Reseña | Sí, quiero, milord, Lisa Berne

LA SERIE DE LOS PENHALLOW CONTINÚA.

EN ESTA OCASIÓN, UN HIGHLANDER QUE DEBE CASARSE EN CONTRA DE SU VOLUNTAD DESCUBRE, MUY A SU PESAR, QUE QUIZÁ HA ENCONTRADO A LA ESPOSA PERFECTA.

Alasdair Penhallow, señor del castillo de Tadgh, se ve forzado a abandonar su despreocupada vida de soltero por culpa de un antiguo decreto que le obliga a contraer matrimonio. Su plan inicial es encontrar a una mujer sumisa, pero el destino pone en su camino a Fiona Douglass, una joven preciosa pero molesta como un dolor de muelas que le reta a cada oportunidad y que termina resultándole... irresistible.

Fiona ya entregó su corazón una vez y no quiere volver a cometer el mismo error. Sin embargo, se verá irremediablemente atraída por la inteligencia y la fuerza de Alasdair. La pasión que su marido enciende en ella irá mucho más allá de lo que cabe esperar de un matrimonio de conveniencia. Por mucho que le pese, Fiona se está enamorando.

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Hace poco descubrí la pluma de con la obra Puedes besar a la novia y debo decir que quedé encantada con su estilo y su narración, una historia que nos abrió las puertas a la saga Dinastía Penhallow donde nos dio la oportunidad de conocer el encantador romance de Gabriel Penhallow y Livia Estuardo. Ahora bien, con esta segunda entrega titulada Sí, quiero, milord nos permitirá conocer a otro integrante de los Penhallow, Alasdair, un disoluto escocés que tendrá las horas contadas para conseguir la esposa adecuada, una ardua tarea para un soltero como él, acostumbrado a vivir con libertad. No obstante, antes conoceremos a una de sus candidatas, una joven dama escocesa que no ha tenido mucha suerte en el amor y que desea con todas sus fuerzas encontrar a esa persona especial que tanto tiempo lleva esperando.

Fiona Douglass ha perdido la cuenta de a cuantas bodas ha asistido. Con un clan tan numeroso como el suyo, han sido muchos los matrimonios que se han celebrado bajo el amparo del Castillo Douglass, demasiados para ella y ninguno ha sido el suyo pues la única vez que creyó conseguir una buena alianza, su pretendiente, Logan Munro, acabó casándose con su hermana Nairna, un golpe que dejó marcado su corazón. Desde entonces ha rehuido a todos los hombres, ninguno cumple con sus expectativas y lo último que desea es contraer matrimonio con alguien que la haga desdichada. Sin embargo, su vida se verá alterada con la llegada de una carta donde se solicita su presencia en el Castillo Tadgh, lugar donde su laird deberá elegir esposa entre todas las jóvenes casaderas de los Ocho Clanes de Killaly, una ley que de no cumplirse puede causar la muerte tanto del laird como de las elegidas, por lo que no le quedará más remedio que viajar hasta allí junto a su prima Isobel para evitar la fatídica muerte. De esta forma, junto a otras tres jóvenes, tendrá que demostrar porque ella sería la esposa perfecta para el laird del castillo, algo que no piensa cumplir ya que la reputación del que podría ser su futuro marido no es muy respetable por todas las historias que rondan a su alrededor. No obstante, su forma de ser ante él hará que destaque entre las otras muchachas por lo que tras algunos hechos acaecidos acabará unida de por vida a Alasdair Penhallow, el último hombre con el que soñaría casarse.

Alasdair Penhallow , laird del Castillo de Tadgh , verá como sus idílicos días de soltería acabarán más pronto que tarde ya que nada más cumplir treinta y cinco años conocerá la existencia de un antiguo decreto donde lo sentencia a contraer matrimonio si no quiere morir de la forma más cruel y dolorosa posible. Así, un día estará disfrutando de fiestas y mujeres para estar al siguiente reuniendo a todas las jóvenes en edad casadera de Escocia, ya que de entre las cuatro que acudirán solo una será la elegida. Su intención es elegir a la más dócil y sumisa, no quiere casarse para tener problemas pues en el fondo solo se trata de un matrimonio de conveniencia, sin embargo, la que más lo intriga y atrae es todo lo contrario, una dama respondona y con carácter que lo lleva al límite y que la hace irresistible a sus ojos, Fiona Douglass, la candidata menos adecuada para sus tan bien pensados planes.

