Título: Tarta de almendras con amorAutor: Ángela VallveyEditorial: Suma de LetrasISBN: 9788491290971Páginas: 469Año de publicación: 2017Precio: 16,90€Fiona es una joven, huérfana de madre, que tiene «problemas» con la comida, no solo porque ella es la encargada de llevarla a casa y abastecer a su padre enfermo, sino porque la sección de precocinados ha sido su único salvavidas ante su prematura responsabilidad. Fiona tiene imaginación, pero también es realista, por eso la devora el temor a que los Servicios Sociales descubran la incapacidad de su padre y los separen. La comida basura es su manera de olvidar. No sabe cocinar porque tampoco sabe comer.
Pero Fiona sí sabe amar. O por lo menos lo intenta: ahí está Alberto, el chico del que lleva toda la vida enamorada, que acaba de volver a la ciudad. La pena es que ha empezado a salir con Lylla, la íntima «mejor enemiga» de Fiona.
Toda su vida parece truncada hasta que su tutora del colegio, la señorita Aurora, se empeña en invitarla a comer y le presenta a su tía Mirna, una cocinera a la antigua usanza, bastante chiflada, que le enseña que el principal ingrediente para cocinar postres exquisitos no es el azúcar, sino el amor. Y de eso..., de eso Fiona tiene grandes reservas.
Junto con Fuet, una perrita abandonada, y sus amigos Max y Carmen, Fiona descubrirá nuevas emociones mientras emprende una aventura entre cacerolas que cambiará su vida.
Si bien es cierto que esta novela captó mi atención por tener comida en la portada, esta amena fotografía fue lo que me llevó a leer la sinopsis con lo que realmente captó mi atención y me planteé la lectura. Supongo que porque trata un tema que de una forma u otra siempre me toca de cerca, como son los problemas con la comida. En este caso la protagonista es Fiona, que tiene algo entre el sobrepeso y la obesidad, vive en una constante tensión alimentada por la enfermedad de su padre, un síndrome que le impide ser una persona normal y ocuparse de las necesidades de su hija, desde los doce años Fiona saca adelante a su padre intentando que nadie averigüe su secreto para que las autoridades no intervengan. Además completa el cuadro una situación de constante acoso por parte de una de las niñas desde el colegio. La historia comienza cuando esta se enamora de un joven al que ve fugazmente en el supermercado y recibe un regalo inesperado de la tía de su tutora. Su tutora además ha hecho suyo el deber de averiguar por qué el padre de Fiona no se ha presentado en el colegio en los últimos cinco años y está apunto de averiguar toda la verdad y descubrir a Fiona y padre ante las autoridades, algo que destruiría a su ya mal lograda familia cuando solo queda un año para que pueda hacerse cargo legalmente de la situación. Así que decide participar en un concurso de cocina subiendo vídeos a youtube para desviar la atención.
Como veis, una historia completita.
Un caso que puede ser de lo más clásico: muchas fuentes de preocupación y ansiedad hacen que Fiona coma de forma desproporcionada, al lo que se suma que la falta de figuras adultas en su vida la deja sin ningún tipo de noción alimenticia y se dedica a comer los platos preconizados y congelados del supermercado, llenos de aditivos maliciosos, que la llevan a la obesidad. Y este es un tema que me apetecía encontrar en un relato contemporáneo, puesto que son tantas las afecciones relacionadas con la comida precocinada y manipuladas que no querríais volver a probar un donut en lo que os resta de vida. Y el concepto inicial de la historia es muy interesante: cómo a través de la buena relación con la comida se puede llegar a la auto-aceptación, el autoconocimiento, la esperanza, el amor y la amistad. La novela nos habla desde el punto de vista de Fiona dando como resultado una historia que deja al lector esperando un poco de dinamismo y desarrollo. La falta de dinamismo en unos personajes simples, definidos por escuetas cualidades que no apuntan a ninguna evolución a lo largo del relato. Narración y narradoras son simples, incluso insulsas diría, en compañía de un monologo interno en exceso autocompasivo, auto destructivo, demás de descripciones y escenas repetidas (literalmente) que no dejan de llamar la atención en un relato por lo demás unificado por la simpleza de su estructura. Los diálogos, elemento importante de los relatos contemporáneos, carecen de chispa y son (también literalmente) irreales, irrealizables. Sacan al lector del contexto y rompen el escaso logro de la ambientación, muy lejos de representar una conversación realista. Por otra parte, en un intento de integrar la actualidad con la narración, el texto está plagado de hashtags que, desde mi punto de vista, interrumpen la fluidez del relato y no aportan matices suficiente para justificar su ingente cantidad. La escenificación de la relación entre la protagonista está medianamente bien llevada y consigue finalmente llevar el mensaje al lector. Sin embargo varios detalles como la marca del tiempo y la constatación del esfuerzo necesario no están bien representados. No soy de las que se pone a calcular las fechas y lo plausible de los actos, para eso confío en la decisión del autor y si algo no encaja y no salta a la vista, no le doy importancia pues no afecta al desarrollo verosímil del relato. Pero en este caso era importante acompañar el mensaje de connotaciones de esfuerzo y sacrificio y de dedicación que no están bien reflejados a mi parecer. El hecho de que la protagonista se vea acosada por tantos focos de drama, enfermedad acoso rechazo social duelo y enamoramiento frustrado, seguro que me olvido de algún detalle, hace que el lector lejos de percibir la crudeza del drama, se insensibilice ante tanto foco de atención. No aporta nada y hace de la trama un conjunto de sucesos un tanto inconexos e insulsos y tampoco resulta realista. Cualquiera se habría dado a los excesos ante semejante acumulación de contratiempos vitales irresolubles a priori. En fin, una novela con una noble e importante intención llevada de forma poco adecuacuada para la transmisión de su mensaje, que no consigue atrapar al lector ni llevarlo ante una dramática situación. Al menos es una novela que se lee rápidamente gracias a su simplicidad.