grene no me dejó. Y seguramente muchos no compartais esta opinión pero quería dejarla, porque creo que teniendo en cuenta que ambos tratan un tema tan complicado como el cáncer, es inevitable comparados. Pero yo he disfrutado de la historia de Campbell como no lo hice con la de Hazel, y como no lo he hecho con otra del estilo hasta la fecha.
De verdad, teneis que leerlo.
Gracias a la editorial por el ejemplar.