Reseña | Un ático con vistas, Eleanor Rigby

¿QUIÉN DIJO QUE ERA NECESARIO SALIR DE CASA PARA ENCONTRAR EL AMOR?
UNA DIVERTIDA Y ENTRAÑABLE COMEDIA ROMÁNTICA.

¿Quién es el hombre que vive en el ático de la calle Cortázar, y por qué nunca se deja ver? Esa es la pregunta que atormenta a la comunidad de vecinos del edificio 13. Incluida a Matty, que, aunque no vive allí, conoce la leyenda de Julian Bale y siempre lanza una mirada curiosa a su ático desierto.

Un anuncio en el tablón del bloque de pisos se presentará como la oportunidad perfecta para resolver el misterio. Solo ella se atreverá a adentrarse en la guarida del lobo, llevándose una sorpresa cuando descubra a alguien muy distinto a lo que imaginaba.

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Un ático con vistas de Eleanor Rigby ha sido mi primera toma de contacto con la autora y debo deciros que menudo descubrimiento he hecho, me ha encantado tanto su forma de escribir, tan cercana y sencilla, que no veo la hora de volver a sumergirme en otro de sus escritos. Por otro lado, la historia que nos presenta en esta novela ha resultado ser una lectura refrescante que se ha convertido en una de mis favoritas de este año, pero también debo decir que gran parte ha sido gracias a los protagonistas de los cuales he terminado completamente enamorada.

La trama nos lleva hasta el edificio número trece de la calle Cortázar, una comunidad de vecinos como cualquier otra si no fuera porque alguien misterioso lleva viviendo en el ático durante varios años y hasta ahora ningún vecino lo ha visto salir, no saben quién es ni si seguirá con vida. No será hasta que un repentino anuncio colgado en el tablón de la comunidad que todos se pongan a elucubrar sobre él, ya que, de no dar señales de vida, ahora necesita una asistenta con urgencia. Leyendo este anuncio se encontrará Matilde Tavera , amiga de la gran mayoría de vecinos y, aunque no vive allí todos la tratan como una más de ellos. De esta forma, la mayoría de los inquilinos se encontrarán mirando con recelo dicha noticia pues no saben que esperar, algunos piensan que es un prófugo de la ley, otros que si un gigoló, pero la verdad solo será descubierta por la persona que reúna la valentía de aceptar el puesto que se oferta. Matty también está picada por la curiosidad, no obstante, no se plantea aceptar el trabajo pues ella ya tiene uno en una antigua librería que le encanta. Sin embargo, el destino es inesperado y a su vez muy oportuno pues sin saber por qué, de un ascenso que esperaba se verá de pronto en el paro sin otra opción que la de aceptar el puesto que el ermitaño del ático ha ofrecido.

Así, Matty se encontrará un día entrando por la puerta del ático, armada con valentía y algunos consejos de sus amigas, Tamara y Eli, inquilinas además del 4ºB, para encontrarse con la persona menos esperada, pues nunca imaginó que tras esa puerta viviera el hombre más sexy y deseable del mundo entero, un dios vikingo alto, fuerte y rubio con los ojos más hipnóticos que jamás haya visto. No obstante, su llegada no será bien recibida por él, Julian Bale , el ermitaño que trae de cabeza a todo el edificio pues para nada esperaba que su hermana Alison fuera a contratar a alguien tan rápidamente, y más a una mujer con el aspecto de una niña. Sin embargo, nadie dijo que él tendría que poner las cosas fáciles, por lo que desde un primer momento Matty y Julian chocarán de una forma que solo complicará las cosas, a ella su trabajo y a él su soledad. Con todo, nuestra chica está preparada para todo pues si puedo afrontar y salir delante de un pasado doloroso y complicado, ningún yanqui por muy guapo que sea la va a asustar. Así, día tras día irá ganando un poco de terreno en la vida de Julian descubriendo cosas que nunca imaginó pues en ningún momento pensó que su aislamiento se debiera a un trauma causado en el pasado que derivó en agorafobia, un hecho que espera descubrir para ayudarlo con la pesada carga que porta en sus hombros. Así, ayudada por Aliso, poco a poco hará que Julian deje de ser tan huraño y vuelva a experimentar cosas que hacía tiempo se negó. A su vez, el roce que día tras día vivirán hará que algo especial surja entre amigos, Matty encontrará en Julian a alguien por el que siempre esperó pues sabe que, aunque no es deseable a ojos de los hombres, tiene mucho que ofrecer y puede que ese hombre sea su final feliz por lo que no dudará en compartir con él los momentos más duros de su juventud. Además, piensa y espera que él hago lo momos por lo que cada vez irá descubriendo que fue lo que causó su auto encierro, algo que le llegará al corazón, pero que la llevará a hacer lo indecible para ayudarlo a superar ese trauma que lo ha ahogado en los últimos años. A su vez, Julian verá en Matty a su salvadora, alguien que lo entiende y no lo mira con pena como otros, llevándolo así a hacer cualquier cosa por ella, incluso salir de su casa, aunque eso lo aterre y le agobie de una forma sobrecogedora. Sin embargo, no todo será felicidad pues diversos hechos se darán haciendo que Julian desconfíe de Matilde y se sienta más perdido que nunca, dejando a ésta con el corazón totalmente destrozado cuando le diga que no quiere volver a verla.