Así, Fiona y Alasdair se conocerán y se odiarán desde el principio, o eso pensarán ellos ya que en el fondo una atracción ha surgido entre ambos que los descolocará, pero como el destino es caprichoso un fatídico accidente hará que solo Fiona siga en la lista de posibles esposas, llevándolos a casarse si no quieren perecer por culpa del dichoso decreto de las leyes del clan. Poco a poco, cada uno irá acostumbrándose al matrimonio y, aunque al principio entre ellos será todo frío y cordial, con el paso de los días las cosas irán cambiando, o más bien serán ellos los que empiecen a actuar de forma distinta pues una posible amistad se formará entre ambos y una pasión que desconocían hará acto de presencia llevándolos a vivir las mejores noches de sus vidas donde se amarán sin palabras. Sin embargo, no todo será perfecto, Fiona hace tiempo entregó su corazón y se lo devolvieron completamente herido por lo que tiene miedo a que algo parecido le ocurra otra vez ya que siente que Alasdair no se está entregando por completo a ella, el joven laird oculta viejos fantasmas que le impiden abrirse a la joven y eso puede ser el principio de un inesperado final.

vuelve a enamorarnos con una magistral obra de la saga Dinastía Penhallow , una continuación que ha sabido estar a la altura de su predecesora y donde podremos deleitarnos una vez más con su exquisita pluma llena de frescura, dinamismo y sencillez que nos hará devorar la lectura sin apenas darnos cuenta. En esta ocasión viajaremos hasta las tierras altas de Escocia para dejarnos seducir por sus paisajes y por el principal responsable de esta historia, Alasdair Penhallow. Él, a diferencia de su primo inglés Gabriel, no tiene prisa por casarse, la línea sucesora no le preocupa por el momento pues prefiere centrarse más en su diversión que en su deber, pero cuando se vea obligado a contraer nupcias, deberá ser responsable y actuar como el laird del Castillo de Tadgh, pues ni loco dejaría sus propiedades en manos de su primo Gabriel o del siguiente en la línea de sucesión, Hugo, ya que no son dignos por sus raíces inglesas. Asimismo, descubriremos que Alasdair no es como todos creen, perder a su familia cuando era joven lo ha marcado de tal modo que rodeó su corazón con una barrera protectora para que nadie más pudiera hacerle daño, solo su tío Duff sabe cómo es en realidad y por eso no se ha separado jamás de él, es su guardián y su compañero de juergas. Del mismo modo, ambos encontrarán la horma de su zapato en Fiona e Isobel pues una vez que conozcan a las damas sus vidas ya no volverán a ser las mismas. Fiona nos enseñará que con predisposición y coraje todo se puede conseguir. Poco a poco irá olvidando al que creyó el amor de su vida, su corazón está despertando gracias a Alasdair y sentimientos y emociones que jamás imaginó están surgiendo hacia su esposo, llevándola a ver y descubrir su verdadero yo, ese que mantenía oculto incluso a sus propios ojos. Igualmente, estar acompañada de su prima Isobel la hará apreciar más a su familia, pues esta será una gran ayuda y aliada, la principal responsable de que comprenda que Alasdair es el amor de su vida. Tanto Duff como Isobel serán los perfectos secundarios que toda historia puede desear, aliados en todo momento que sabrán ganarse el cariño de los lectores y quienes contarán con su propia historia, un romance muy tierno que me ha maravillado. Sin embargo, la historia a destacar aquí es la de Alasdair y Fiona, una relación unida por obligación y conveniencia que irá pasando desde la frialdad y el respeto a una pasión arrolladora que cautivará sus corazones instándolos a descubrir un amor para toda la vida, aunque para poder disfrutarlo plenamente ambos deberán poner de su lado y aclarar todos los malentendidos que aparecerán por el camino y que se empeñan en separarlos. En definitiva, os animo a disfrutar de esta novela que se puede leer de forma independiente de la anterior, pero os advierto que una vez conozcáis a los Penhallow no podréis decirle que no a sus bellas historias de amor.

Sí, quiero, milord de es la historia de dos corazones solitarios que llevan tiempo sin sentirse amados, una historia de nuevas oportunidades donde dos personas opuestas se atraerán desde el principio sin ellos imaginarlo, un amor que crecerá poco a poco hasta convertirse en uno para toda la vida.

· Gracias a Vergara por el ejemplar ·