CUATRO HERMANAS, UNA CASA JUNTO AL MAR, UNA SITUACIÓN DESESPERADA Y QUIZÁ... UN AMOR INESPERADO QUE LO CAMBIARÁ TODO ENTRE ELLAS. LO ÚLTIMO DE JULIE KLASSEN, CON REGENCIA, MISTERIO Y AMOR.
A la muerte de su padre, Sarah Summers y sus hermanas quedan sumidas en la pena... y la pobreza. Con el fin de ayudar a su madre enferma, Sarah convence a sus hermanas de abrir a huéspedes la casa que tienen junto al mar. Emily y Georgiana están de acuerdo, pero no Viola, que tiene que llevar un velo para ocultar una cicatriz que tiene en la cara.
Cuando se embarcan en el proyecto, no esperan recibir otros visitantes que ancianos o convalecientes, pero no, también las visitan caballeros que están de buen ver. Cuando llega un misterioso viudo escocés al hotel, Sarah se verá tremendamente atraída por él. Pero ahí sigue Viola, que no solo tiene cicatrices en la cara, sino también en el alma. ¿Qué sucederá entre las hermanas? ¿Superarán las rencillas y conocerán el amor?
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Hacía mucho tiempo que tenía ganas de leer alguna novela de Julie Klassen , y por un motivo o por otro nunca encontraba el momento adecuado, pues bien, ese momento ha llegado con la publicación de su última novela. De esta forma, Un hotel junto al mar ha sido mi debut con esta autora, un precioso libro lleno de sensibilidad y donde la escritora ha querido rendir cierto homenaje a nuestra querida Jane Austen con pasajes, personajes y ciertos escenarios que nos recordarán, sin duda, a la obra de ésta. Aún así, no he tenido problema en descubrir una pluma fascinante que se mueve a la perfección en el género romántico más puro, incluyendo, además, ciertos toques de misterio que, junto al amor, hacen de ella una lectura deliciosa en la que seremos testigos de los esfuerzos de cuatro hermanas por superar la muerte de su padre al mismo tiempo que intentan salir adelante tras descubrir que, su pérdida les traerá no sólo pena, sino también la falta de cierta estabilidad económica.
La señorita Sarah Summers ha visto como su vida se volvía del revés con el fallecimiento de su padre, un hombre de buena posición y con cierta solvencia económica, no obstante, toda esa pequeña fortuna siempre ha estado asociada a las propiedades de la familia y ni ella ni sus hermanas son aptas para heredarlas, por lo que, a la pena por su pérdida, tiene que añadir que de la noche a la mañana está prácticamente en la ruina. Aún así, su situación no es tan grave como cabría esperar, ya que su madre posee ciertos ahorros y todavía conservan la propiedad de Sidmouth, Sea View, la casa junto al mar donde han residido los últimos meses. Ahora bien, el futuro es algo incierto y tienen que idear algo para salir adelante, algo de lo que Sarah se cree responsable, tanto del bienestar de sus tres hermanas como el de su madre enferma, una carga que parece demasiado pesada para sus jóvenes hombros pero que hará suya a costa de su propia felicidad.
De esta forma, la mayor de las hermanas Summers ideará un plan para conseguir los recursos económicos que escasean, abrir las puertas de su casa a huéspedes que quieran visitar el lugar, beneficiándose así del aumento de turistas que están empezando a llegar a la zona. Sin embargo, embarcarse en dicha empresa pasará por convencer al resto de la familia, algo relativamente fácil con y Georgiana, ya que ambas creen que sería la mejor manera de ganar dinero sin tener que separarse, pero tremendamente complicada con , pues la joven lleva toda su vida recluida a causa de una cicatriz en el rostro que la obliga a llevar un velo delante de desconocidos. Aún así, y a pesar de las protestas de esta última, las señoritas Summers pondrán todo su esfuerzo en sacar adelante una modesta casa de huéspedes donde vendrán a hospedarse ancianos y convalecientes que quieran beneficiarse de los baños de mar y otras ventajas relacionadas con estos.
Este será un proyecto que iniciarán con ilusión, pero que les deparará alguna que otra sorpresa, ya que los visitantes variarán un poco de los que ellas pensaban recibir, así el primero de ellos será un apuesto viudo escocés acompañado de su joven hija. El señor Henshall se presentará como un hombre tremendamente solícito que no dudará en ayudar a la mayor de las hermanas en todo lo que pueda, un hombre misterioso y taciturno que esconde un secreto demasiado doloroso para compartirlo y del cual Sarah no podrá evitar sentirse atraída, dejando de lado su miedo a enamorarse. Además de él, irán llegando personajes de lo más variopintos, personas que necesitan un alojamiento pero también un hogar donde sentirse queridas y donde el afecto los haga recuperar la fe en sí mismos.
