Título: Sumisión.Autor: Michel Houellebecq (1958), es poeta, ensayista y novelista, "la primera star literaria desde Sartre", según se escribió en la Le Nouvel Observateur. Su primera novela, Ampliación del Campo de Batalla (1994) ganó el Premio Flore y fue muy bien recibida por la crítica española. En Mayo de 1998 recibió el Premio Nacional de las Letras otorgado por el Ministerio de Cultura francés. SU segunda novela, Las Partículas Elementales (Premio Novembre, Premio de los Lectores de Inrockupibles y el mejor libro del año según la revista Lire), fue muy celebrada y polémica, así como Plataforma. Obtuvo el Premio Goncourt con su anterior novela, El Mapa y el Territorio, que se tradujo en treinta y seis países. Las cuatro novelas han sido publicadas en Anagrama, al igual que Lanzarote, El mundo como supermercado, Enemigos Públicos (con Bernard-Henri Lévy), El sentido de la Lucha, La búsqueda de la Felicidad y Renacimiento, reunidos en el tomo Poesía. Houellebecq fue galardonado también con el prestigioso Premio IMPAC (2002), EL Shopenhauer (2004) y, en España, el Leteo (2005).
Editorial:Anagrama. Idioma:Francés.
Traductor:Joan Rimbau.
Sinopsis:Francia en un futuro próximo. A las puertas de las elecciones presidenciales de 2022. Los partidos tradicionales se han hundido en las encuestas y Mohammed Ben Abbes, carismático líder de una nueva formación islamista moderada, derrota con el apoyo de los socialistas y la derecha a la candidata del Frente Nacional en la segunda vuelta. François, un profesor universitario hastiado de la docencia y de su vida sexual, que a sus cuarenta años se había resignado a una vida aburrida pero sosegada, ve como la rápida que sucede a la llegada del nuevo presidente al Elíseo, altera la vida cotidiana de los franceses y le depara a él un inesperado futuro. Los judíos han emigrado a Israel, en las calles las mujeres han cambiado las faldas por conjuntos de blusas largas y pantalones y algunos comercios han cerrado sus puertas o reorientado el negocio. Y la Sorbona es ahora una universidad islámica en la que los profesores conversos gozan de excelentes salarios y tienen derecho a la poligamia. Al igual que Huysmans, el escritor del XIX convertido al catolicismo al que consagró su tesis, François sopesará pronunciar las palabras que le abrirán las puertas de la religión islámica y de una nueva Sumisión: “No hay sino un dios y Mahoma es su profeta”.
Su lectura me ha parecido:atrevida, valiente, inteligente, sublime, acertada, arriesgada, interesante, extraordinariamente reflexiva, actual, impresionante…Hace unos días os pregunté, en la ya conocida y longeva sección de este blog, “El Rincón del Lector” cuál había sido para vosotros el mejor libro/lectura de este 2015 que pronto dejaremos atrás. La respuestas a dicha pregunta no se hicieron de rogar, y la variedad se presentó al instante: El Cumpleaños Secreto, Drácula, A Sangre Fría o La luz que no puedes ver fueron algunas de vuestras respuestas, no obstante, y para seros sincera, me sorprendió no encontrar un título imprescindible, el cual, está apareciendo en todas las listas y rankings de importantes publicaciones en todo el mundo como uno de los libros del año, y que en esta ocasión, recalco, estoy completamente de acuerdo. Desde el corazón de Francia nos llegó a principios de año, coincidiendo con uno de los acontecimientos más trágicos que nos ha dejado este 2015, una novela, una historia, de tan sólo 281 páginas, que ha conseguido revolucionar el panorama no sólo literario, sino que su prosa ha logrado dar el salto al terreno social e incluso político, provocando innumerables y variopintas reacciones al respecto. En este punto, cabría una reflexión al respecto, de cómo un libro puede llegar a traspasar los límites de su marco tradicional para convertirse en un elemento imprescindible para el surgimiento de por ejemplo nuevas ideologías o para la comprensión de un momento determinado de la historia. No obstante, y sin andarnos con más rodeos, es hora de que os presente la reseña de Sumisión: el mayor acontecimiento literario del año 2015.