Eleanor Rigby nos sumerge en una novela fresca, divertida, romántica, actual y a la vez con toques emotivos que desgarrarán el corazón del lector pues el tema que ha reflejado es algo que por desgracia se da más frecuentemente de lo que cualquier ser humano quiere y espera. No he querido desvelar ninguno de los problemas que portan nuestros protagonistas para que seáis vosotros quienes los descubráis pues de lo contrario le quitaría toda la expectación a la lectura ya que esto fue el primer causante que me hizo leer sin parar pues mi curiosidad era tal que ni el hambre o el sueño eran importantes. Como he dicho, la pluma de la autora me ha llevado a descubrir una prosa cuidada al detalle, cotidiana y cercana que me ha enamorado. A su vez, encontrarme con Matty y Julian ha sido una verdadera delicia, ella una chica inocente, ingenua y original que atrapa desde el principio con su personalidad extrovertida, él un hombre atormentado que nos llegará al corazón con sus inseguridades, un perfecto caballero que no sabe cómo volver a la vida o si quiere hacerlo, no obstante, conocer a Matilde ha sido lo que mejor le ha podido pasar ya que a través de ella ha vuelto a vivir. Asimismo, la comunidad entera, perfectos secundarios, lo ha mantenido cuerdo, cercano, aunque en la distancia, de todos ellos ya que todo lo ocurría en esas casas llegaba con facilidad hasta su ático, unos vecinos con sus más y sus menos, con problemas que afrentar que harán que Julian los conozca sin siquiera haberlos visto, una comunidad difícil de olvidar y que nos llevará a conocer a las amigas de Matty, Tamara y Eli, dos chicas que también buscan desesperadamente a su príncipe azul. También conoceremos a Edu y Akira, dos gays que mantienen el edificio vivo con sus locas historias, o Virtu, la abuela escritora que arrasa en las listas de ventas con sus novelas románticas inspiradas todas ellas en los habitantes del edificio. Unos pocos secundarios de los muchos que nos encontraremos entre los rellanos de este peculiar edificio. Por último, destacar a Alison, la hermana de Julian, una mujer que lo ha dado todo por su hermano y que también pasó lo suyo, alguien que se merece su propia historia de amor por lo que ojalá Eleanor nos de pronto una gran sorpresa. En conclusión, una novela que tiene de todo para conquistar al lector, comenzando con Matilde y Julian, una pareja que nos enamorará con cada detalle que tengan el uno para con el otro, un verdadero romance de cuento de hadas.

Un ático con vistas de Eleanor Rigby es una historia dulce, que atrapa desde la primera página, llevándonos a vivir un apasionado romance que, aunque a primera vista parece imposible, el destino nos mostrará que ambos debían conocerse para sanar las cicatrices de sus solitarios y heridos corazones.