Título: Saltaré las olas
Editorial: Titania (Ediciones Urano)
¡Gracias a la editorial por el libro!
Imogen necesita alejarse de la persona que ha roto su corazón y de una familia que piensa que no es capaz de cuidarse por sí sola, desea comenzar de cero. El problema es que no sabe cómo hacerlo porque se ha dado cuenta de que en verdad no se conoce a sí misma.
Por ello, su mejor amiga lo organizará todo para llevarla consigo hasta Irlanda, donde le espera su primer puesto de trabajo en una residencia clínica como enfermera y una habitación de alquiler en una preciosa cottage a los pies de los acantilados de Howth, que compartirá con un joven pescador.
Nadie en el pueblo esperaba que Liam regresara después de tanto tiempo, pero él también se sorprende cuando al llegar se encuentra con que su familia ha metido a una inquilina en su casa.
Mientras Imogen irá descubriéndose poco a poco con su "lista de nuevas experiencias", su misterioso compañero de casa se volcará en ayudarla a conseguir todos sus retos, terminando por poner a prueba los sentimientos de su corazón.
Tres pacientes con mucho que aportar, un club de lectura con algo de magia y una amistad inquebrantable, enseñarán a Imogen que en la vida solo hay que saltar las olas.
"La mejor forma de curar un corazón es rescatar a otro".
Desde de que el exnovio de Imogen terminara con ella se siente perdida, todos esos años que estuvieron juntos Imogen cambio por completo y ahora que la relación terminó no sabe quién es. Se siente sola e insegura, desesperada porque su familia la ve como una persona débil; así que cuando su mejor amiga Ava le propone que regrese a sus raíces un tiempo para despejar su mente, acepta. Encuentra una bonita casa en un acantilado en Irlanda y la alquila un año completo y consigue trabajo como enfermera en una clínica cercana.
Después de cinco años lejos de Irlanda, de su casa, su familia y su pasado triste y desgarrador Liam al final regresa. Ahora que está de regreso, lo menos que esperaba es encontrar que tiene una inquilina por un año entero, sin otro remedio acepta, después de todo debido al trabajo son muy pocas las ocasiones en las que se van a poder ver.
Pese a todo ello, Imogen y Liam se descubren dejándose notas y pequeños detalles sin haberse visto cara a cara. Cuando llega el momento de al fin verse de frente, la amistad y cariño que surge entre ellos es casi instantáneo y conforme pasan los días aumenta. Nunca pensaron encontrar un poco de consuelo en un desconocido, pero es así como se siente y descubren que cada día anhelan más la compañía del otro.
Imogen al fin se siente parte de algo y sin poder entender cómo o cuándo pasó descubre que Liam se convirtió en más que su casero.
La verdad es que empecé este libro con miedo. El anterior libro que había leído de la autora no me gustó mucho que digamos, pero la portada me pareció hermosa y la sinopsis me llamó bastante. Aunque no amé el libro sí puedo decir que me gustó. Empezaré hablándoles un poco de los personajes.
Imogen es una joven que tiene su corazón destrozado, lo único que quiere es tratar de encontrarse así misma y disfrutar su trabajo. Me gustó encontrarme con una protagonista con un buen corazón, siempre dispuesta a ayudar a otros y además amante de la lectura, pero no fue por completo de mi agradó. Me desesperó bastante su comportamiento, no es perfecta y eso se entiende porque la hace más humana, pero algunos caminos que toma me parecieron desesperantes. Fuera de eso puedo decir que si bien no es mi personaje preferido y no llegué a congeniar con ella, me gustó ver mucho su evolución durante todo el libro. Deja de ser esa chica insegura, siempre pensando en su antigua relación y en todo lo que hizo mal durante ese tiempo, y se convierte en alguien más segura de si misma y en las decisiones que toma, se siente y se vuelve independiente.
