Tan solo un segundo || Virginia S. McKenzie
Titania || Abril 2017
352 páginas || Papel y ebook
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Hannah tenía un futuro prometedor en aquello que más amaba: la danza sobre hielo. Una meta por la que había luchado junto a Nicholas, su mejor amigo y compañero, durante los últimos diez años. Hasta que el error de otro le demostró lo efímeros que pueden ser los sueños.
Mikhail hace mucho que olvidó lo que era disfrutar al salir a la pista. Es más, tras la lesión que lo obligó a retirarse del patinaje artístico, creyó que nunca tendría ocasión de recordarlo. Sin embargo, el destino parece dispuesto a darle la oportunidad de volver a competir y, sobre todo, de cumplir una promesa grabada con tinta en su cuerpo. Claro que para ello tendrá que convencer a Hannah de que juntos pueden lograr grandes cosas.
Para ambos, luchar por un nuevo comienzo significará tener que hacer frente a sus heridas emocionales, porque solo si son capaces de curarlas encontrarán la manera de vivir y amar sin fronteras.
Hannah y Nick eran, además de los mejores amigos, pareja de danza sobre hielo. Llevaban años trabajando juntos y eran de las mejores parejas, pero un error hizo que el sueño de ambos se hiciera pedazos, evitando que pudieran volver a patinar juntos. Mikhail, por su parte, siempre había patinado solo, pero tras una lesión que le impidió volver a ponerse los patines, creyó que jamás volvería a pisar el hielo. Hasta que decide hacer lo imposible por conseguir que Hannah sea su pareja y ambos puedan volver a hacer aquello que más aman. Juntos tendrán que luchar por un nuevo comienzo, dejando atrás todo lo que les hizo creer que volver a ser feliz patinando sería imposible, y no será fácil, porque los demonios que persiguen a cada uno de ellos están muy presentes en su día a día. ¿Serán capaces de volver a patinar sin sentirse culpables? ¿Dejará el miedo de paralizarles e impedir que vuelvan a retomar su sueño?
Lucha. Lucha por lo que quieres, en cada cosa que haces y hasta el límite de tus fuerzas, para que cuando todo se desvanezca solo queden sonrisas de satisfacción y no remordimientos.
'Tan solo un segundo' es uno de esos libros que siempre me había llamado la atención, y que, gracias a la pandemia, aunque suene raro decirlo, conseguí en digital porque la editorial decidió ponerlo gratis para nosotros. He tardado en leerlo desde entonces, pero el resultado ha sido el mismo que si lo hubiera leído el año pasado o cuando se publicó, me ha encantado. No soy una experta en patinaje, no entiendo del mismo, técnicamente hablando, pero sí me gusta verlo y me parece un deporte muy bello, tanto sobre hielo, como sobre pista, y aunque tenía miedo de que quizá hubiera cosas que no entendiera, no es problema. Obviamente se habla de ejercicios y pasos que cuesta imaginar si no los conoces, pero eso no ha impedido que haya sentido que veía a Misha y Hannah patinando. Y me ha encantado. Sin embargo, y aunque cuando ayer terminé de leer le puse en Goodreads el 4'5, hoy, pensándolo mejor, recapacitando lo que sentí al acabar el libro, le he bajado un poquito la nota. Me ha gustado muchísimo, pero al terminar no he tenido esa sensación de estar enamorada de la historia como me pasa con otros, con mis mejores lecturas del año.
La historia es una maravilla, de verdad que sí. Los protagonistas deben superar el pasado para vivir el presente y soñar con el futuro, y no es algo fácil cuando pasas por lo que ellos han pasado. Y no solo hablo de Hannah y Mikhail, porque son tres los que nos dan su punto de vista de la historia. Y eso no me lo esperaba, y me ha gustado mucho. Pero precisamente por eso, porque la historia nos la cuentan los tres personajes, me ha faltado que al final, cada uno de ellos tuviera un capítulo para despedirse de nosotros. No es que la historia no se cierre, pero no he sentido que lo hagan los tres y lo he echado de menos. Igual que he echado de menos un epílogo de tiempo después, que tanto me gusta en este tipo de libros. Sí, lo siento, adoro ver cómo siguen los personajes pasado un tiempo, y creo que, sobre todo en romántica, es algo muy necesario. Así que es uno de los peros que le he encontrado a la historia, y el que ha hecho que al final, no tuviera la sensación de estar enamorada del libro. Que me ha encantado sí, pero no es lo mismo. No sé si me estáis entendiendo.Pero quitando eso y, como ya he dicho, el libro de verdad que me ha gustado mucho. Puedo comprender alguna opinión que he visto sobre que tiene mucho drama, porque lo tiene, aunque no es de esos libros en los que está injustificado o a cada instante ocurre algo malo. Pero si me conocéis un poco, que a estas alturas me imagino que es así, sobre todo por alguna de mis últimas lecturas, yo adoro el drama. Soy masoca, me gusta sufrir con los personajes, leer una historia que me emocione hasta el punto de hacerme llorar, sobre todo porque sé que al final los personajes van a conseguir estar bien. Y esta es de esas. Quizá no he llorado como con otros, pero sí me ha emocionado y ha hecho que el corazón se me encoja un poco por lo que pasan los protagonistas. Y que me cabree porque lo que hace alguno de los personajes es lo más horrible que he escuchado en mucho tiempo. Pero también he sentido la esperanza y el alivio de que con ayuda, superar el dolor es posible, y es algo que queda muy claro en esta historia y que creo que es muy importante. A veces sufrimos tanto que nos centramos en ese dolor y dejamos de lado todo lo que nos rodea, incluso a aquellos que solo quieren ayudarnos, o estar ahí para nosotros, y es necesario que seamos capaces de verlos, de aferrarnos a su mano, y dejarles estar, porque es lo que realmente nos ayudará a seguir adelante. Y es una de las cosas más bonitas que tiene este libro, el valor de la amistad, de la familia, de la gente que realmente te quiere y te quiere bien. Porque los personajes secundarios de este libro son maravillosos, al menos los más cercanos al trío protagonista.
La vida no es una película o un libro. A veces, en la realidad, la mejor manera de derrotar al malo no es matándolo o encerrándolo, sino siguiendo adelante, viviendo y consiguiendo ser feliz. A veces, la mejor manera de vencer es condenar a esa persona al olvido, porque si deja de importarte, ya no tiene poder alguno sobre ti.
La manera de escribir de la autora me ha encantado. Sé que hay gente a la que le puede "cansar" este tipo de narración, poética se podría decir, aunque no lo sea, más delicada, con más sentimiento, pero lo dije hace poco en la reseña de 'Como ver nevar al sol', a mí es el tipo de narración que me gusta, que me llega y que quiero leer. Y no, obviamente no hablamos así en el mundo real, o al menos no todo el tiempo, pero bueno, yo tampoco hablo diciendo cuatro veces "puto" en una frase, ni diciendo palabrotas cada dos por tres, y hay narraciones que son así (y gente que habla así, lo sé). El caso, que yo disfruto más de un modo de escribir más delicado y bonito, cargado de sentimientos, y eso es lo que tiene esta historia y la forma de escribir de Virginia, y de verdad que espero que pronto podamos leer algo más suyo, porque creo que de momento solo tiene este libro. Corregidme si me equivoco.
Ambos sabíamos cómo las cosas podían cambiar en un instante. Por eso nuestra promesa no hablaba del mañana, sino del día a día. Porque siempre estaba hecho de incontrables ahora. Y tan solo un segundo podía contener un infinito.