Olaia padece fibrosis quística, una enfermedad que está acabando con su vida. Tras un bache con la justicia, se enfrenta a un forzado arresto en el Centro de Estudios Clínicos, donde entra a formar parte del estudio de un medicamento que podría curarla. Ahí conocerá a otros pacientes con diversas patologías que también están siendo sometidos a tratamientos experimentales; entre ellos se encuentra Lucas, un joven fotógrafo con un doloroso tumor inoperable. Ambos sienten que están desperdiciando sus vidas con un futuro incierto, y deciden huir del centro para vivir locamente el tiempo que les quede. Una lista de deseos por cumplir, un par de billetes y una mochila es lo único que tendrán. Pero sus vidas darán un giro inesperado cuando descubran que los médicos no han sido del todo sinceros.Debo admitir que quizá no hubiese conocido nunca esta novela de no ser porque la propia autora se puso en contacto conmigo para que la leyera y la verdad es que, al leer la sinopsis, no dudé ni un segundo en aceptar la colaboración. Fue mi última lectura del año 2015 y no podía haber acertado más *-*
Una historia que muestra la realidad de los pacientes crónicos frente a la dificultad para beneficiarse de los nuevos tratamientos. "Solo respira", revela los hechos con la visión en primera persona de los dos protagonistas, presentando a la señora Fibrosis Quística, la gran desconocida.
La novela se nos presenta narrada en primera persona desde la perspectiva de nuestros dos protagonistas: Olaia, una chica de 23 años que padece fibrosis quística; y Lucas, un chico de 28 años que padece un tumor cerebral inoperable.
Olaia permanecerá ingresada en el Centro de Estudios Clínicos una temporada cumpliendo su condena a seis meses de arresto domiciliario y se someterá a un estudio clínico experimental que puede salvarle la vida a ella y a muchos como ella. Allí conocerá a sus compañeros y al personal a cargo del estudio. Durante su estancia conoce a Lucas, un chico bastante retraído y raro que lleva dos meses en el CEC.
Debo destacar la personalidad de Olaia y de Lucas y su capacidad de crítica y autocrítica. Ambos cuentan, en numerosas ocasiones, con un humor bastante retorcido y cruel a pesar de sus respectivas enfermedades pero que a mi me ha encantado y me ha hecho reír en innumerables ocasiones. Además, me ha gustado mucho la forma tan natural y creíble con la que la autora ha llevado la relación de amistad y amor de ambos. Me ha parecido una relación muy bonita, entrañable y hasta graciosa y me ha encantado ver cómo se compenetran dos personas tan opuestas entre sí pero unidas por una enfermedad :')
Esto no quita, obviamente, que se trate de una novela dura y muy realista, pues en muchas ocasiones me ha hecho ponerme en la piel de los personajes para intentar sentir lo que ellos sienten día a día, en su lucha por salir adelante.
Pero el tema de las enfermedades crónicas no es el único que toca la autora, sino que la novela también tiene parte de crítica social al hablarnos de patentes, ayudas y subvenciones. A mi este tema me ha cabreado bastante mientras leía porque en más de una ocasión he podido ver en la televisión cómo el gobierno o las farmacéuticas no aprobaban una ayuda o una patente sanitaria porque no les salía rentable, económicamente hablando. ¿Desde cuándo la vida de una persona se ha valorado económicamente? ¿Por qué se empeñan en convertir a los pacientes en simples cifras? ¿Hasta dónde estamos llegando? Buah, es que este tema me da rabia porque es tan real que da miedo... miedo de pensar que la vida de un amigo o familiar dependa de un puñado de euros y parece mentira que sean otras personas las que decidan si alguien tiene o no derecho a mejorar su calidad de vida. ¿La salud también se paga? Bueno...este es un tema que daría para muchas horas de debate, así que mejor lo aparcamos y sigo con la reseña.
Ya tuve el gusto de conocer la pluma de la autora en su primera novela (Dame alas para soñar), así que me hacía una idea de lo que encontraría, pero os aseguro que escribe de una forma tan sencilla y ágil que las páginas vuelan. Además, los capítulos son muy cortos, por lo que es difícil parar de leer. El ritmo es bastante constante, no hay muchos giros argumentales y sobra decir que en esta novela los sentimientos están muy presentes por la temática tratada, pero creo que es en las últimas cincuenta páginas donde se condensan todos esos sentimientos y, para mi, esas últimas páginas fueron las mejores de toda la novela.
El final logró sorprenderme, pues a unas pocas páginas del final la autora mete un importante giro que yo no esperaba para nada pero que me gustó mucho y logró emocionarme. Asimismo, debo decir que el epílogo es intenso, emotivo y considero que puso el broche de oro a la novela.
Conclusión: Solo respira no sólo nos cuenta la historia de dos personas enfermas, sino que nos enseña muchas cosas y nos acerca a esas enfermedades tan poco conocidas pero tan presentes en el día a día de las personas que la padecen. Es una novela que nos hace meternos en la piel de estas personas y nos habla de la esperanza, de la superación, de la lucha y las ganas de vivir, así como de las dificultades y obstáculos que se les presentan en su lucha. Os recomiendo mucho esta novela si, como a mi, os gusta aprender algo nuevo mientras leéis.
~ Gracias a la autora por el envío del ejemplar ~
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¡Nos leemos en la próxima entrada!
¡Un saludo!