En el lecho de muerte, María Francisca, miembro de una noble familia de Toledo, clama desesperadamente por sus hijos. La tensión es enorme: nadie de los presentes conocía que la joven hubiera tenido descendencia. Su madre niega sus palabras, pero sus tías no dejarán de preguntarse qué hay de verdad en ellas.Comienza así una apasionante inmersión en la historia de las mujeres Camp de la Cruz, Mariana, Munda y Alejandra, herederas de un hacendado español, y de sus irreconciliables diferencias vitales en la búsqueda de la felicidad. La masonería femenina, la lucha porla igualdad y la tradición frente a la modernidad a finales del siglo XIX y principios del XX son algunos de los temas que jalonan este relato apasionante que no dejará indiferente a ningún lector.
Como ya os he contado, leí hace tiempo una novela juvenil de esta misma autora y me gustó y sorprendió mucho. De ahí que en cuanto vi el libro que hoy os traigo en la biblioteca, no dude en traerlo para casa: a ver si era la autora o había sido el libro lo que era maravilloso. Su preciosa portada y su trama no me hicieron echarme atrás… y aquí os lo traigo. Ya os adelanto que en mi opinión fue la autora la que hizo de ambas novelas libros tan especiales, algo tiene esta mujer.
Inicios del siglo XIX. Maria Francisca, Xisca, se muere joven, gritando algo acerca de sus hijos. Pero… ¿hijos? ¿Cómo y cuándo? Sus tías, Munda y Alejandra, mujeres independientes y bastante de armas tomar, desconocían su existencia
Ya veis que no os cuento mucho en el resumen; lo que pone en la sinopsis y poca cosa, creo que es lo justo y necesario. Estamos ante uno de esos libros conocidos, si no me equivoco, como sagas familiares: nos cuenta la historia de una familia con secretos a punta pala y un rollo turbio entre medias. Vamos, culebrón al canto. Esta función la cumple, desde luego, porque desde la página 1 ya vamos a comenzar a descubrir bastantes puntos extraños que en cuanto se unan darán a conocer la serie de misterios sobre la que se sustenta la familia. Esto hace que la novela enganche desde la primera página; además, no sé si a conciencia, la autora no cuenta nada que no sea necesario, con lo que realmente nunca sabemos demasiado acerca de lo que queremos conocer y seguimos teniendo ganas de leer.
Una de las cosas más atrayentes de este Tiempo de arena son sus personajes. Mujeres todas ellas -los más importantes, entiéndase-, sufragistas, feministas de pura cepa -algunas-… me han encantado. Muchas veces en novelas de este estilo se incluyen a mujeres muy independientes que no tienen ningún problema y esto me resulta poco natural. En este caso, tanto Munda como Alejandra van a tener sus percances por querer luchar por sus derechos, lo que hace la novela mucho más realista y a ellas, como ya he dicho, mucho más atrayentes. Son personajes con evolución, con vida, que no importaría que saliesen del libro porque al final de éste te da la sensación de que las conoces de siempre. Me ha gustado mucho sobre todo la historia de Alejandra, su lucha por conseguir la licenciatura y por supuesto su historia de amor.
La escritura de Inma Chacón vuelve a ser bastante buena, tirando a sobresaliente. Sinceramente no me extraña nada que haya quedado finalista del premio Planeta (no habiendo leído, al menos conscientemente, más libros ganadores del certamen, y por lo tanto desconociendo la calidad), y es que su pluma es deliciosa. Con capítulos cortos y acción ágil, va haciendo que sus descripciones nos sitúen en cada uno de los escenarios de la novela y, además, consiguiendo que perfilemos a los personajes en nuestra mente. Quedó detrás de Javier Moro con su El imperio eres tú, que no sé qué tal será pero si supera a esta novela desde luego que me gustará mucho. Os agradecería mucho que me dijeseis una opinión si lo habéis leído.
Pero… no todo podía ser positivo. Y es que pese a todo esto que os acabo de decir, que es una lectura amena, bien escrita y con unos personajes interesantísimos que hacen que todo sea mucho mejor, le falla algo. No estoy muy segura de que sea esto pero me parece que sí; con esto me refiero a que le falta quizás un poco de alma común, algo que haga que todo lo que suceda sea algo más conexo. Que sí, que al final todo redunda en la búsqueda de los niños y en lo que será conocer a las mujeres que forman la familia, pero es como si estuviésemos leyendo acontecimientos inconexos que no terminan de hilar del todo. Tiene algo que los cohesiona, pero quizás el hecho de tantos ires y venires adelante y atrás en el tiempo hacen que resulte una lectura un tanto… no sé, ¿venida a menos? Creo que esto se debe al hecho de que hay bastantes saltos temporales, empezamos con la muerte de Xisca y volvemos atrás a la llegada de las mujeres a Toledo para luego cambiar... así no nos hacemos al libro.
Así y todo creo que es una novela muy recomendable. Además, aparte de esas cosas buenas que he destacado debo decir que si bien es una lectura bastante realista (dentro de lo que cabe) y por ello con sus cosas alegres, tiene ciertos aspectos muy dramáticos. Desde la vida y obra de (Esclara)munda, hasta el hecho de buscar lo que buscan… digamos que me ha gustado mucho, me ha llegado pese a esa tirantez que encontré. Eso sí, allá por el medio de la novela pasa algo que me ha parecido un tanto ridículo, algo relacionado con Alejandra. Eso no me ha gustado, la verdad, aunque nuevamente es algo bastante realista. En fin, el caso es que salvo eso tiene masonería, feminismo, un poco de historia de España, amor, personajes salaos y resalaos… en mi opinión, Tiempo de arena es una apuesta segura.
Tiempo de arena es una novela entretenida y ágil. Su mayor baza son los personajes, que destacan por su realismo y por su inteligencia, y una trama que pese a tener unos altibajos tremendos es muy interesante. Un libro muy recomendable de una autora a la que merece la pena seguir la pista.