Revista Cultura y Ocio
Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.
Mientras escribo esta reseña tengo que decir que la culpable de que leyera esta libro es Lourdes del blog Planeta Eris, básicamente su presión hizo que cayera en el embrujo de Puerto Escondido y tengo que admitir, como siempre, que me conoce muy bien y sabe que libro me va a gustar. Le doy las gracias porque sin duda, esta novela se ha convertido en una clara candidata para formar parte de los libros más top de este 2015.
La historia de la novela nos cuenta la extraña aparición de un cadáver de un neonato en las entre las paredes de una casa que hereda de su madre. Este hecho lleva a que la policía inicie una investigación para esclarecer los hechos a la vez que una ola de asesinatos estén ocurriendo con gente que en principio no tiene nada que ver entre ellos. Oliver no se quedará quieto ya que el mismo intentará investigar sobre los hechos y sobre su pasado familiar que tan ligado está con la casa.
Podemos distinguir dos líneas o tramas separadas en un principio en la novela: por un lado tenemos los hechos que comento más arriba y la segunda tiene que ver con un diario que nos cuenta la vida de una joven, una chica de la que poco a poco sabremos de su pasado y como los hechos que nos relata ese diario tiene que ver con la historia principal de la novela. Estas tramas paralelas se solapan al final de libro para dejarnos con la boca abierta y por supuesto, dando sentido a todo lo que hemos leído en sus páginas. Se van alternando entre capítulo y capítulo y cada uno de ellos es capaz de dejarte con la boca abierta. Sin ir más lejos, quiero mencionar el momento en la biblioteca que fue increíble, uno se lo imagina en su mente y es para quedarse con la boca abierta.
La forma de escribir de María Oruña cautiva desde el principio, tiene la facilidad de meter al lector dentro de la historia y ser un cómplice más de lo que está sucediendo. Ya sea por esas fantásticas descripciones de los pueblos y lugares de Cantabria o la forma en la que los personajes se comunican, quedarás prendado de su prosa al segundo capítulo. Es difícil que un libro enganche y mantener la atención del lector todo el rato y la autora lo consigue con creces a lo largo de sus páginas. Giros de trama, sorpresas, más intrigas... no hace que acrecentar el hecho de no parar de leer.
La trama se enreda a lo largo de toda la novela ya que lo que parecía una historia con fácil solución, se convierte en un desempolvo del pasado para mucha gente. Los secretos y verdades de algunos de los implicados el suceso salen a la luz dejando vergüenza, orgullo, etc. sentimientos que entretejen entre sí en un tapiz inmenso para darnos al final del libro, el cuadro completo para verlo.
En cuanto a los personajes, otro de los puntos fuerte de la novela, son la cantidad de marañas de secretos que esconden en su vidas, secretos que los atormentan y en muchas ocasiones, les hacen daño. Oliver intenta entender el pasado de su madre y en parte el de él mismo y lo acompañamos en ese camino, descubrimos las verdades ocultas y enterradas en años y ese niño que encuentra en las paredes de su casa, es una metáfora, un desencadenante de la realidad que está a punto de salir a la luz. La parte de los diarios es un más cruda, nos narra un poco la situación en la que mucha gente se vio abocada tras terminar la Guerra Civil como son los maquis o las situaciones de supervivencia en la que en muchas ocasiones se intentaba colocar las hijas con personas importantes para que no les faltara nada.
En definitiva, Puerto Escondido es una delicia, un jugoso pastel para los amantes de la novela negra y thriller porque contiene los ingredientes perfectos para disfrutar de toda la historia, Su ambientación, sus personajes, la trama... todos ellos hacen que sea una novela que disfrutes desde su primera página hasta la última. Clara candidata a convertirse en una de mis novelas favoritas de este 2015, no dejaré de recomendarla a todo el que busque una historia atrapante.
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Gracias a Ediciones Destino por el ejemplar
¿Habéis leído la novela? ¿Qué os ha parecido? Espero vuestros comentarios más abajo :)