Reseña: Si el amor es una isla de Esther Sanz

Título: Si el amor es una islaAutora: Esther SanzEditorial: DestinoAño de publicación: 201ISBN: 9788408124306Páginas: 294Precio: 14.95€

Dicen que una isla es el lugar ideal para perderse. Yo tuve que llegar al inhóspito Sark, un islote con quinientas almas en el canal de la Mancha, para encontrarme a mí misma.

Todo empezó una mañana gris de octubre cuando por fin conseguí que una embarcación me llevara desde la isla vecina de Guernsey. El mal tiempo había impedido que ningún ferry se aventurara en aquel mar revuelto desde hacía días. Finalmente logré convencer a un pescador, que salía a faenar temprano, para que me acercara a Sark. El trayecto me costó el sueldo de una semana, pero llegaba con dos días de retraso y temía perder el empleo incluso antes de empezar.

No fue hasta más tarde, sentada en aquel bote pesquero, con el chaleco salvavidas puesto y la cabeza entre las rodillas para vencer el mareo, que pensé en la posibilidad de perder algo todavía más valioso: mi propia vida.

Esta sería la cuarta novela que he leído de la autora (los dos primeros de su trilogía El bosque de los corazones dormidos y su novela autoconclusiva Los siete soles de la felicidad). Cuando leí por encima la sinopsis, me esperaba otra clase de novela, una de un carácter más adulto en la que la protagonista contase con, al menos, unos veinte años. Pero este no fue el caso.De manera similar al inicio de su primera trilogía juvenil, nos encontramos con Luisa, una chica de Barcelona que acaba de llegar a Sark, una isla situada en el canal de la Mancha con un clima caprichoso y propicio para los rumores. Allí, debido a su curiosidad, intentará resolver el enigma que rodea al dueño del hotel en el trabaja para poder costear la atención sanitaria que necesita su padre.

Como quiero que esta reseña termine con un buen sabor de boca, empezaré con lo que me ha disgustado. No puedo decir que desde el principio sabía qué sucedía con Patrick, pero ya albergaba mis dudas. He escrito durante algunos años ya y he analizado varias novelas, por lo que sé a conciencia cuáles son los recursos de un escritor, sé cómo callar e insinuar una posible realidad y cómo engañar al lector, por lo que el final no me sorprendió en absoluto. Pero ese no es mi problema, el gran inconveniente de la novela es que la protagonista no se diese cuenta hasta que se da en las narices con la realidad. Comprendo que la novela tiene que avanzar y que Sanz necesita un personaje que no señale desde el primer momento qué es lo que ocurre, pero lo que no entiendo es por qué hasta el último momento no ve lo que pasa. ¿Nos encontramos ante una protagonista sin cerebro? Posiblemente.No solo me quejo de su actitud ante el gran misterio del libro, sino su forma de actuar frente a una serie de situaciones en las que se involucra ella sola. Como no quiero hacer spoiler, me limitaré a recordar un episodio en El bosque de los corazones dormidos en el que Clara se despierta al lado de un desconocido desnuda y no entra en pánico, de hecho, deja que la bañe. Entenderéis que la situación de Luisa no sea la misma, pero os advierto que tampoco dista del ejemplo que os muestro.A pesar de la protagonista, de lo que hace y de cómo piensa (o de lo mal que lo hace), la novela me ha agradado. He vuelto a encontrarme con el ambiente de Sanz que tanto me gusta. En esta novela volvemos a hallar ese ambiente sombrío y misterioso encarnado en un pueblo impregnado de rumores y leyendas. La autora vuelve a llevarnos a un escenario mágico construido a base de una prosa sobria pero elaborada, gracias a palabras de las que emanan colores vívidos, olores de lo más embriagador y sensaciones que inspiran de la más oscura sensualidad.La sensualidad vuelve a ser una de sus armas más poderosas, pero en esta ocasión con un cariz más maduro. No estoy hablando de sexualidad, sino de una insinuación coqueta y pecaminosa, de escenas que despertarán el lado más travioso de los lectores. Todo avivado con el estilo tan característico de una autora como Sanz.Dejando de lado el uso excelso que la autora sabe hacer de la palabra, también cabe reseñar la actuación de los personajes secundarios, el juego que realizan en el tablero que es Sark. No me extrañaría que más de uno se encaprichase con alguna de las parejas secundarias, puesto que son de lo más adorables. No obstante, es un poco triste que la novela no despliegue algunos detalles más de estas relaciones. Y es que, la evolución de estos personajes es asombrosa, al igual que su caracterización. Si bien nuestra protagonista puede resultar en ocasiones el cliché más grande, nos encontramos con otras entidades para nada maniqueas y cuyos roles se van alternando.En resumen, Si el amor es una isla es una novela escrita de manera magistral, con una trama interesante, unos personajes secundarios magníficamente diseñados y una sensualidad desbordante. Una historia que no podrás soltar.

Agradecimientos a Destino por el ejemplar