Título: The bourbon thief
Autora: Tiffany Reisz
Editorial: MIRA
Número de páginas: 384
ISBN: 9780778319429
Precio: 14,5 €
Puntuación: 7,5
Cuando Cooper McQueen se despierta después una noche con una hermosa desconocida, descubre que ha sido robado. Lo único robado—una botella de bourbon de un millon de dólares. La ladrona, una misteriosa mujer llamada Paris, dice que la botella es suya por derecho. Después de todo, la misma etiquetad dice que es propiedad de la familia Maddox que poseía y administraba la destilería Red Thread Bourbon desde los últimos días de la Guerra Civil, hasta que la compañía quebró por motivos que nadie conoce... Nadie excepto Paris. Decidí leer este libro por una reseña muy positiva que leí hace ya tiempo en un blog, aunque no recuerdo cuál. Además, este año tampoco quería dejar de lado las lecturas en inglés y el nivel parecía asequible.
El libro comienza cuando Cooper McQueen pasa la noche con una misteriosa desconocida, y a la mañana siguiente la descubre intentando robar una valiosa botella de bourbon. Esta botella pertenecía a la familia Maddox, una dinastía en principio extinta, y sin embargo Paris -que así se llama la desconocida- asegura que ella es descendiente de esa familia, y que la botella es suya por derecho.
McQueen accede a pasar toda la noche escuchando la historia que Paris tiene que contarle, la historia del final de la familia Maddox, ya que Paris afirma que una vez que haya oído la historia, él mismo le dejará llevarse la botella.
De esta manera, nos transladamos al pasado para conocer a Tamara, la última descendiente y legítima heredera del legado de los Maddox. Se inicia así un relato sobre la historia de esta familia, sus mentiras, sus traiciones y, en definitiva, todos sus trapos sucios. O al menos eso es lo que nos promete la sinopsis.
El caso es que me he sentido un poquito estafada al terminar el libro, porque me he encontrado muchos menos misterios y muchos menos enredos de los que me esperaba. Además, esperaba que la historia se centrara en más miembros de la familia Maddox, aparte de Tamara, y que incluso el libro transcurriera a lo largo de varias generaciones. Pero se nos dan muy pocos detalles de los antepasados de los Maddox, y la historia se centra en ella, sus padres y su abuelo.
Aún así, me hubiera contentado sólo con la historia de Tamara, pero al final tampoco ha habido tantos secretos ni tanta sangre como me habían prometido, o al menos como yo me había imaginado.
Sí, hay bastantes misterios en la historia de los padres de Tamara, de su tío y de su abuelo sobre todo, pero como ya he dicho, esperaba algo más grande.
De hecho, durante la mayor parte del tiempo me he sentido más como si estuviera leyendo una novela rosa que una novela sobre intrigas familiares.
La historia se centra sobre todo en Tamara y Levi, el mozo de cuadras que trabaja para su abuelo, y su historia de amor. También se ven envueltos en secretos y conspiraciones para hacerse con el legado de los Maddox, pero este tema se termina desaprovechando un poco, y al final lo que tenemos durante toda la novela es eso, una historia de amor.
Con esto no quiero decir que no lo haya disfrutado. Tamara y Levi me parecieron dos personajes muy bien desarrollados, que llevan todo el peso de la novela sobre sus hombros y que lo llevan a la perfección. Se complementan maravillosamente bien, la química entre ellos hace el ritmo muy ágil, son personajes arrolladores y con personalidades fuertes y marcadas, nada de clichés.
Además, su historia de amor es fresca, pícara, llena de bromas y de sexo, muuuucho sexo explícito -lo cuál me sorprendió bastante- y no se hace nada pesada.
La pluma de la autora tampoco deja nada que desear, así como el ambiente de la historia, que está llena de bosques, de caballos, de mar.
The bourbon thief es una historia que se disfruta, sí, que tiene todos los elementos para encandilar al lector y que recomiendo. Pero cuando llegué al final no pude evitar llevarme un poco de chasco, porque durante toda la lectura estuve esperando mucha más acción, más secretos y más misterios, y en ese aspecto se quedó un poco escasa.