Reseña | Un capitán para Lady Elisabeth, Verónica Mengual

Lady Elisabeth, con el paso de las temporadas, y al ver que las proposiciones matrimoniales no llegaban, se había hecho a la idea de engrosar la lista del grupo de las solteronas. Sin embargo, por azares del destino, se ve envuelta en una serie de enredos que pondrán frente a ella, no a uno, sino a dos pretendientes. Uno de ellos es lord Perth, el hombre con el que ha soñado toda su vida. El otro... es el mismísimo demonio.

El capitán Kirk Baldrick ostenta el ducado de Kensington. Es un ser duro y distante. Algunas damas lo tacharían de terrorífico aunque seguramente ha provocado más de un desmayo a su paso. No en vano es conocido como "El duque demente". Kirk ha asumido que no tiene madera de marido hasta que se cruza en su camino una muchacha demasiado confiada que le hará replantearse muchas cosas.

¿Podrá la dulce Elisabeth sacar las espinas del oscuro corazón del capitán? ¿Será capaz de amar al capitán o apostará por el hombre que ha amado desde siempre?

DE LA MANO DE VERÓNICA MENGUAL LLEGA LA HISTORIA DE LADY ELISABETH Y EL CAPITÁN KIRK. ¿SERÁS CAPAZ DE RESISTIRTE A ESTE NUEVO ROMANCE HISTÓRICO?

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Tras el asombroso descubrimiento del primero libro de la trilogía , me ha sido imposible no continuar con las posteriores novelas que la forman, las cuales si no me equivoco esconderán grandes sorpresas. Así pues, Un capitán para Lady Elisabeth de Verónica Mengual ha sido la segunda entrega cuya adictiva trama está fuertemente entrelazada con las otras dos que compone la serie, pues todas ellas se desarrollan a la par dejándonos ver pequeños atisbos de las historias secundarias, lo cual nos hace más interesante y atractivo continuar leyendo. En esta ocasión, contaremos con el capitán Baldrick, el duque demente, como protagonista, un hombre aterrador, amargado, con una sombra sobre sus hombros que le impide ser feliz, no obstante, será una inocente joven con su luz y pureza lo que lo cambie todo.

De esta forma, Lady Elisabeth es testigo de cómo su hermana contrae matrimonio, un hecho que la colma de alegría, pero también de preocupación, pues siendo ella mayor aún no ha encontrado un hombre con el que desposarse. Asimismo, su tendencia al dramatismo no la ayuda a afrontar las últimas circunstancias que han llegado hasta su vida. Sin embargo, la boda de su querida melliza Violet va a ser el comienzo de algo bueno aunque inesperado, debiendo esperar cuatro años para volver a coincidir con el capitán del Regimiento 69, un peligroso hombre que sin ella saberlo marcó su mundo años atrás convirtiéndose en su inevitable destino.

Kirk Baldrick , duque de Kensington y capitán del ejército de su majestad, va a conocer a la mujer que dará aliento a sus frías noches y lo ayudará a sobreponerse de los golpes recibidos durante la guerra. Tiempo atrás, cuando tuvo que abandonar su hogar y unirse a las filas, la dulce Elisabeth conquistó su corazón y se convirtió en su guía en medio de la oscuridad, sin embargo, reencontrarse con ella no va a ser como esperaba, una serie de comprometidas situaciones conducirán sus caminos hacia una senda nunca imaginada por ninguno de los dos, complicando sus mundos y el futuro que ambos esperan alcanzar.

Así pues, Kirk y Elisabeth se verán atados por un compromiso no deseado, rodeado de cotilleos y malas intenciones que los abocará a momentos tensos y a una relación donde el desconocimiento y la precipitación dañará sus corazones. De esta manera, Elisabeth intentará salvar su reputación y el buen nombre de su familia aceptando a un hombre que la atemoriza y al que no sabe cómo tratar. Por su parte, el capitán Kirk, como buen duque demente, intentará romper la unión que los ata utilizando toda clase de armas para ello sin darse cuenta que ya ama a esa deslenguada joven, la cual se ha convertido en su faro entre tantas tinieblas y dolor. Con lo cual, ambos comenzarán a sentir fuertes sentimientos que los incitará a acercarse y a cerrar cualquier vía de escape, pese a todo, palabras no dichas, fuertes temores al fracaso, la cabezonería de una pareja con más cosas en común de lo que creen y la aparición de terceros dificultará su bello romance, propiciando un desenlace repleto de obstáculos y sufrimiento desterrándolos a un adiós amargo que solo ellos con su amor y sinceridad podrán evitar.

Verónica Mengual nos vuelve a arrastrar hasta una alocada aventura de amor y desamor, con un trío de soldados marcados por la guerra cuyo regreso a la sociedad londinense vendrá acompañado de marginación y cotilleo. Con lo cual, en esta ocasión, nuestro héroe valeroso no será ni el tullido, al que vimos alcanzar la felicidad en el libro anterior, ni el manco, cuya propia trama le espera en la siguiente entrega, esta vez será el demente el que nos deleite con sus locuras y excentricidades, un valiente capitán que huye de las alegrías de la vida, pero principalmente de Lady Elisabeth. Su discapacidad no es algo que se vea, pues su trauma y marca se encuentra en el corazón y en la mente, un hombre que ha visto tanto sufrimiento a lo largo de su vida que se ve incapaz de abrirse a emociones tan tiernas y sinceras como es el amor, lo que dificultará un romance con Beth. Asimismo, nuestra hermosa heroína verá como su mundo cae en un pozo de negrura y espesor tras continuadas meteduras de pata, resultándole imposible no verse enredada con el temible duque demente. Sus encuentros serán momentos intensos, repletos de recelo pero también de inmensa pasión desembocando todo ello en una historia de amor difícil, cargada de discusiones, enfrentamientos y, por supuesto, complejas conquistas cuyo desenlace será un misterio hasta casi la última página, concediéndonos el placer de disfrutar de un enamoramiento no exento de problemas con fácil solución, pues este par de tontos tienen más cerca la felicidad de lo que creen, aunque su ceguera emocional los impulsará a complicados escenarios que darán al lector entretenimiento y diversión. Igualmente, como dije al principio de la reseña, esta trama se desarrolla junto a dos romances más, temporalmente coincidirá con la historia de los amigos de nuestros protagonistas por lo que nos relatará brevemente el relato de Lady Olivia y el teniente Cross dejándonos con muchísimas ganas de conocer dicha relación tras finalizar la lectura de ésta. Con lo cual, esta segunda entrega nos seguirá manteniendo enganchados a esta fascinante trilogía, llevándonos de la mano por hermosos escenarios y fastuosas fiestas, incitándonos a dejar volar la imaginación, soñando con grandes salones y deslumbrantes bailes, todo gracias a las excelentes descripciones halladas y a la cuidada ambientación encontrada, desvelándonos un romance de época difícil de olvidar. Finalmente, solo destacar la frescura y sencillez de la obra, la cual cautiva a sus lectores y los encadena a sus páginas, por lo que animaros con esta segunda parte de una trilogía que inevitablemente debe ser leída al completo si deseas empaparte de la esencia de estos tres preciosos cortejos.

Un capitán para Lady Elisabeth de Verónica Mengual es la historia de dos corazones perdidos en una sociedad cruel y clasista que los asfixia y les impide ser ellos mismos, un amor intenso rodeado de tramas que complicará una unión perfecta, pero que los encauzará hacia la mayor de las dichas, un amor para toda la eternidad.