Autopublicado || Septiembre 2018
322 páginas || Papel y ebook
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La madre de Álvaro y Serena acaba de fallecer, dejándoles huérfanos, recibiendo en herencia el que había sido su hogar familiar, una granja en Ródenas, Teruel. Pero solo podrán heredarla con una condición: convivir en ella durante al menos seis meses.
Los dos hermanos tienen su vida construida en Barcelona. Aun así, deciden emprender esta nueva aventura por motivos bien distintos y encarando la situación de modo muy diferente. Serena, como una oportunidad; Álvaro, como una obligación.
Esta aventura les llevará a conocer a personas encantadoras como Lucía, Diego o la pequeña Andrea, y les pondrá en situación de conocerse mejor a sí mismos, y decidir por qué están dispuestos a luchar.
¿Se convertirá el pequeño pueblo de Ródenas en algo más que una aventura para ellos?
Álvaro y Serena son dos hermanos que viven en Barcelona, con una vida ya hecha y un buen puesto de trabajo que les gusta, pero acaban de perder a su madre y deben afrontar a su última voluntad, que convivan seis meses en la granja de la familia en el pueblo de Ródenas (Teruel), donde ambos pasaron su infancia. Aunque al principio son totalmente reacios, sobre todo él, deciden cumplir el deseo de su madre y se trasladan al pueblo con la idea de vender la granja cuanto antes, pero una vez que están allí se dan cuenta de que no va a ser tan sencillo. Mientras luchan por hacer de su hogar provisional algo que poder vender y sacar provecho, se reencuentran con viejos amigos y algunos nuevos, entre los que se encuentran Lucía, la dueña del bar del pueblo, y Diego y su hija Andrea, que son sus vecinos. Y empezarán a darse cuenta de que quizá no sea tan fácil pasar esos meses en el pueblo y volver después a su vida de siempre, porque ya se sabe, el roce hace el cariño. ¿Serán capaces de seguir fieles a lo que ellos pensaron en el primer momento? ¿O el pueblo les irá cambiando a medida que pasen más y más tiempo allí?
'¡Tenemos una granja!' es de esos libros que quizá, sino hubiera encontrado en una lectura conjunta, no me habría animado a leer. Porque no es muy de mi estilo y aunque cuando los leo suelen gustarme, no son mis primeras opciones cuando tengo que decidir mi próxima lectura. La cuestión es que me apunté, y me alegro de haberlo hecho porque ha sido una historia que me ha gustado mucho, y en la que he podido sentirme un poco identificada en lo que a la pérdida de una madre se refiere. Es cierto que esa es mi única similitud con los hermanos, pero ha sido suficiente para entender lo mal que se sienten y lo perdidos que se encuentran en algunos momentos, porque no es fácil superar algo así (aunque en mi caso yo sigo teniendo a mi padre y ellos no).
Estamos ante un libro que nos cuenta una historia sencilla, quizá algo predecible y que me ha puesto nerviosa en algunos momentos por la actitud de los personajes, pero que se lee con mucha rapidez porque la trama engancha y mucho. Son varias las cosas que suceden que no les ponen el camino fácil a Álvaro y Serena, y obviamente, tenemos relaciones de amor de esas que van poco a poco, en la que parece que a los protagonistas les cuesta afrontar lo que sienten, y que en algunos momentos te dan ganas de gritarles que espabilen y se dejen de tonterías. Pero lógicamente si todo fuera fácil y maravilloso desde el principio no tendríamos historia, y en esta que tenemos dos que suceden de forma paralela aunque sean muy distintas una de otra, yo creo que me quedo con la de Álvaro, aunque le hubiera dado una buena colleja de vez en cuando por cómo actúa. Pero no sé, la de Serena va mucho más lenta todavía y no me ha llegado como la otra, aunque me ha enternecido y gustado mucho también.
Siempre he creído que en los pueblos pequeños existe como una magia que los envuelve y que hace que todo lo que ocurre en ellos se sienta de una manera distinta, como más intensa. Yo me he pasado muchos veranos de mi vida en uno, y siempre creía que lo que allí vivía se intensificaba quizá porque sabía que iba a ser poco tiempo el que iba a pasar y por eso tenía que aprovecharlo. Es un poco lo que le sucede a Álvaro, que sabe que su estancia tiene fecha de caducidad y por ello quiere aprovechar cada minuto, pero tengo que reconocer que en cierto momento me ha parecido, realmente, un cobarde, y he sentido mucha rabia por lo que hace. Pero como he dicho más arriba si las cosas no sucedieran como suceden, no tendríamos historia, y al final, todo tiene su por qué, y su solución, y me ha encantado.
Creo que es obvio que estamos ante un libro que va a tener un final feliz, porque así es siempre en este género, y aunque nos gusten los finales complicados y las historias que no acaban bien para todos, de vez en cuando apetece leer algo que sabes que si lo va a tener, ¿verdad? Y a mi el que nos encontramos aquí me ha parecido perfecto. Aunque es verdad que quizá algunas cosas quedan sin cerrar, o algunos personajes se quedan por ahí sueltos, pero no es realmente importante para la trama en sí, o para la historia que realmente nos importa. La pluma de Ester me ha gustado mucho porque es sencilla, ligera y fresca. Usa un vocabulario normal, tirando a juvenil o coloquial, como queráis llamarlo, y a mí, ese tipo de narración, siempre consigue que me enganche más a la historia y me sea más fácil de leer, y lo agradezco mucho, sobre todo en este tipo de libros.
En resumen, '¡Tenemos una granja!' es un libro con una historia sencilla de dos hermanos que tienen que afrontar juntos una gran pérdida, y que tienen que convivir 6 meses en la casa que les vio crecer y de la que se fueron hace mucho tiempo, demasiado quizá. Tenemos a varios personajes que se reencuentran o encuentran a medida que avanza la historia, que nos darán muy buenos momentos y dos historias de amor muy intensas, de esas que se disfrutan por la lentitud, las idas y venidas, los problemas que van surgiendo y el miedo a afrontar realmente los sentimientos. Pero que al final sabes que tienen que terminar bien porque el género invita a un final feliz para todos. Os lo recomiendo si os gustan las historias ligeras y frescas que se leen en un suspiro y que emocionan y nos hacen disfrutar en todo momento, aunque algunas actitudes no nos convenzan del todo.
Porque a veces tu futuro está donde menos te lo esperas. Simplemente aparece, y te sacude fuerte, de un modo que no puedes evitar, aunque lo intentes.
Gracias a la autora por el ejemplar para la LC.