De esta forma, la falta de recursos agudizará el ingenio de las cuatro jóvenes e idearán maneras para obtener recursos, así, Emily y Georgiana, junto a Sarah, se harán cargo del mantenimiento de su pequeño hotel, haciendo todo tipo de tareas, mientras que Viola preferirá otro tipo de quehaceres. La muchacha, que no sólo posee cicatrices en el rostro sino también en el alma, hará frente a sus miedos y decidirá emplearse para leer a aquellos que no pueden hacerlo, algo que la llevará a conocer al mayor Hutton, un hombre con heridas que lo han desfigurado para siempre y cuyo carácter malhumorado y testarudo puede igualarse al suyo en ciertas ocasiones. Una relación que se irá forjando poco a poco, ya que ambos son almas afines marcadas por su propio destino, algo que llevará a Viola a desprenderse de aquello que la ha mantenido oculta durante tanto tiempo, no obstante, aún perdura las dudas y confiar en un amor que parece demasiado repentino puede hacerla sufrir por unas emociones demasiado intensas y peligrosas.
Julie Klassen nos ofrece una obra coral donde veremos la vida de cuatro hermanas dispuestas a todo por sacar adelante el hogar familiar. Así, nuestras protagonistas serán ellas, Sarah, Viola, Emily y Georgiana, unas jóvenes con sueños e ilusiones que verán como todo se derrumba cuando el cabeza de familia fallezca. Ellas, como simples mujeres, no tendrán derecho a nada y no tardarán en sufrir las consecuencias de una sociedad patriarcal donde los hombres deciden y tienen el poder. De esta forma, y sin nada que perder, deberán abrir las puertas de su hogar y de sus vidas a desconocidos que compartirán con ellas experiencias únicas, vivencias inolvidables y momentos muy especiales que las marcarán en todos los sentidos, forjando lazos que moldearán sus espíritus, pues los huéspedes de su pequeño hotel y todos aquellos que vayan cruzando sus caminos con las señoritas Summers serán fuente inspiración para ellas. Por esto mismo, os digo que estamos ante una novela de personajes, pues a lo largo de ella veremos un buen número de ellos que pasarán a formar parte de las vidas de nuestras protagonistas, algunos con mayor importancia que otros, pero todos especialmente relevantes. De esta forma, tanto principales como secundarios me han parecido personajes muy bien construidos, perfilados cuidadosamente y en los que la autora ha puesto todo su empeño para que destaquen. Sin embargo, me gustaría detenerme en las cuatro hermanas, Sarah, la mayor de ellas, responsable, inteligente y valerosa, una mujer que se refugia en el trabajo para no dejar salir la pena que siente por un amor perdido, una desgracia que la marcó en el pasado y que todavía tiene muy presente, por lo que no puede dejar de lado ese miedo a sufrir de nuevo cuando se sienta atraída por el señor Henshall, un hombre que le da esperanzas y un futuro diferente al que le espera en Sidmouth, no obstante, no puede olvidarse de sus responsabilidades hacia su familia, por lo que tendrá que tomar la decisión más difícil de su existencia. Viola, por su parte, es una joven que se ha escondido toda su vida, ella no se considera especial y prefiere verse así para que los demás no reparen en su presencia, sin embargo, ansía que alguien la vea tal y como es, algo que ocurrirá cuando deje salir su verdadera personalidad. Ella y el mayor Hutton han sido mis personajes favoritos, creo que su relación ha resultado conmovedora, con sentimientos que encontrarán la forma de salir a la luz y que han forjado un romance inolvidable. Además de ellas, estarán Emily y Georgiana, esta última con un papel menos importante, pero que aportará esa alegría y la inocencia de alguien que aún no ha sufrido en demasía, ofreciendo así su afecto a aquellos que lo necesiten. En cuanto a Emily, hemos visto una chica llena de ilusiones, con una vena romántica y soñadora, con muchas ganas de enamorarse pero que aún no está preparada para entregar su corazón a quien de verdad se lo merezca. Para terminar me queda mencionar la pluma de la autora, con una prosa delicada y llena de naturalidad, viene a destacar por su cuidado uso de los detalles y cuya forma de narrar nos ofrece esa historia sencilla que nos atrapa, en ella el afecto entre las jóvenes se vuelve el centro de la misma, un amor fraternal que se verá puesto a prueba en diversas ocasiones, no obstante, el lazo entre ellas será demasiado fuerte para dejar sitio a las dudas. Una obra llena de simbolismos, con personajes que debéis conocer y donde la ternura y la emotividad harán de ella una historia difícil de olvidar.
Un hotel junto al mar de Julie Klassen es una novela maravillosa donde por fin he podido conocer la pluma de la autora, aquí veremos una historia donde cuatro hermanas deberán afrontar la pérdida de un padre, pero también la difícil situación económica que tal hecho acarrea, así una situación desesperada las llevará a abrir las puertas de su hogar a un grupo de desconocidos que les enseñarán el auténtico valor de la amistad, lo importante que es la familia y lo simple que es encontrar el amor cuando estamos dispuestos a dejarnos llevar por la verdad de los sentimientos.
· Gracias a Libros de Seda por el ejemplar ·