La historia de cómo Sumisiónllegó a mis manos tal vez sea de las más especiales, y que de seguro, guardaré en mi memoria para siempre. La primera vez que vi la novela fue durante una larga y apacible tarde, mientras ejecutaba mi tradicional paseo por alguna librería del centro de mi ciudad, y para seros sinceros, me llamó la atención desde el minuto uno. Primero fue su sugerente portada y más tarde el interesante y revelador contenido que pude leer en la extensa contraportada, me atrapó, me abdujo, me secuestró de alguna manera, como si acabase de presenciar un momento único e irrepetible, lo que en cierto sentido, así fue. Meses más tarde, durante las vacaciones de verano, mientras ultimaba los últimos preparativos para trasladarnos al pueblo, logré hacerme con un ejemplar prestado de la biblioteca de mi barrio, y como podréis imaginar, la curiosidad y las ganas que tenía de leerlo eran tremendas, una sensación que creía extinta pero que en aquellos instantes retornó con una fuerza arrolladora. Una vez instalada en el pueblo y bajo la sombra de los altos y robustos pinos, en medio de toda aquella naturaleza, inicié ávida su lectura. Recuerdo que me costó muy poco leerlo y que me tuvo enganchada durante esos cuatro o cinco días, con la sensación de que en mis manos sostenía algo grande y que merecía la pena. Fue también por aquel entonces cuando se me encendió la bombilla de la inspiración, por fin, tras darle muchas vueltas al asunto, había encontrado una vía muy interesante para mi inmediato futuro académico, en el cual, Sumisión, iba a estar muy presente. El resultado: una experiencia muy enriquecedora, el descubrimiento de un autor del que posteriormente he ido descubriendo el resto de su literatura y un futuro TFM de investigación histórica que espero que me de muchas alegrías. Después de muchas idas y venidas y tras agotar el límite de préstamos de la biblioteca, al final y por fortuna, Sumisiónhoy forma parte de ese selecto club de libros que con tanto mimo atesoro en mi estantería particular.
En lo que respecta a la critica propiamente dicha, he decidido abordar este apartado, en un intento por simplificar, destacando los puntos que me han llamado la atención, pues, Sumisiónes una novela en la que se abordan muchos temas y de la cual se pueden extraer mil y un interpretaciones. En primer lugar, comenzaré diciendo que Sumisión presenta una lectura ágil, suspicaz, directa, a ratos irónica y que transmite mucha información, este último aspecto a priori podría resultar bastante peyorativo, una novela en la que se expone o se plasma un exceso de información puede hacer que la lectura se torne pesada o insoportable en algunos casos. Sin embargo, en el caso de Sumisión, esa información es la que sustenta al libro en si, y en lugar de disuadir atrae su lectura, pues, el autor parece jugar con el lector en el sentido de que a través de unos ejemplos asequibles y con la atracción que supone el tema principal de la novela como es la posible islamización de Europa, crea una atmósfera totalmente armoniosa a la vez que impactante. Por otro lado, en segundo lugar, es importante destacar que Sumisiónes un texto que puede estar perfectamente sujeto a diferentes lecturas, las cuales pueden partir de diferentes puntos de vista ideológicos, políticos y sociales. Este hecho enriquece más si cabe la lectura de Sumisión, haciendo este texto participe de un momento importante, como el que estamos viviendo en estos momentos, una novela que participa de una vertiginosa corriente que es capaz de sacudir conciencias y de provocar auténticos tsunamis en los círculos de opinión. No obstante, en este sentido soy y seré siempre clara, la última palabra siempre tiene el lector, que es el que tiene que hacerse una idea de la lectura de la novela y formular su propia opinión, algo que en el caso de Sumisiónno escasea para nada. Seguidamente, pienso que Sumisiónes una novela interdisciplinar, en el sentido de que en