Reseña: Rivales

Sinopsis:

Ya han pasado dos meses desde el funeral de Elizabeth Holland, pero Manhattan todavía sigue en estado de conmoción. Solo dos personas, Penélope y Diana, saben que en realidad Elizabeth no cayó al río Hudson, sino que ha huido a California, donde ahora trata de hacer fortuna con su amante, Will. Mientras tanto, en casa de los Holland todas las miradas están puestas sobre Diana, que se ha convertido en la única esperanza de salvación económica de la familia. Lo que pocos sospechan es que, lejos de cumplir con lo que se espera de ella, Diana vive un idilio apasionado con el antiguo prometido de su hermana, Henry Schoonmaker. Pero en Manhattan los secretos no lo son durante mucho tiempo, y esta información está a punto de llegar a oídos de la astuta y poderosa Penélope, que sigue perdidamente enamorada de Henry y está dispuesta a recuperar su corazón como sea.

Mi valoración personal:

Mentiras, secretos y pasiones prohibidas vuelven a acontecer en la ciudad de Nueva York. Los personajes vuelven a encontrarse en triángulos amorosos peligrosos y la tensión se respira en el ambiente, un aire cargado de belleza también, la típica de la alta sociedad de finales del siglo XIX. Leer Rivales, segunda parte de , es literalmente introducirse en los altos standings neoyorkinos, con mujeres luciendo grandes y lujosos vestidos de encaje y caballeros ataviados con trajes oscuros y camisas de seda. Fiestas en palacios y veladas en la ópera pasan a ser casi el único entretenimiento de estas gentes. A simple vista pudiera parecer aburrido y monótono, pero nada más lejos de la realidad cuando en dichas fiestas y veladas se cuentan chismes, se intercambian miradas cómplices desde la distancia, se producen encuentros secretos y se espera lo mejor de una sociedad que vive a ritmo trepidante.

- Pero bueno, ¿cuántos pobres caben en Nueva York? ¿Y nunca se cansan del pavo? Me duele la cara de tanto sonreir -añadió llevándose los dedos cubiertos de cabritilla a sus finos y altos pómulos.
- Es aburrido tener que ser tan buena... Pero tú nunca has sido de las que pierden de vista un objetivo- dijo en tono delicado.
- No- convino Penélope-. Y no lo he hecho.

Sumado a estos aspectos que pueden notarse en la novela, en Rivales hay un factor clave en la historia: los rumores (de hecho su título original es Rumors), que ya se sabe, un@ siempre se pregunta si son ciertos o no. La muerte de Elizabeth Holland, más bien supuesta muerte, es el hilo conductor sobre el que gira la historia, cuyo peso máximo recae en su propia familia instalada en el Este, y ella, en la otra punta del país "haciendo su vida". Por otro lado, el título del libro bien alude a dos mujeres, más gata salvaje y arpía una y dulce la otra, luchando con guante en mano en un rin pasional donde un solo hombre, en el pasado un playboy, se convierte en la presa a cazar. Penélope y Diana, amiga y hermana de la desaparecida protagonista, recuerdan en cierto modo, en su proceder y objetivos a cumplir en la historia, a las féminas protagonistas de un culebrón mexicano: son damas que de amigas pasan a ser rivales en el amor, con sumas mentiras y escasos escrúpulos de por medio para conseguir su botín: el amor de un mismo hombre.

Por lo demás Anna Godbersen continúa con la historia en la misma línea. Le insufla amor y desamor, secretos y mentiras y un punto de culebrón, especialmente su sorprendente final, inesperado por dos acontecimientos ocurridos, ambos clave en la tercera parte, Envidia. Solo un punto en contra de esta novela: su narración y ritmo, aunque llevaderos y de fácil lectura, por momentos se hacen pesados dada la obsesión de la autora en pararse en detalles sin importancia, como las descripciones de los vestidos de las damas, repletos de infinitas telas de nombres variopintos y algunos desconocidos para el lector si desconoce la jerga de la alta costura, y los techos de bóveda y demás de los palacios donde la alta sociedad celebra sus fiestas. Pero cuando Godbersen deja de lado tales especificaciones descriptivas y se centra en los encuentros de sus personajes, la novela se alza y gana fuerza, dando la sensación de que avanza rápida y veloz.

Elizabeth y Henry llevaban pocas semanas comprometidos y, ante la insistencia de sus respectivas familias, iban a casarse al cabo de pocos días. Henry no estaba orgulloso de su comportamiento durante ese período [...]. Tampoco se enorgullecía de su comportamiento durante los años anteriores a su compromiso, que le habían ganado una merecida fama de canalla. Aún así, no podía arrepentirse por completo de su comportamiento la noche anterior a la mañana que vio a Elizabeth en aquella esquina, la noche anterior a la mañana que se ahogó.

Rivales, por otro lado, también destaca por su prólogo que vaticina su final, el cual plantea muchos interrogantes. Si Latidos fue capaz de enamorar al lector, Rivales le engancha aún más, lleva los acontecimientos a un segundo plano, a un ambiente hiper-cargado de rumores, mentiras y falsos amigos. Muy recomendable si gustan las novelas románticas ambientadas en otro siglo distinto al nuestro.

Puntuación: 7/10 (Notable)

^(.)^ SiLviA FiLÓLóGa ^(.)^

Filóloga inglesa, chica blogger con musa durmiente, ratona de biblioteca, domadora del lenguaje (de Shakespeare y Cervantes), literata en femenino singular de presente de indicativo... una especie de rara avis. Por encima de todo, adicta a la vainilla, las galletas Oreo y cinéfila confesa de (casi) todos los géneros cinematográficos.