De qué va: Tras pasar por una infancia conflictiva, el monarca Luis XIV decide someter a la nobleza e imponer su poder absoluto, para lo cual ordena la construcción de Versalles, un palacio que no es más que una jaula de oro para mantener a los nobles bajo su control, entreteniéndoles con caprichos y distracciones. Despreciando a la reina en favor de sus amantes, y con una tensa relación con su hermano, convertirá el palacio en el eje de poder con el objetivo de conseguir la gloria
A mí me ha parecido: entretenida (3/5)
Por qué: Es una superproducción y se nota: tanto los escenarios como el vestuario son espectaculares, con una imagen muy cuidada, cuidado en los detalles y buenos actores. Sobre su rigor histórico o su falta de él no opinaré, porque no conozco en profundidad la historia de Francia más allá de las referencias al Rey Sol, casi todas recibidas en series, películas y libros que pueden ser, o no, rigurosos. Aunque algunas cosas simplemente no cuadran.
A la serie le costó arrancar y casi la abandoné en los primeros capítulos, pero finalmente empezó a mejorar y acabé viéndola completa, aunque debo decir que en la temporada tres se les fue un poco la pinza con la trama de el hombre de la máscara de hierro y que había algunas cosas un poco forzadas, cambios de sentimientos bruscos en los personajes y arrebatos de pasión de sorpresa entre parejas sin química incluidos.
El peso principal lo llevan, por supuesto, Luis XIV, que está un poco mal de la cabeza sin dejar de ser brillante; su hermano, Felipe de Orleans, abiertamente homosexual y en constante conflicto por ser un segundón; y las amantes del rey, una principal por temporada. También hay secundarios con mucho peso, como Fabien Marchal, el capitán de la Guardia Real, encargado del trabajo sucio, de descubrir a los conspiradores y de velar por el rey.
Y es que conspiraciones hay por doquier: un palacio lleno de nobles que buscan medrar y que no tienen nada más que hacer es lo que tiene. Casi en cada momento hay alguna subtrama que implica espionajes y conspiraciones de algún tipo, traidores de toda calaña... También, según avanza la trama, percibimos algunos atisbos del descontento del pueblo, asfixiado a impuestos para mantener esa opulencia. Y hay mucho, mucho sexo.
Al final, resulta entretenida, aunque tenga sus fallos, y se disfruta a nivel estético, así que merece la pena darle una oportunidad.
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