En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Animale a decir lo que piensa, a decir lo que opina en realidad, a decir la verdad. (...) Dile que, si algo la incomoda, se queje, grite
Chimamanda Ngozi Adichie escribió una carta para una amiga cuando esta le preguntó cómo educar a su hija en el feminismo. Esa carta, con ciertos retoques, es este libro que plantea una forma directa y cercana y sencilla, consejos para que las madres, y adultos en general, le den las herramientas adecuadas a las niñas para enfrentar el mundo profundamente machista en el que vivimos.
Creo que una de las cosas más destacables del libro es la cotidianidad y la humildad desde donde el libro está planteado. Esta no es una receta mágica y el libro lo reconoce desde un principio. Son las conclusiones que la autora, y que miles de mujeres, sacan a diario al enfrentarse al día a día.
La autora no tiene complejos en alejar el feminismo del espacio académico y llevarlo al espacio del hogar, con ejemplos reconocibles para la mayoría. También hay que reconocer el gran trabajo de traducción de Cruz Rodríguez Juiz, quien mantuvo lo simple y cercano del lenguaje empleado en su versión original.
Otro de los puntos destacables es que se da el tiempo de explicar lo importante de la contextualización del feminismo, en especial en libros como este donde, aunque la mayoría de las temáticas son universales, existen un par de puntos que distan diametralmente de la realidad occidental.
Sin ninguna duda recomiendo este libro: edición cómoda y transportable, lenguaje sencillo y directo, abordando un tema que cada vez se hace más obligatorio en la sociedad: la crianza y la importancia del feminismo en esta.