Revista Cultura y Ocio
Guille es un niño introvertido con una sonrisa permanente, y es un lector empedernido con mucha imaginación. Solo tiene una amiga. Hasta aquí, todo en orden. Pero tras esta máscara de tranquilidad se esconde un mundo fragilísimo, como un castillo de naipes, con un misterio por resolver. El rompecabezas lo configuran un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta armar el puzle que está en el fondo. Una novela coral que respira sentimiento, ternura, vacíos, palabras no pronunciadas y un misterio sobrecogedor.
Creerme cuando digo que esta será la reseña más difícil que he hecho hasta el momento en el blog. La cantidad de sentimientos que tengo con esta novela son impresionantes y tuve que dejar pasar un par de semanas para asimilar todo lo que me hecho sentir esta pequeña gran joya. Ha sido terminar el libro y poner automáticamente Una madre en mi lista de pendientes y seguir a este fantástico autor a partir de ahora porque, de verdad, es increíble la manera de escribir que tiene.
TODO COMENZÓ cuando Guille le dice a su profesora que cuando sea mayor quiere ser Mary Poppins, este pequeño hecho desarrolla una trama que llevará al niño con la orientadora escolar y ella profundizará en la vida de Guille. Descubriremos problemas familiares y situaciones personales que nos harán comprender el comportamiento del protagonista hasta terminar en el culmen final que dejará al lector con una marea de sentimientos que tendrá que dejar reposar en su interior.
La novela tiene cuatro narradores en primera persona que se reparten por muchos de sus capítulos y cada uno con su estilo. Si estamos con Guille, entonces miraremos las cosas desde la perspectiva de un niño, si vamos con María entonces lo veremos desde la suya. Vamos conociendo pensamientos de cada uno para darnos una visión de lo que está realmente pasando, dejándonos llevar por las emociones que nos guiarán hasta el final.
La prosa de Alejandro Palomas es exquisita, cien por cien sensibilidad pura, metiendo al lector en la historia y queriendo conocer toda la verdad sobre Mary Poppins que es el eje central de la historia, donde los personajes rotan una y otra vez sobre la niñera.
En cuanto a los personajes, todos son verdaderamente destacables y aunque Guille es el centro de atención es imposible olvidarse de su padre, Manuel, un hombre atormentado y con una carga muy grande; María, la orientadora escolar que intenta profundizar en el interior de Guille hasta llegar a obsesionarse por el caso; Naiza, la amiga de Guille, una niña paquistaní que vive con el estigma de su cultura. Una serie de personajes que harán que automáticamente empatices con ellos al instante.
Sin duda, Un hijo es una novela que desde la primera página te hará entrar en un mar de emociones que no te dejarán indiferente hasta el final. Una lectura llena de sentimientos y con una sensibilidad exquisita que hacen que la lectura se haga muy corta. Te la recomiendo, la disfrutarás de arriba a abajo y pondrás a Alejadro Palomas como uno de tus escritores de cabecera, te lo aseguro.
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