Alina Starkov no espera mucho de la vida. Se quedó huérfana después de la guerra y lo único que tiene en el mundo es a su amigo Mal. A raíz de un ataque que recibe Mal al entrar en La Sombra, una oscuridad antinatural repleta de monstruos que ha aislado el país, Alina revela un poder latente que ni ella misma sabía que tenía. Tras ese episodio, Alina es conducida a la fuerza hasta la corte real para ser entrenada como un miembro de los Grisha, un grupo de magos de élite comandado por un individuo misterioso que se hace llamar El Oscuro.
Primera lectura del año. Ya era hora de leer esta novela, ¿no? Después de tanto tiempo, me animé a leerla gracias a mi tocaya, que organizamos algo así como una lectura conjunta (y digo "algo así" porque ella es muy rápida leyendo, o yo demasiado lenta, así que me quedo atrás enseguida xD) y bueno..., en general, ha sido bastante introductoria para mi gusto, aunque en cierto modo lo esperaba al tratarse de un inicio de trilogía pero, a pesar de ello, su final me ha dejado con ganas de leer pronto «Asedio y tormenta». Pero mejor empecemos por el principio, que no me quiero dejar nada en el tintero 😇
La novela se nos presenta narrada en primera persona desde el punto de vista de Alina, nuestra protagonista. Al principio de la novela, Alina y su amigo, Mal, que entonces tienen unos ocho años, viven en un orfanato desde que terminó la guerra, hasta que un día llegan los Grisha para llevárselos. Los Grisha practican la magia y mantienen a salvo el país. En la escuela, si son elegidos, los enseñan a utilizar su magia y su poder. Los lidera el Oscuro, el segundo hombre más poderoso de Ravka, quien no tarda en descubrir el enorme talento y potencial de Alina, algo que ella misma desconocía, y no duda en convertirla en su más preciada aliada. ¿Pero qué intenciones tiene el Oscuro? ¿Está siendo del todo sincero? 😯Los personajes secundarios no son muy numerosos, por lo que no tuve ningún problema en diferenciarlos. Destacaría a Genya (al servicio del Rey, es capaz de cambiar el aspecto de las personas), Zoya (gran luchadora), Baghra (anciana profesora que ayuda, y mucho, a Alina) y el Apparat (consejero espiritual). A grandes rasgos, los personajes están bien trabajados, aunque he echado en falta conocerles más, saber más de ellos, pero supongo que esto es normal al ser la primera parte de una trilogía, así que imagino que en próximas entregas los personajes serán más redondos. «El problema de querer es que nos hace débiles».
La trama, por su parte, y como comentaba al principio, me pareció un tanto introductoria y predecible. Para mí, que tenía las expectativas por las nubes por las numerosas y buenísimas opiniones que venía leyendo desde hace años, ha sido una novela más dentro del género. No me ha parecido tan espectacular como a otros lectores ni creo que aporte nada nuevo, aunque obviamente respeto opiniones y gustos, y es que cumple el mismo esquema que cualquier otra novela de fantasía. Pero engancha, y mucho 😂
«A veces me descubría buscándote, sin ninguna razón, solo por hábito, porque había visto algo que quería contarte, o porque quería oír tu voz. Y entonces me daba cuenta de que ya no estabas ahí, y cada vez, absolutamente cada vez, era como quedarme sin aliento».
Sabéis que suelo tocar poco este género y reconozco que cuando me apetece, suelo tirar de novelas conocidas con clichés y sencillas, así que mentiría si dijera que no la he disfrutado. Simplemente me ha gustado menos que al resto solo por la idea preconcebida que tenía de la novela, aunque a su favor diré que hay un par de giros que me pillaron desprevenida y me gustaron muchísimo; me animaron y me dieron más ganas de seguir leyendo.
Si hay algo que me gustaría destacar sería la ambientación, que está basada o inspirada en Rusia y es uno de los aspectos que más me han gustado de «Sombra y hueso», aunque al principio me costó un poco adentrarme en ella, e incluso me costaba diferenciar las distintas órdenes o jerarquías de los Grisha por sus nombres, pero gracias a las descripciones y numerosos detalles que aporta la autora hacen que la novela sea muy visual y amena, así que entre eso y el mapa que tenemos al principio, lo cierto es que no tiene pérdida pasados los primeros capítulos.
Hay romance, pero no tiene demasiada relevancia. La tiene, obviamente, pero al menos no es una de esas novelas en las que se le da más importancia a los intereses amorosos de los personajes que a la trama en sí, algo que, sin duda alguna, me ha gustado y he agradecido.
La pluma de la autora me gustó y convenció a partes iguales. Leigh Bardugo tiene un estilo directo, juvenil, descriptivo y algo alejado de lo sencillo que hace que, aunque la trama no se caracterice por tener grandes dosis de acción, enganche y se tenga interés por seguir leyendo. Sabe mantener la intriga y la tensión, sabe cuándo sorprender con sus sorpresas y descubrimientos y lo más importante: el más mínimo giro de los acontecimientos puede cambiar nuestra percepción de cualquier personaje. Aunque los capítulos fuesen largos, se me hicieron muy amenos, quizá por ese factor tensión e incertidumbre por lo que podría pasar a continuación. Y entre unas cosas y otras, el ritmo de lectura fue bastante ágil y en ningún momento me aburrí leyendo ni la trama se me hizo pesada. Y ya, para terminar, comentaros que el final fue... impresionante. Sin más. Los últimos capítulos ganaron bastante en intensidad y acción y fue un no parar, y aunque es cierto que el final me lo esperaba y se ve venir de lejos, me dejó bastante expectante. En definitiva, he disfrutado bastante la novela, aunque no tanto como esperaba y el final, aunque abierto y predecible, me deja con muchas ganas de seguir con «Asedio y tormenta», su segunda parte.3/5Y vosotros, ¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla?Contadme :)¡Nos leemos en la próxima entrada!