Un enemigo común, una causa común.1. Hija de humo y hueso | 2. Días de sangre y resplandor | 3. Sueños de dioses y monstruos
Karou y Akiva ya saben que están vivos... pero Karou aún no está preparada para perdonar.
Y ahora, mediante un terrible engaño, Karou ha tomado el control sobre la rebelión quimérica y el futuro de su raza depende de ella, si es que aún queda futuro para las quimeras en Eretz, una tierra devastada por la guerra.
Cuando el brutal ejército de serafines de Jael penetra en el mundo humano, lo impensable se convierte en esencial: Karou y Akiva tendrán que unir sus ejércitos para luchar contra un enemigo común.
Pero sobre Eretz se ciernen mayores amenazas que Jael. Una cruel reina va a la caza de Akiva y en los cielos está ocurriendo algo. Gigantescas manchas se extienden como moratones de un lado a otro del horizonte. ¿Qué clase de poder puede herir el cielo?
Desde las calles de Roma hasta las cuevas de los Kirins, humanos, quimeras y serafines lucharán, amarán y morirán en un teatro épico que trascenderá el bien y el mal, la amistad y el odio.
Y, más allá de las fronteras del espacio y el tiempo, ¿qué sueñan dioses y monstruos? ¿Y acaso alguna otra cosa importa?
OPINIÓN: Por los Dioses Estrella. Soy un manojo de sentimientos. Estoy entre la felicidad de haber leído algo realmente bueno y la tristeza de que haya terminado. Simplemente no sé si reír o llorar, sonreír o suspirar. Sueños de dioses y monstruos ha sido una lectura fenomenal, un libro juvenil de los buenos, narrado exquisitamente y con una historia con una fuerza monumental. Total y absolutamente recomendado, toda la trilogía.
Una de las razones por las que sé que ha sido de mis mejores lecturas, es que al terminarlo, tenía los nervios de punta, pero no solo porque durante todo el libro se tiene esa sensación, sino porque sentía cómo, mientras llegaba a la última página y luego a la última palabra, alguien o en este caso algo muy querido se alejaba de mi, se terminaba. Como bien dicen, sabes que ha sido una buena lectura cuando al terminarlo, sientes como pierdes a un buen amigo. Así me ha sucedido con este libro, al terminar comenzó la satisfacción, dio paso al entendimiento, luego a la preocupación y finalmente a la añoranza. En tan solo horas, ya quería volver a estos mundos creados por Laini Taylor, y ahorita que escribo la reseña, sigo sin aceptar que se haya terminado. En mi sigue la esperanza de que habrá algo más, un cuarto libro, un spin off, lo que sea, pero más de Eretz, más de serafines, quimeras y humanos. Pero probablemente o seguramente no, así que por el momento, solo queda seguir disfrutando del excelente buen sabor de boca que provoca esta tercera y última parte, la cual vuelve a realzar el nombre de la autora y demuestra que no es cierto que las trilogías o sagas empeoran entre más se avanza en la saga, o que no todos son buenos, porque en este caso Laino Taylor demostró talento desde el principio y hasta el final, Hija de humo y hueso dio paso a un mundo asombroso que no deja de maravillar ni en la última página.
Algo que noté más potente en este libro, es la narrativa de Taylor, tan bella y llena de sentimientos, no importa la situación que esté narrando, logra sentir especial al lector como si fuera parte de la historia y fuera una parte sumamente importante, ya no es los personajes Y el lector, es un todo entre lectura y lector. Sentía que podía tocar y ver aquellos escenarios tan bien descritos, oler lo que olían los personajes y distinguir a los participantes de esta temible guerra como si fueran conocidos de toda la vida. La cercanía que provoca la autora entre el lector y lo que se narra, que son los sucesos y los personajes, es sorprendente, logra hacerte parte de lo que se lee, algo fundamental en los libros de fantasía.
Por otra parte, podría pensarse erróneamente, como yo lo pensé, que un libro de este tamaño no se puede leer en poco tiempo ya sea porque no se disfruta igual o simplemente porque es grande, pero no es así, cuando comienzas no piensas en otra cosa más que querer saber más, conocer los secretos más profundamente guardados, el pasado y lo que les depara a los personajes, querer hacer algo, un cambio, como el que quieren los protagonistas. Es fantástico cómo empiezan a suceder las cosas y cómo todo fluye cual rio, encontrando partes más difíciles de transitar, pero siempre con un destino, el destino de los personajes. Hay luchas, gritos, miedo, sustos, preocupación y pena, pero también alegrías, días soleados, relaciones perfectas y sobre todo, esperanza. Tiene una historia oscura y a la vez luminosa, algo difícil de lograr, en mi opinión, porque algunos libros, al terminarlos, sabes que durante toda la lectura tuvieron un toque oscuro, pero no muchos tiene un toque oscuro y luminoso a la vez, menos si están en los momentos adecuados, algo que por supuesto, se logró con Sueños de dioses y monstruos.
Es un libro hermoso tanto por fuera como por dentro.
Algo que me gusta en los libros de fantasía es la magia, si la hay genial, pero si la hay en una cantidad buena, perfección pura. Aquí, vemos más magia que en los libros anteriores, ya no solo los deseos fabricados por Brimston o los talentos del mismo y de Karou, sino también una parte de Akiva que ya veníamos conociendo y que aquí se explota al completo, así como todo lo que esconde Eretz y los serafines stelian, de los cuales no se había tratado mucho hasta este tercer libro, ¡y vaya importancia que tienen! Se les rescató de las profundidades (no literalmente, ni de cerca) y tienen una participación fundamental, más de lo que se podría creer en los libros anteriores. Es un toque excelente en el libro, un toque especial de magia y revelaciones que no hicieron más que mejorar la lectura, es fantástico y maravilloso lo que Laini Taylor logró crear con este universo, mundos, seres, personalidades y una magia latente, indiscutiblemente, me dejó satisfecho.
Yo, puedo hablar del libro hasta por los codos, pero no debo, más que nada para que inmediatamente tomen su dinero y vayan a comprar los libros, si ya los tienen, que los lean y si solo les falta leer este, ¡leanlo! No se arrepentirán, ni los unos ni los otros. En principio, me arrepentí de no haberlo leído en cuanto lo tuve en mis manos, pero ahora de cierta manera me alegro, porque un tiempo, desde que lo conseguí y no lo leía, sabía que había una buena lectura en mi librero, porque tenía Sueños de dioses y monstruos, así que ahora que lo he leído, no solo disfruté mientras lo leí, sino también mientras lo tuve, algo que probablemente les suceda a otros, es por eso que no me arrepiento de haberlo leído ya, pero sé que si hubiera esperado más no me habría molestado, de cualquier manera, estoy feliz de ya conocer todo lo que faltaba por conocer, aunque eso sí, estoy seguro de que estarán de acuerdo conmigo quienes ya lo hayan leído, de que la autora sigue teniendo bastante material para más sobre toda su creación, no solo con relación a Karou y Akiva (aunque también) sino otra cosa que conocemos un poco aquí, lo suficiente para imaginarnos el resto, sin embargo, opino que si Laini Taylor se decidiera, pudiera desarrollar esa parte de la historia y seguir creando algo bueno. Como sea, seguimos teniendo la trilogía y el relato corto a nuestro alcance.
En pocas palabras, una lectura fantástica, maravillosa y llena de sentimientos, con una narrativa espectacular y un mundo, o más bien un universo, fascinante. Lectura obligatoria.5/5 Penguin Random House