Reseña: Trafalgar ~ La corte de Carlos IV

Trafalgar · Benito Pérez Galdós · Alianza editorial · 165 páginas · 1873La corte de Carlos IV · Benito Pérez Galdós · Alianza editorial ·  224 páginas · 1873 Hace dos años leí por primera vez a don Benito. Y no fue una de sus novelas enteras ni esas gaitas que se gasta la gente normal, sino un fragmento de una de ellas -concretamente Fortunata y Jacinta- que aparecía en mi libro de lengua. Fue un fragmento en el que una de las dos mujeres del título (la menos lista, no sé cuál), sorbía un huevo en un portal, y qué iba a estar haciendo más que sorber ese huevo, o algo así decía. El caso es que servidora se enamoró de las letras de este señor y desde entonces quiere, quería, leer un libro suyo. Y menos mal, eh, menos mal que está Blogger, que a pesar de hacer subir la lista de pendientes a dios sabe dónde también tiene sus cosas buenas, como las lecturas conjuntas que organiza Isi de los Episodios Nacionales.
Digo menos mal y no "por qué me embaucan para meterme en cualquier fregao" porque de no ser así a saber cuándo habría yo leído un libro entero de don Benito. Y porque al fin he dejado de repetir que a mí me gusta, que lo sé yo, y que no, no he leído nunca una novela suya, pero no me hace falta. Bien, dicho esto: sí, Galdós es un escritor de puta madre. Es capaz de diseccionar minuciosamente los acontecimientos de una manera espectacular, de analizar a cada uno de los personajes que aparecen, de hacer que nos riamos, de contar con una voz narradora maravillosa... ay, que me emociono, perdón. Pero es que esto es verdad: tiene una prosa rica en detalles, tanto cuando habla de escenarios como cuando quiere contarnos ciertas menudencias acerca de ciertas personas. Todo esto, claro está, haciendo unos libros que se leen y se digieren en un segundo, y que abordan la historia de España desde una perspectiva original y única.
Pero esto no es todo; los Episodios Nacionales -en particular, los dos primeros de esta primera serie- no se quedan en una novela histórica a secas (podría ser, oye: rica en detalles, con información acerca de la política y de los cotilleos más in del momento... pero sin más. Las hay así). Y esto es gracias a Gabrielillo, su protagonista. Porque este chaval que nos cuenta la historia es más majo que las pesetas, como quien dice (a ver quién me explica a mí por qué las pesetas eran majas xD). Es gracias a él que estas historias se hacen amenas, y que aunque la acción en sí misma -si la hay, porque en La corte de Carlos IV acción poca- no empiece hasta ya entrada la novela, enganchen desde el primer capítulo, donde Gabriel nos cuenta dónde ha derrotado los últimos meses/años.
Ahora toca proceder a hablar de cada libro en particular. Trafalgar es una novela bélica, por decirlo así: narra la batalla del cabo de Trafalgar (si no sabéis qué es eso, cebollos, haced click aquí). Esto hace que ya sepamos a qué atenernos, quién gana, quién pierde, y lo que viene siendo esa pedorreta que se le hizo a España allí. Pero. El toque especial es descubrir, si es que es cierto, qué pensaba la gente que combatió (¿esto está bien dicho? Porque suena fatal, leches), y conocer la perspectiva de un muchacho sin la más remota idea de batallar que, dicho sea de paso, es capaz de ir a cualquier sitio. También es conocer esa "cara de irse a morir aquella tarde" que trae cierta persona, y averiguar quién la trae, que yo no os lo voy a decir. Como comienzo inmejorable; además de que adopta un tono muy profundo a ratos, eso sí, sin perder la comicidad, que parece un aderezo indispensable en todos los libros de la saga.
(Atención, porque a partir de ahora, si no habéis leído Trafalgar y os interesa cero patatero lo que os pueda contar de su 2ª parte, esta parte os puede no gustar. Así que nos vemos en la negrita, enemigos de los spoilers)En La corte de Carlos IV nos encontramos con algo diametralmente opuesto. Por azares azarosos del destino, Gabriel está en Madrid, trabajando para una actriz, y por la misma razón, llega a la corte del rey, justo en aquella primera conspiración de Fernando VII en la que se salvó de la muerte delatando a sus compañeros (¡ole ahí ese espíritu borbónico!). Como podréis imaginar, la cosa cambia: ya no nos cuentan batallitas sino delirios de grandeza del muchacho, con mucha ironía y con la perspectiva de los años; además, esta novela, como ya comentaba, no tiene una acción en sí, sino una parte entretenida al final. No es igual de adictiva que la primera, pero aparece un personaje adorable que hace que todo sea mejor: Godoy Inés. Ay, Inesita, qué monísima eres y qué lánguida a la par que inteligente te nos pones. Y ya está, no digo más. ¿Recomendable? Pues claro que sí, diantres, que es un Episodio, con menos acción, pero ameno, simpático y muy, muy divertido. Además, merece la pena ver los líos en los que se mete este muchacho con tal de enterarse de algo/ascender de categoría.
En definitiva: tanto Trafalgar como La corte de Carlos IV son dos novelas entretenidas, muy interesantes y genialmente escritas. Me han gustado mucho ambas, cada una en su línea; recomendadas especialmente para aquellos que dicen que la novela histórica es "aburrida" y que los clásicos españoles no son "tan guays como los de fuera". Y vosotros, ¿no tenéis ganas de conocer las aventuras de Gabrielillo?