Qué rara me siento escribiendo aquí de nuevo. La idea de los blogs siempre me ha encantado, pero es cierto que requieren mucho tiempo, de lo cual llevo ya un tiempo yendo escasita. Recientemente he conocido a una personita que tiene también un blog, y eso me ha animado a sentarme de nuevo a escribir, especialmente después de esta lectura tan apoteósica, que te puede encartar o la puedes odiar, pero desde luego no deja indiferente a nadie.
Título: RayuelaAutor: Julio CortázarNº páginas: Pss, depende, supongo.Editorial: RAEEncuadernación: Bolsillo tapa duraFecha de publicación: 2019Género: buena pregunta.
«Contranovela», «crónica de una locura», «el agujero negro de un enorme embudo», «un feroz sacudón por las solapas», «un grito de alerta», «una especie de bomba atómica», «una llamada al desorden necesario», «una gigantesca humorada», «un balbuceo».Con estas y otras expresiones se aludió a Rayuela tras su aparición en 1963. Sin duda, la publicación de la novela conmocionó el panorama cultural de su tiempo y supuso una verdadera revolución en la narrativa en lengua castellana: por primera vez un escritor llevaba hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla.Plena de ambición literaria y vital, renovadora de las herramientas narrativas, destructora de lo establecido y buscadora de la raíz de la poesía, es quizás el libro donde Cortázar está entero, con toda su complejidad ética y estética, con su imaginación y su humor. Y, transcurridas más de 5 décadas desde su primera publicación, Rayuela sigue siendo leída con curiosidad, asombro, interés y devoción.Cortázar empieza por proponer un acercamiento activo al libro y ofrece varias posibilidades de lectura: el lector ha de decidir: ¿optar por el orden de lectura tradicional?, ¿seguir el tablero de dirección?, ¿remitirse al azar? Después lo lleva a dos lugares distintos «Del lado de allá», París, la relación de Oliveira y la Maga, el club de la serpiente, el primer descenso de Horacio a los infiernos; y «Del lado de acá», Buenos Aires, el encuentro de Tráveler y Talita, el circo, el manicomio, el segundo descenso.¿Viaje hacia delante?, ¿viaje hacia atrás? Viaje iniciático, sin duda, del que el lector emerge tal vez con otra idea acerca del modo de leer los libros y de ver la vida. Un mosaico donde toda una época se vio maravillosamente reflejada.
JAMÁS hubiera cogido este libro por mi propia voluntad. No me malinterpretéis, no soy tan reacia a la narrativa de autores consagrados o a los clásicos (como algunos definen esta novela), pero sin duda sus 700 páginas tiran pa' trás, especialmente en la edición conmemorativa que tengo yo, publicada recientemente por la RAE y que tiene un extra de 300/400 páginas únicamente de material complementario. En definitiva, que no es la lectura que eliges después de salir cansadísima del trabajo. Y desde luego no os recomiendo que lo leáis después de trabajar. Es una lectura de esos domingo que te levantas a las 11:00 am (qué gustazo eso) y te preparas un café mientras miras la estantería buscando algo que devorar. Porque señores, siento decíroslo, pero vais a necesitar de toda vuestra concentración para imbuiros entre sus páginas. Es simplemente una auténtica locura, para mi gusto maravillosa y delirante al mismo tiempo, aunque acentuando que la parte delirante no es necesariamente positiva.
El mundo de Cortázar es un mundo de locos, él lo ha querido así, al igual que en cierto modo quiere volver loco al lector (al menos esa es mi sensación). El libro tiene dos lecturas diferentes; la lineal de toa la life (capítulo 1, capítulo 2, capítulo 3) y la alternativa, propuesta por el autor, que consiste en ir saltando por diferentes capítulos, marcados perfectamente en el libro, hasta terminar. En mi caso hice la lectura lineal, y creo que menos mal, porque a mí me ha dado la sensación de "cierto orden" dentro del caos. No es un libro que puedas leer una sola vez, pero creo que me alegro de que mi primera lectura haya sido con el orden tradicional, puede que me sirva para entenderlo mejor la próxima vez que lo lea, ya de forma alternativa (no te lo crees ni tú jeje).
El libro se divide en tres partes a su vez; lo de acá, lo de allá, y otra que no me acuerdo pero que el autor marca como capítulos prescindibles en la lectura lineal, y que por lo tanto no he leído. Si os consuela, Rayuela se queda en 440 páginas si decidís realizar la misma lectura que yo (ceja, ceja, codo, codo). La primera parte del libro me encantó, a pesar de que tardé aproximadamente 100 páginas en comenzar a entender algo (sí, sí, solo algo, aunque fuera poco). Pero, ¿sabéis qué? Daba igual porque desde luego una cosa que vais a disfrutar es la delicadeza y el gusto de Cortázar para escribir; no importa que no os estéis enterando de nada, es todo taaaan bonito, hay frases que son para enmarcarlas en casa, y no solo eso, pasajes completos, capítulos enteros que imprimiría y colgaría en las paredes. Encima, cuando empiezas a ver un poquito de luz al final del túnel y empiezas a entender a los personajes, a conocerlos, a encontrar un hilo argumental en la historia, esa prosa se hace aún más bonita y se ve acompañada por reflexiones que son una delicia, que os harán pensar y que darán, para mi gusto, mucha fuerza a los personajes que las defienden.
En el libro tenemos a un claro protagonista, Horacio Oliveira, el personaje más complejo sobre el que he leído en mi vida. Es un personaje que resulta fácil de odiar, porque tiene conductas machistas, es un prepotente, un egoísta, en fin, mil cualidad que cualquiera despreciaría en su día a día, pero al mismo tiempo para mí fue un personaje que me enganchó muchísimo. Es un tipo hiper culto, y lo que a mí me pudo; es un filósofo. Desde siempre me he sentido atraída por la filosofía, a pesar de que mis conocimiento se resumen en los detalles que consiguiera retener en mi memoria tras segundo de bachillerato, y percibir que el protagonista era tan peculiar, que tenía tanto que decir, que tenía ideas tan formadas sobre temas que ni siquiera se me habían ocurrido que fueran debatibles... Eso me emocionó y me enganchó mucho. Además, encontramos muchos personajes con perfiles muy complejos que acompañan a Oliveira en su andadura y que aportarán el contrapunto para muchos de sus argumentos, lo cual lo hace todo aún más divertido.
La segunda parte se desarrolla en un ambiente diferente, con personajes diferentes y situaciones más surrealistas, si cabe, que en la primera parte. Desde mi punto de vista aquí comienza realmente la ida de olla. O sea, Cortázar, ¿qué te pasa? No desvelaré mucho sobre esta parte, porque tampoco es cuestión de spoilear a nadie, pero sí que diré que tengo sentimientos encontrados. Por una parte me ha encantado, ya que, como decía al principio, a veces no hace falta que lo estés entendiendo todo para que te guste, pero por otro lado me ha dejado demasiado desconcertada como para acabar con un buen sabor de boca.
Sé que esta no será la única vez que lea Rayuela. Sé que volverá a mis manos de nuevo en alguna otra ocasión y sé que entonces no será la Rayuela que acabo de terminar. Sé que entenderé el libro de una manera totalmente distinta y los pasajes y la historia me parecerán otra cosa, y creo que esta es una de las cosas que hacen a Rayuela tan grande. Podría debatir una tarde entera solo sobre uno de los capítulos, sea cual sea. Además, esa capacidad de hacernos reflexionar, esa gracia para dejar en manos del lector las interpretaciones de tantas cosas, ese constante desconcierto, hacen que la lectura de esta novela sea interminable.