Te daría el mundo (I'll give you the sun) | Jandy Nelson | Alfaguara | 2015 | 9788420418605 | 416 páginas | 16,95€
Noah y Jude son inseparables, dos hermanos absolutamente diferentes que se enfrentan al mundo juntos, complementándose. Con trece años, el solitario Noah dibuja sin parar, es un genio del arte y se ha enamorado en secreto de su carismático vecino. Con trece años, la atrevida Jude se lanza desde altísimos acantilados para experimentar el subidón de adrenalina, lleva pintalabios muy llamativos y habla por los codos. Pero tres años después, Jude y Noah casi no se hablan. Algo ha ocurrido entre ellos que ha roto a los mellizos de formas diferentes y dramáticas… Hasta que un día la vida de Jude cambia cuando conoce a un chico guapo, frágil y arrogante… y a alguien más, una nueva fuerza aún más impredecible, y ligada a su pasado de forma inevitable.
Hace tanto que no hago una reseña que creo que ya he olvidado como se hacen, y es que no estoy teniendo mucho tiempo para leer ni para nada, así que estoy deseando que llegue el verano. Pero bueno, he terminado este maravilloso libro y la verdad es que lo he disfrutado muchísimo. Estaba deseando leerlo porque todo el mundo estaba haciendo reseñas estupendas de él y sin duda no me he equivocado al hacerlo.
Te daría el mundo nos cuenta la historia de Noah y Jude. Son dos hermanos mellizos y siempre han estado muy unidos, eran inseparables y se complementan a la perfección. A parte ambos adoran el arte, aunque cada uno a su manera, ya que Noah ama la pintura y Jude la escultura. Pero de un día para otro, ocurre un suceso en sus vidas que hace que estos dos hermanos ya no tengan esa relación, hasta llegar al punto de que casi no se hablan y si lo hacen es porque tienen que vivir bajo el mismo techo, pero siempre lo justo y necesario. Esta historia la conoceremos a través de Noah, que es cuando tenían ambos 13 años (es decir, en el pasado) y de Jude, que es en el presente y tienen 16 años. Noah en su pasado nos contará la historia de su primer amor, de como se enamora de su vecino, nos contará que su mayor sueño es entrar en una escuela de arte y sabremos que clase errores cometen él y su hermana en ciertos momentos. Y Jude nos cuenta como es ahora su vida en la escuela de arte a la cual ella ingresó pero su hermano no, en como la persiguen los fantasmas del pasado, aunque también conocerá a un chico gracias a su nuevo profesor de escultura. Entre el pasado de Noah y el presente de Jude iremos atando todos los cabos sueltos y conociendo a dos personajes absolutamente maravillosos. Me ha maravillado esta historia. Me han conquistado el corazón estos personajes. Me ha encantado la manera de escribir de Jandy Nelson. Ha sido una novela contemporánea realmente innovadora, creativa, llena de metáforas, de momentos de risa, de momentos de lo más tristes y que me ha encantado disfrutar poco a poco. Me ha encantado que el tema principal sea la relación entre la familia, algo que no solemos ver muy profundizado en los libros juveniles, pero que a pesar de ser ese el tema principal, también nos encontramos dos historias de amor muy bonitas, aunque la de Noah con su vecino me ha enamorado y encantado muchísimo más. Nunca había leído un libro cuyo protagonista fuera homosexual y la historia ha ganado mucho por ello, incluso la historia entre ambos me ha parecido mucho más tierna que lo que podría haber sido con una relación heterosexual. Por poner una pega al libro, que es algo personal y no fallo de la historia, es que los capítulos eran larguísimos, no exagero cuando digo que se podía tirar con un mismo personaje contando su historia durante más de 80 páginas y a mi eso personalmente hace que me cueste más concentrarme y leer, pero bueno, es algo individual. Y también me costó al principio conectar con Jude, no lo conseguí hasta pasado ya la mitad del libro, pero al final le cogí mucho cariño, porque no podía ser de otra manera. Sin duda los personajes son el punto fuerte de esta novela, aunque para mi el que más destaca desde el principio en Noah, al cual he querido abrazar muchísimas veces durante la lectura de la novela. Noah es un chico gay, eso él lo tiene muy claro ya a sus 13 años, aunque le da miedo como pueda reaccionar su familia, más que nada por su padre. Es un chico muy tierno, que le encanta la pintura, todo lo que ve lo dibuja en su cabeza y es capaz de trasladarlo rápidamente al papel. Aunque descubriremos que el Noah de 16 años ha cambiado mucho por ciertos motivos. Es que me ha encantado leer un personaje tan real y creíble, ver como la autora ha sabido plasmar todo lo que se le puede pasar por la cabeza a un chico de 13 o 14 años, me ha parecido maravilloso. Aunque es verdad que también ha sabido crear a una Jude estupenda, pero es cierto que me costó conectar más con ella. Jude es una chica muy supersticiosa, le gusta mucho la escultura y el arte, pasión que comparte con su hermano, y aunque antes era una chica que vestía muy llamativa y muy extrovertida, después de cierto momento se encierra en sí misma y cambia totalmente su forma de ser e incluso intenta que no surjan en ella ciertos sentimientos. Hay personajes secundarios imprescindibles, como la madre y el padre de Noah y Jude, Brian y Oscar, Guillermo e incluso los matones del pueblo, todo ellos harán que esta historia sea tan especial.Y encima, para terminar, Jandy Nelson crea el final redondo y perfecto que pedía esta historia. No pude evitar emocionarme al terminarla porque como no he podido leerla rápido por lo liada que he estado, así que me encariñé mucho con la historia y los personajes, y siento que al no haberla devorado he podido conectar más con ellos de lo que suelo conectar normalmente. Si te gustan las historias contemporáneas, emotivas y diferentes, Te daría el mundo es tu libro, ya que es realmente toda una obra de arte.