Esta novela es obra de la escritora americana Sarah MacLean; desde siempre ha sido una enamorada de los romances históricos y siente haber nacido demasiado tarde como para poder disfrutar de su propio debut en la sociedad. Sus historias se centran por ello, en mujeres que si han tenido esa posibilidad.
Su anterior serie “El amor en cifras” ha recibido críticas muy positivas y ya tiene numerosos adeptos. “Un canalla siempre es un canalla” es la primera parte de una nueva serie “Las reglas de los canallas”, que ya sabemos que como mínimo tendrá tres entregas más, en la que relatará las historias de los cuatro socios de “El Ángel caído”.
En esta primera entrega MacLean rescatará a Penélope, secundaria en “Once escándalos para enamorar a un duque”, ofreciéndole una nueva posibilidad para encontrar el amor. Han pasado diez años desde el día en el que el Duque Leigthon rompió su compromiso con Penélope, trayendo no solo para ella, sino también para sus hermanas, el rechazo de toda la sociedad. Una tras otra, aunque no han sido demasiadas, Penélope ha ido rechazando todas las propuestas de matrimonio que ha recibido, porque ella no se conforma, lo quiere todo.
Todos sus planes se ven trastocados cuando termina casándose con Michael, el marqués de Bourne. Hace años él lo perdió todo en un juego de cartas, su alma clama venganza y lo único que desea es recuperar todo lo que en su día perteneció a su familia; el dinero ya lo tiene gracias a “El ángel caído” la sala de juegos de la que es socio, ahora solo le falta las propiedades, y esas las consigue casándose con Penélope, pero él no sabe que con ese matrimonio conseguirá algo más una casa y tierras.
Sin duda el punto fuerte de esta historia son sus personajes. Penélope es una mujer “perfectamente perfecta”, pero que tal vez renuncia a ello para conseguir a un canalla. Siempre ha hecho lo correcto, a pesar de que todo le ha salido mal, así que a partir de ahora, ha decidido que solo buscará aventuras. Tiene un carácter fuerte que vemos como se va imponiendo paulatinamente a lo largo de la novela. Por otro lado Michael, es un canalla con mayúsculas que tan solo busca su propio interés cuando se casa con Penélope. Es un hombre trastornado, tan solo busca venganza, esto me ha supuesto mas de un cabreo ya que en su determinación se pone muy pesado y no se da cuenta de lo que tiene y puede perder.
Sus conversaciones están llenas de dobles intenciones, de grandes dosis de humor con los que disfrutaréis sin duda. Ellos mantienen una lucha constante por conseguir lo que desean, creando situaciones que te atrapan, deseando conocer más.
Antes de cada capítulo podremos disfrutar de la correspondencia de Penélope y Michel cuando apenas eran unos muchachos, es enternecedor ver los sentimientos de los protagonistas, sobre todo los de ella, ya que desde siempre Michel fue el elegido; suponen pequeños viajes al pasado que nos emocionarán.
También conoceremos a los otros socios del club: Cross, Temple y Chase los siguientes en caer, eso seguro, incluso terminará la novela con un pasaje estableciendo claramente quienes serán los protagonistas de la siguiente entrega. Yo soy una fans de los epílogos, y este los tiene por partida doble.
Para Penélope Michael es su debilidad y él teme que si no consigue que ella se marche, va a querer que se quede para siempre. Y ahí están luchando cada uno con sus deseos y contra ellos, lo que en ocasiones te desespera, viviendo una entrañable historia de amor al mejor estilo de la novela romántica, sin sobresaltos, ni demasiado sexo, sustituidos por pasión y dulzura, con ese toque que siempre te encandila dejándote con ganas de más.