"[...]Nadie puede sentir por ti, ni tan siquiera imaginar la forma en la que te sientes. Hay que saberlo, sumirlo. aprender a vivir así porque..-Liam hizo una pausa. Había perdido la sonrisa y parecía que las palabras se le atascaban-. Porque vivir es como nadar en el mar. La gente puede darte la mano y mantenerte a flote, que parezca que no te hundes, pero con el tiempo te conviertes en un lastre demasiado pesado y si te sueltan, si tú no mueves los pies y nadas, te ahogas."
por otro lado lo conocemos como un personajes alegre y amable, siempre sonriendo y ofreciendo ayuda. Es muy dulce su comportamiento desde el inicio y conocer su pasado y todo lo que pasó después de él fue bastante triste. Sin embargo, tampoco me convenció por completo. La relación que Liam e Imogen empieza fue dulce de leer porque es posible ver como poco a poco abren sus corazones, pero para mi no fue muy creíble, sentí que todos los sentimientos que van desarrollando, en especial Imogen por Liam fueron apresurados para el poco tiempo que pasan juntos. Lo admito, Liam es encantador y blablabla, pero antes de que Imogen empezara a albergar los sentimientos románticos hacia Liam el tiempo que habían pasado juntos cara a cara conviviendo de verdad no era mucho y, debido a ello, no lo sentí por completo real y no me llegó como esperaba.
Ava es la mejor amiga de Imogen, me gustó más que la propia Imogen, no aparece tanto como nuestra protagonista pero aún así logró captar más mi atención y mi simpatía. También hay otros personajes como los pacientes de la clínica donde Imogen trabaja, ellos sí se ganaron mi corazón, demostraron la fragilidad que cualquier persona puede tener, en especial las personas enfermas, pero sin hacerlo exagerado, lo suficiente para ganar un pedacito de mi corazón al conocer su historia.
La historia es sencilla, no nos encontramos con algo nuevo , es más bien un poco de lo mismo que se puede encontrar en cualquier libro romántico, bastante cliché, pero la pluma de la autora tan ligera te engancha fácilmente y tiene forma muy dulce de contar todo lo que sucede que logra de te metas en el libro desde el inicio y las páginas pasan bastante rápido.
"[...]Amar a alguien no significa tener que ser su sombra. Es desear querer hacerlo todo con esa persona, pero no necesitarla para hacerlo. Si tú dejaras de ser tú para convertirte en la otra persona, quizás dejarías de gustarle."
El drama que se va presentando en el libro es algo que ya veía venir desde el momento cero, no es nada sorprendente, pero le da más dramatismo (valga la redundancia) a la historia y permite que los protagonistas avancen y evolucionen más. No fue de mi total agrado, pero supongo que la autora querría que tuviera ese BOOM.
Lo bonito de todo el libro es ver como Imogen deja atrás la chica que era al estar atrapada en su antigua relación que la había convertido en un persona sin identidad propia ni personalidad definida, deja poco a poco esa persona de lado y se convierte en una nueva Imogen. Conocer a Liam y ver como una sonrisa y actos amables pueden ocultar un corazón que sufre fue algo bonito y triste de descubrir, y leer como estos dos personajes se sanan entre sí fue hermoso.
Otra cosa que me gustó fue la ambientación, la manera en la que la autora describe el pueblo de Howth en Irlanda me hizo sentir que de momentos estaba ahí mismo.
Así que al final puedo decir que me gustó el libro, no es mis lecturas favoritas y los protagonistas ni su relación me llegó por completo; sin embargo, la historia es sencilla, tierna, con un mensaje de las segundas oportunidades conmovedor, perfecto para despejar la mente y disfrutar una lectura ligera.
"[...]La vida es un lienzo sobre el que pintar. Tú decides con qué pinturas y qué quieres plasmar. La vida puede empezar una y otra vez, incluso hoy, aunque duela."
¿Qué me dicen ustedes? ¿Han leído algún otro libro de la autora?