ella aparecen elementos narrativos que casan muy bien juntos. Sumisión tiene rasgos evidentes de novela política, de novela social, de drama personal e incluso de literatura erótica. Esto es especialmente llamativo teniendo en cuenta que es muy complicado en ocasiones entremezclar diferentes géneros, pero, al igual que sucedió en su momento con Umberto Eco con su inolvidable El nombre de la Rosa, Houellebecq logra salir en este sentido por la puerta grande. Finalmente, debemos reconocerle a Houellebeq la valentía de haber escrito una novela de este calibre, pero sobretodo, de habernos permitido leerla con todo el respeto y reconocimiento del mundo.Llegados a este punto de la reseña, una servidora debería reservar ese último párrafo para la tradicional y pertinente reflexión. No obstante, en esta ocasión, y aprovechando que esta es la última reseña de este convulso año 2015, he optado por ofreceros una doble opinión personal al respecto. En primer lugar, teniendo en cuenta los sangrientos acontecimientos vividos en la capital francesa (Masacre del Charlie Hebdo y los Atentados de París del 13 de Noviembre) y siempre a raíz de lo que se nos plantea en Sumisión, quiero hacer un llamamiento a la calma, al sosiego y a la tolerancia. No debemos caer en generalizaciones ni prejuicios de ningún tipo ni clase, y tampoco caer en el uso de estereotipos generalizados, en su mayoría falsos y fruto de la ignorancia más absoluta. Debemos construir entre todos un mundo en el que convivir y aprender los unos de los otros, sólo así, lograremos apreciar el mundo en toda su extraordinaria variedad cultural para hacer de nosotros mejores personas, mejores seres humanos. Y en segundo lugar, y a riesgo de adentrarme en terreno fangoso, es importante, bajo mi punto de vista detenernos por unos instantes en la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que molesta de Sumisión? Para responderla hay diferentes opciones: ¿Su precisión? ¿Su información? ¿Su directo e irónico tono? ¿Su contenido?...Puede que asi sea, pero debemos ir más allá, intentar llegar hasta el fondo, donde está la verdadera raíz del problema. Es entonces cuando, de pronto, encontramos que lo que de verdad irrita, lo que realmente perturba, lo que en cierto modo asusta es ese halo de pronosticación, pues, no debemos olvidar que Houellebecq proyecta su mirada hacia adelante, hacia un futuro no muy lejano, el del año 2022, para el que sólo quedan 7 años, si señoras y señores 7 años, 7 años en los que puede pasar de todo. Por ello, y retomando un poco el llamamiento que hacía al principio de esta doble reflexión, debemos cuidar y mejorar en todo lo posible como personas y seres humanos, respetando, tolerando y conviviendo en paz todos juntos y sin fisuras. En definitiva, vivir el ahora y para el ahora, Carpe Diem, vivir el momento, ¿y del futuro? ¿Quién sabe lo que sucederá? Nadie es capaz de adivinar el futuro, aunque siempre habrán Houellebecqs que nos inquieten y nos inciten a reflexionar más allá del terreno puramente literario. Sumisión: una historia de cambio, transición, perturbación, islamismo, prejuicios, intolerancia, asimilación, cultura, decepciones, adaptación…Una novela única que despierta las peores pesadillas de todos los líderes occidentales.
Frases o párrafos favoritos:
“Es cierto que hubo muchísimas batallas entre la cristiandad y el islam, luchar siempre ha sido una de las grandes actividades humanas, la guerra es “por naturaleza” como decía Napoleón, pero creo que ha llegado el momento de cerrar un pacto, una alianza con el islam.”
Película/Canción: por el momento y con respecto a esta novela, todavía no hay una voluntad de querer llevar Sumisión al cine o a la pequeña pantalla, aunque sinceramente, sería realmente interesante que se intentara al menos. No obstante, y a falta de ello, he decidido adjuntaros una entrevista que concedió Michel Houellebecq para la tv3 en Cataluña.
¡Un saludo, a seguir leyendo y FELIZ AÑO NUEVO!