Reseña: Tan solo un segundo | Virginia S. McKenzie

Tan solo un segundo |  Virginia S. McKenzie | 352 páginas | Titania
★★★★★

«En tan solo un segundo, el mundo se tiñó de negro y ya nada volvió a ser lo mismo»
Hannah tenía un futuro prometedor en aquello que más amaba: la danza sobre hielo. Una meta por la que había luchado junto a Nicholas, su mejor amigo y compañero, durante los últimos diez años. Hasta que el error de otro le demostró lo efímeros que pueden ser los sueños.
Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse del patinaje artístico, creyó que nunca tendría ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto a darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas.
Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a sus heridas emocionales, porque solo si son capaces de curarlas encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.

Debo ser sincera y confesar que cuando leí la sinopsis del libro, me imaginaba un libro muy distinto, uno un poco más sencillo y hasta un poco genérico. Pero nada que ver, Tan sólo un segundo es una historia sobre el poder del amor, el perdón y sobre todo segundas oportunidades.
El libro nos cuenta la historia de tres personajes quienes se entrelazan por su amor al patinaje sobre hielo: Hanna y Nick quienes solían ser pareja de patinaje artístico hasta que un accidente en carretera destruyó sus sueños; y Misha Egorov, un campeón de patinaje que abandonó su carrera tras una lesión en la rodilla.
Hannah y Nick eran mejores amigos desde la infancia y eran inseparables, pero después del accidente Hannah no se permite volver al hielo sin sentir culpa por lo que le sucedió a Nick. Pero Misha quiere volver al hielo para cumplir el sueño de su difunto hermano y hará hasta lo imposible para que Hannah regrese como su pareja.
El libro cuenta con referencias frikis que te hará identificarte con los personajes y sentirte uno más del grupo de amigos. Solo abundan las referencias de Harry Potter, si esto no es suficiente para convencerte a leerlo, no sé qué lo hará.
La autora tiene una gran forma de girar la historia, no quiero hacer spoilers pero se manejan unos giros muy inesperados que te enganchan en la vida de los personajes y no puedes soltar el libro porque quieres saber en que terminará su historia.  Así mismo te describe muy bien las escenas de patinaje sin tornarlas abrumadoras y logra que te emociones durante sus rutinas.
El romance en es un claro ejemplo de cómo debe manejarse en un libro New Adult, no se siente para nada forzado y era super lindo ver como poco a poco iban enamorándose el uno del otro como si fuera por primera vez. Así mismo, nos muestra como el apoyo de nuestros amigos es uno de los pilares más fuertes para recuperarse y salir de la depresión.
Si hubiera terminado el libro durante el 2017, este pudo haber entrado fácil a mis 5 libros favoritos del año, por el momento, se queda como lo mejor que he leído en el 2018.