Un viaje sorprendente en busca del autoconocimiento y el amor verdadero, por la autora del best seller internacional Si decido quedarme.
Cuando la seria y superresponsable Allyson encuentra por primera vez a Willem, un actor holandés de lo más informal, en el montaje de Noche de epifanía, entre los dos surge una chispa. De modo que, cuando el destino los reúne de nuevo, Allyson toma una decisión impulsiva y se arriesga a seguir a Willem a París. Tras solo un día juntos, la chispa se ha convertido en llama... hasta que Allyson despierta para descubrir que el hombre a quien tanto ama se ha marchado sin dejar rastro. El cambio radical que sufre su vida en un solo día se convierte en un año de autodescubrimiento. Allyson se embarca en un viaje para liberarse de una existencia llena de límites y descubrir sus verdaderas pasiones, e incluso el verdadero amor.
Gracias a Ediciones B por el ejemplar.
¡Hola, gente! ¿Cómo están?
Otra vez reseña atrasada, así que este finde, aunque sea el día de la madre, voy a intentar ponerme al día. O algo. O espero. O sí o no o no sé. Lo único que sé es que quiero que se termine la facultad YA.
Pero me alegra poder traerles la reseña de un libro que me gustó tanto tanto taaaaaanto. En serio, es hermoso. Y acá abajo les explico por qué.
Voy a empezar diciendo que me encantó. Así, corto, seco. Me enamoré de la forma de narrar de Gayle Forman, de la cual aún no había leído nada, la cual es muy fluida, muy dulce. Una se siente Allyson, descubridora de un mundo nuevo e independiente en el cual sos invencible, inmortal. Te enamorás de la historia aunque no quieras, disfrutás cada momento como si vos fueras a Inglaterra, a Francia, a Holanda. No sólo la protagonista se descubre, sino que incita a un viaje interior que cada uno debería hacer en cierto momento de su vida.
Pero ¿y si Shakespeare -y Hamlet- se estaban haciendo la pregunta equivocada? ¿Y si la verdadera cuestión no es ser, sino cómo ser?
La de Allyson -Lulu- y Willem es una relación cursi y arriesgada que enamora. Es taaan linda y cliché (en el mejor sentido de la palabra), y ellos son taaan lindos y cliché, y todo es taaan lindo y cliché (o casi). Ellos dos me enamoraron tanto individualmente como juntos, porque como personajes me parecieron muy relatables, pero la palabra en inglés, porque no encuentro la palabra indicada en español. Identificables, quizás, pero tampoco. Te caen bien, te divierten, siempre querés saber un poco más. Me hicieron disfrutar como si yo también estuviera con ellos (?)
-Hay un mundo de diferencia, Lulu, entre enamorarse y estar enamorado.
Me gustó muchísimo cómo la autora describió las ciudades, con tanto detalle y haciendo uso de los sentidos gracias a sonidos, olores, imágenes específicas más que a una simple descripción literaria. Las partes descriptivas son geniales, y creo que la autora, aún sin haber leído su segunda parte o su otra bilogía, tiene un gran talento para ello.
Casi no he sacado ninguna foto en todo el viaje. Melanie se burlaba de mí por eso, y yo siempre le decía que prefería vivir algo, a grabarlo obsesivamente.
Cuando hablé de los clichés me refería a esos preciosos momentos a los que quizás una ya está acostumbrada y en algunos libros pueden parecer hasta sobradores, pero que en este caso son divinos. Por ejemplo, me encantó que el romance sea tan francés (o al menos que sea fiel al imaginario colectivo que todos tenemos de Francia y París). Es delicado y sutil, dulce hasta la médula pero de una manera no convencional, y cuando lo leés probablemente te enamorás enseguida.
Tengo la sensación de que aquí abajo la ciudad cuenta sus secretos, solo para aquellos que cree que la escuchan.
Voy a contar una infidencia (?) y es que la verdad no le tenía fe; no soy de leer este tipo de novelas, romanticonas y centrada en un amorío, así que cuando me llegó por sorpresa junto a su continuación gracias a la editorial no estaba muy entusiasmada que digamos... empecé a leerlo con muy pocas expectativas, por más que Gayle Forman me llamaba mucho la atención, y me terminó encantando. Como dice Dee, un personaje amorosísimo del libro, "otra que sacó conclusiones adelantadas". Sí, ahora Dee me estaría insultando.
Entonces me doy cuenta de que no basta con conocer el nombre de alguien.
Tienes que saber quién es.
Algo que resalto es el crecimiento de Allyson a lo largo de todo el libro; al principio comenzó estando bajo el ala de su madre, que la pasaba por encima por sobreprotegerla de forma desmedida. Más tarde cambió para ser Lulu estando en París, la que era diferente y se animaba a todo. Después empezó a madurar convirtiéndose en una Allyson 2.0. Creo que es una novela de autodescubriemiento y de autosuperación que puede hacernos acordar mucho a nuestra situación personal: cómo pasamos de ser adolescentes sobreprotegidos (y con razón) a ser personas que toman por primera vez un transporte público por sí mismos o que experimentan un gran cambio cuando entran a la facultad. Y Allyson es el mayor ejemplo de la idea de autosuperarse lo más que se pueda.
Y entonces es cuando comprendo que me ha manchado. No importa si todavía estoy enamorada de él, no importa si él estuvo alguna vez enamorado de mí, y no importa quién esté enamorado ahora, Willem cambió mi vida. Me enseñó a perderme, y entonces me mostró cómo encontrarme.
Me gustó también que retatara la vida universitaria y la amistosa (como, por ejemplo, su relación con Mel o con Dee), porque son cosas que realmente pasan. No todo es color de rosa y hay amigos que no duran para siempre, u otros que sí lo hacen, porque la gente cambia y el contexto en el que se desenvuelven también. Es algo que los padres como los de Allyson tendrían que empezar a ver para, entonces, poder comprender a sus hijos un poco más.
Él se queda allí parado, su cuerpo ocupando toda la puerta, mirándome como si yo fuera un fantasma, que supongo que lo soy. Pero si él sabe algo sobre Shakespeare, es que los fantasmas siempre llegan por sorpresa.
¿Ustedes lo leyeron? Sinceramente no leí muchas reseñas sobre el tema. ¿Qué les pareció? ¡Quiero saber más opiniones!