Reseña | Rosas para la señorita Langston, Nuria Rivera

ELLA NO QUERÍA ELEGIR ENTRE LA PASIÓN Y EL AMOR.
ÉL QUERÍA DÁRSELO TODO.

Emily Langston siempre fue una romántica. Pero la realidad le hace ver que no es de las elegibles. Al salir de la Escuela de Señoritas de lady Acton, sin cosechar un compromiso exitoso, se marcha a Nueva York y allí perfecciona su habilidad al piano. A su regreso a Londres quiere ser pianista y espera tener la ayuda de un afamado compositor. Prefiere dedicarse a su música que contraer matrimonio, sobre todo si es sin amor.

Gordon Blumer, conde de Conway, uno de los solteros de oro de Londres, decide casarse. Al acudir a una fiesta, lo que menos espera es encontrarse con alguien que conoció tiempo atrás en Minstrel Valley y despertó en él sentimientos que creyó que jamás volvería a sentir. Piensa que Emily podría ser la candidata perfecta, la sigue por varios salones y recitales y se ayuda de todas las armas a su alcance para conquistarla.

Así comienza un cortejo que los lleva de regreso al pequeño valle, pero este se ve truncado por la aparición de una vieja amiga del conde que pretende ser condesa. Emily, confundida, lo rechaza y huye. Inicia, lejos, una serie de conciertos con la ayuda de un benefactor anónimo.

¿Se conformará Emily con vivir solo de las emociones de la música, cuando su corazón anhela los sentimientos que Gordon despertó en ella y que no logra enterrar en el fondo de su corazón? Si Gordon quiere de veras conquistarla y hacerla su esposa deberá darle lo que más desea, aunque signifique perderla.

Emily sabe que si elige la música se alejará para siempre del conde, pero ¿quién es ese desconocido que le envía rosas sin revelar su nombre?

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Nuevamente vuelvo a traeros reseñada una novela cuyos personajes están íntimamente relacionados con la afamada saga Minstrel Valley , en esta ocasión ha sido Emily la protagonista de esta preciosa historia, ella será la dama encargada de enamorar a Gordon Blumer, el apuesto lord Conway descubrirá a través de los ojos de la muchacha el poder de los sentimientos y como el amor puede curar las heridas de un corazón roto. Así, Rosas para la señorita Langston de Nuria Rivera nos devuelve la magia a través de la música, pues con ella la joven expresará sus emociones y verá como la pasión que siente por el conde hará que su destino cambie, teniendo que luchar por una vida donde sus sueños y el amor serán parte de un mismo todo. Un libro perfecto en el que esta pareja, que ya nos enamoró en Un conde sin corazón, vuelve para tener el final que muchos de nosotros deseamos.

Emily Langston tuvo que conformarse con ver como sus amigas encontraban el amor y conseguían matrimonios que las hacía dichosas, ella nunca fue de las que los caballeros tenían en cuenta para hacer su elección, por esto mismo, después de abandonar la Escuela para señoritas de Lady Acton decidió que lo más apropiado era dedicarse a su gran pasión, así, la música la llevará hasta Nueva York donde perfeccionará su técnica al piano. No obstante, y tras el paso de algunos años, Emily tendrá que regresar a Londres y enfrentarse a una sociedad que no ve con buenos ojos que una dama prefiera quedarse soltera para tener una carrera profesional. Su madre no quiere ni oír hablar de esa posibilidad por lo que intenta poner ante sus ojos a candidatos que la hagan cambiar de opinión, sin embargo, ella está decidida, no desea un matrimonio sin amor, además se siente realizada con su música y ansía triunfar en la misma. De este modo, la joven se volcará en sus composiciones e intentará perfeccionar sus dotes de concertista dando pequeños recitales en los bailes de sus conocidos. A pesar de todo, lo que Emily no esperaba era encontrarse con el hombre que ya despertó en el pasado sus sentimientos, lord Conway la fascinó cuando era aún alumna en la escuela, su gallardía y su apostura la hicieron soñar con un imposible y ahora vuelve a su vida para demostrarle que aquellas emociones aún siguen muy presentes.

Gordon Blumer , conde de Conway , lleva toda la vida negándose la posibilidad de contraer matrimonio, todos sus allegados saben que esa idea viene a raíz de la pérdida que sufrió en el pasado y que lo dejó con el corazón hecho pedazos. No obstante, su madre no ha dejado de insistirle en su responsabilidad para con el título, además le preocupa su felicidad y no quiere que deje pasar la oportunidad de tener una familia. Por esto mismo, el conde lleva un tiempo planteándose la posibilidad de casarse, y para ello ha de encontrar una candidata lo más adecuada posible, pues no desea una unión fría donde no exista ningún tipo de emoción, al menos considera que debe haber afecto y algunos intereses comunes. Así que no dudará en adentrarse de lleno en la temporada, bailes interminables donde podría encontrar a su futura prometida, de este modo, se topará con una joven a la que ya conoció en Minstrel Valley, la pequeña Emily lo hechizó en el pasado y ahora, años después, puede apreciar que la dama ha madurado en belleza y elegancia, una extraordinaria muchacha que le hace pensar que ella es la mujer que podría hacerle abandonar la soltería.

