Reseña, un lugar en proud sunsets

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            Patricia A. Miller, nos presenta su última novela, “Un lugar en Proud Sunsets”, una historia romántica contemporánea, encuadrada en un ambiente con el que yo disfruto mucho, los ranchos y sus vaqueros.  
“Para un hombre duro y orgulloso como Connor Coleman, la familia y sacar adelante su rancho de Proud Sunsets son su principal prioridad. Por eso, cuando la nueva veterinaria, Jana Gramunt, viene dispuesta a poner su mundo patas arriba, se desata la tormenta entre ambos.Jana ha abandonado su hogar y huye para alejarse de aquellos que quieren acabar con su vida. Cree que en Proud Sunsets puede encontrar su lugar, un hogar donde vivir y olvidar todo lo que deja atrás. Pero uno de los dueños, Connor Coleman, el hombre que la está volviendo completamente loca, no parece dispuesto a ponérselo nada fácil. Son dos personas predispuestas a no entenderse, pero cuya pasión y amor podrán con todo, haciendo que encuentren su lugar en la tierra de los Orgullosos Atardeceres.”
   Como ya he comentado, las historias ambientadas en el oeste, tanto históricas como contemporáneas son una de mis debilidades, entre muchas otras (vale, es cierto, tengo un montón de historias fetiches, pero qué le vamos a hacer), por lo que ya la historia partía con varios puntos gracias a mi predisposición hacia estos chicos con vaqueros que montan a caballo. 
El inicio es realmente espectacular, con un atisbo del pasado de Jana que nos dejará con ganas de saber qué es lo que le sucedió para verse metida en ese lío. Pero una cita inesperada en los baños del avión en el que ella viajaba, echan por tierra en cierto modo mis esperanzas. Y es que me ha parecido irreal la forma en la que han comenzado su historia de amor estos chicos. No me cuadra el irse a investigar lo que lleva debajo del pantalón el muchachote que le sonríe dos sillones mas atrás, viniendo de esta chica tranquila, llena de miedos, y un pasado tormentoso que la persigue. Y lo peor viene después: cómo es posible que veas a tu chico con otra mujer en la cama y al día siguiente seas tú la que le mira con ojitos de pasión, perdida entre sus brazos, como si no hubiera pasado nada.
Dejando de lado este inicio poco prometedor, la historia me fue envolviendo con los mil enredos a los que la escritora somete a los personajes, casi diría que demasiados, logrando engancharme a la trama para descubrir como se solucionarían todos ellos; porque desde luego que líos es lo que sobra en esta novela. Un punto a su favor es que Patricia logra engañarnos, sin revelar casi hasta el final, las intenciones de cada uno de los personajes que van surgiendo en la historia. Casi todos esconden secretos que tarde o temprano saldrán a la luz. 
La atracción surge en Jana y Connor de manera espontánea y casi desde el principio no pueden quitarse las manos de encima uno del otro. Hay mucha química y pasión entre ellos y a la menor oportunidad se dejan llevar sin importarles las consecuencias.
También se nos presenta una historia de amor en ciernes, paralela a la de nuestros protagonistas principales, que supongo será la base para una segunda parte dentro de la familia Coleman. Me han gustado esos jóvenes y veo posibilidades para esa posible futura entrega.
A pesar de la base sobre la que se sustenta la relación de Jana y Connor, llena de mentiras y encuentros no demasiado convincentes a mi manera de ver, la escritora ha logrado finalmente entretenerme, con esta fulgurante relación dominada por la atracción y los miles de problemas a los que se verán sometidos, así como la multitud de secretos que serán desvelados casi hacia el final de la novela, dando cierta intriga a esta historia romántica. Una novela en líneas generales entretenida, pero con ciertos detalles que no me terminaron de convencer, dándome la sensación de que no se sustentaban con el resto de la historia.