Un detective en BabiloniaRichard Brautigan (Trad. de Kosián Masoliver)
Blackie BooksCartoné | 208 páginas | 18€
Un detective en la ruina, pordiosero y sin ningún caso que resolver en muchos meses, el detective C.Card, por fin ha conseguido un caso, pero necesita un arma y balas para poder hacerlo, o al menos, esas son las exigencias de su cliente. El incompetente detective tratara de conseguir ese revolver de cualquier manera, que le permitira obtener el caso con el que dará por fin el salto a la fama que tanto ansia, para poder remontar con su vida. Pero tiene un problema, una vía de escape imaginaria, Babilonia, una especie de refugio intelectual donde él es el eje central de todas las historias, se interpone como hace habitualmente en su camino durante toda su vida.
Se trata de una especie de parodia del género negro, una comedia detectivesca podríamos decir, con pequeños toques de fantasía; aunque sigue siendo difícil de etiquetar, ya que su autor, Richard Brautigan, huye de toda etiqueta posible. Un autor con un vida dura, abandonado 8 meses antes de nacer por su padre y muerto de hambre, se llego a entregar a la policía para disfrutar de comida y cama gratis, pero como se negaron, rompió una ventana para cometer un delito. Tras observarlo en el hospital, fue diagnosticado con depresión, paranoia y esquizofrenia, recibiendo múltiples tratamientos de electroshock. Más tarde se instaló en San Francisco, en plena era beat, donde sus libros fueron rechazados en infinidad de veces por ser un post-moderno (aun sin saberlo), hasta que el éxito le llego con La pesca de la trucha de américa. Con su espíritu creativo, no es de extrañar que personas como Neil Gaiman, Kurt Vonnegut o Tim Burton hayan llegado a reivindicar toda su obra. La historia está narrada en primera persona, a través de los ojos del protagonista, donde nos dibuja un mundo muy realista donde todos sus habitantes tienen un demencial toque. Solo basta con pensar en sus compañías: un forense necrófilo, caseras chillonas que se creen todo, una madre que le echa la culpa de todo lo malo que le ocurre, un policía violento o una pandilla muy simpática. Además, es complicado dejar de leer, sus capítulos cortos, que no tendrá más de 5 páginas el más largo, y el ritmo de la historia, invita a devorarlo de una misma sentada. Los títulos de los 80 capítulos son demencialesy absurdos, como por ejemplo, Smith Smith contra los robots-sombra, Bela Lugosi, La temporada de Beisbol del año 596 a.C y muchos más, que no dejan de ser una muestra de la creatividad del autor.
Lo mejor de la novela, aparte de la desbordante imaginación en muchos momentos y una trama muy entretenida combinando aspectos del pulp y el noir, es el punto de vista de nuestro protagonista, el detective C.Card. Su desvergüenza a la hora de pedir dinero o cualquier cosa, su incompetencia máxima, sus delirios y evasiones en su querida Babilonia donde solo él es el máximo protagonista. Es un ser políticamente incorrecto que esta cegado en busca de su objetivo, sobrevivir y convertirse en detective de éxito; pero que vive sabiendo que es imposible alcanzarlo debido a su gran Babilonia. Una historia llena de humor absurdo, con altas dosis de ironía y bastante crítica social, de la cual es difícil de escapar una vez que comienzas.Las visitas a Babilonia del detective C.CardLa novela se lee de una sentada sin darte cuentaLa narración en primera persona te atrapaEl humor y la desvergüenza presentes en la historia
Se me ha quedado corto al final
Una historia diferente, entretenida, donde combina dos géneros como la comedia y el policíaco de una forma desvergonzada y cautivadora. Una trama detectivesca nos guiara a través de la vida de este desgraciado investigador privado, llevando por multitud de situaciones inverosímiles y desternillantes. Con un edición muy cuidada en cartoné y una portada preciosa por parte de Blackie Books, es altamente recomendable para una lectura adictiva y entretenida, con este gran autor que yo acabo de descubrir, pero del que espero leer mucho más.
¡Muchas gracias a Blackie Books por el ejemplar!