De este modo, Gordon iniciará un cortejo perfectamente planificado que los llevará a ambos hasta el pueblecito que los unió en el pasado. Allí lord Conway se encuentra cómodo, es un lugar donde no tiene que competir por la atención de la joven, pues quiere conocerla, compartir con ella momentos que sienten una base sólida para su relación y donde los sentimientos puedan florecer sin problemas. Una estancia que los llevará a descubrir que entre ellos hay una atracción intensa que tiene que controlar ante los ojos de los demás, una pasión irresistible que dará paso a mucho más, ya que Emily sentirá que el conde es la persona indicada para lanzarse a los brazos del matrimonio, él la comprende, parece tener sus mismas ideas y no tiene intenciones de coartar sus alas si quiere dedicarse al piano. Una convivencia que le demostrará que está enamorada, no obstante, y a pesar de que Gordon siente algo por ella, no está convencida de que la ame profundamente, una duda que se acrecentará cuando una vieja conocida de éste regrese a su vida. Ella sembrará la discordia entre la pareja y lo que parecía ser un romance bien cimentado dará paso al distanciamiento. Igualmente, ambos deberán reflexionar y tomar la decisión acertada, ya que la dama tendrá que decidir si está dispuesta a afrontar el éxito a costa de perder a quien amas, y para él si la felicidad de su amada es más importante que la suya propia.

Nuria Rivera vuelve a sorprenderme con una novela sencilla, sin demasiados giros argumentales, pero que posee una trama bien trabajada y con unos personajes magníficamente desarrollados que se cuelan sin ningún problema en el corazón del lector. Así, con una prosa elegante y cuidada, al mismo tiempo que dota a la narración de un ritmo ágil, nos ofrece una historia en la que se nota el trabajo de documentación que hay tras ella, datos y personajes históricos que dan una perspectiva mucho más real al libro. Además, la autora opta por un lenguaje muy adecuado a la época en que se desarrolla, vemos que las costumbres y los pensamientos de la Inglaterra victoriana quedan totalmente plasmados, esto es algo que Emily destaca al compararlos con los de Nueva York, mucho más laxos y dejan mayor libertad a las jóvenes. Otro tema a mencionar es la música, la protagonista desea dedicarse a ella y para esto debe hacerse un hueco dentro de un mundo arcaico que no valora el talento del género femenino, pues parece que la mujer tiene que elegir entre sus prioridades y no puede compaginar la vida personal con la profesional. Por este motivo Emily será una mujer adelantada a su tiempo que no dudará en luchar por sus sueños, ella era una muchacha romántica y soñadora que vio como el rumbo de su vida cambió, momento en el que decidió ser ella misma y disfrutar de la música. Así, con un espíritu talentoso y apasionado, el amor se volvió algo secundario y sólo cuando lord Conway aparezca de nuevo será cuando sienta que le falta algo, la ilusión de un romance donde la pasión despierte otra vez sus sentimientos dormidos. Gordon, por su parte, es un hombre que ya amó en el pasado, no obstante, su pragmatismo lo obliga a ser responsable con el título y perpetuar el apellido, algo que no le atrae hasta que vuelve a ver a Emily, ella ya despertó su interés antaño pero desechó la pretensión por diferentes motivos, sin embargo, ahora no puede ignorar la atracción y el deseo que crece en su interior. El conde tiene una personalidad arrebatadora, encantador y apasionado en todo momento le demostrará a la dama que lo suyo es auténtico. Una pareja dulce que vivirá momentos inolvidables, pero también tendrá que pasar por una gran prueba cuando la confianza se rompa y tengan que decidir si estar juntos es lo que realmente quieren. En conclusión, una novela sobresaliente que se vuelve muy adictiva a medida que avanzas en la historia, ya que el romance entre Emily y Gordon es de esos que enamoran al lector con su sencillez, su autenticidad y la ternura que transmite.

Rosas para la señorita Langston de Nuria Rivera es un libro precioso en el que dos viejos conocidos del lector serán los protagonistas de un romance pausado, que crecerá poco a poco y que se alzará sobre momentos compartidos que darán fuerza a sus sentimientos, una historia donde la música servirá como hilo conductor para un amor que llegará sin avisar, arrasando los corazones de dos amantes y demostrándoles que para ser felices no es necesario renunciar a nada.