
Kate Harker quiere ser despiadada como su padre. Tras cinco años en los que pasó por seis internados, al fin regresa a casa para demostrar que puede serlo.1. Una canción salvaje | 2. Un dueto oscuro
August Flynn quiere ser humano. Pero no lo es. Es un monstruo, capaz de robar almas con una canción. Es uno de los tres monstruos más poderosos de una ciudad plagada de estas criaturas. El arma secreta de su propio padre.
Su ciudad está dividida. Su ciudad está desintegrándose.
Kate y August son los únicos que pueden ver ambos lados, los únicos que podrían hacer algo. Pero ¿cómo te decides a ser héroe o villano cuando es tan difícil distinguirlos?
OPINIÓN:

Una canción salvaje es todo lo que podía esperar de la historia, de este libro juvenil y de lo que prometía. Lo que más me ha gustado ha sido la manera original en la que presenta a estos monstruos, y cómo comienza siendo un conflicto entre dos lados de una ciudad, a un conflicto más allá, que incluye no solo a los líderes, sino también a los ayudantes. Los giros de la historia no se ven ni se presienten, uno cree que durante todo el libro se tratará de la disputa entre ambos lados, y si bien en parte es así, uno no se espera que dentro de esa disputa haya otras. Realmente quedé satisfecho con la manera en la que la autora manejó la historia y la voz de los personajes. No es de esos libros en los que el romance predomina sobre la disputa o el problema principal, no. Va más allá de lo básico. Es sobre cómo la seguridad puede ser solo una ilusión, cómo los líderes pueden aprovecharse de su pueblo, o en lado contrario, de apoyarse de el. Schwab utiliza a dos personajes que parecían diferentes y al final fueron muy similares, dos personas que querían dejar de fingir y simplemente forjarse su propio camino, algo que hace guiño a cómo hay personas que deciden dejarle todo el mando a los líderes, todas las decisiones y su camino, mientras que hay otras que deciden pensar por si mismas, decidir por si mismas y buscar la manera de mantenerse en esa posición aún con los obstáculos.
Es cierto que muchas veces uno lee entre párrafos más de lo que es, pero en este caso es bueno, ya que yo sé que cuando un libro me trae tantas ideas a la mente, es porque el libro logró llegarme y provocar algo en mi más allá de entretenimiento. Cuando un libro te pone a pensar, cuando lo estás digiriendo y vienen muchas ideas, significa que ese libro logró dejar su huella, y Una canción salvaje lo logró conmigo.
La razón por la que no le pongo las cinco estrellas es porque no tuvo ese momento de maravilla que otros libros sí me han hecho sentir, y que una vez que lo siento, ya no hay manera de que ese libro me disguste. En este caso eso no significa que la obra de Victoria no sea buena, al contrario, como ya se podrán haber dado cuenta me gustó, y bastante. Logró atraparme, tarde o temprano, pero logró que yo, como lector, encontrara aquello que no tiene nombre pero que te provoca querer seguir leyendo, no parar y consumir cada página lo más pronto posible. Eso por si solo ya es un éxito.


Para ser el primer libro de la bilogía, la autora logró concentrar en 400 páginas más que lo suficiente para situar al lector en su ambientación, dar a conocer a sus personajes y, sobre todo, a sus monstruos. Llega un punto en el que no puedes parar de leer.
Como la mayoría de los libros juveniles la lectura es sencilla y fluida. Entretiene, innova y sorprende. Una canción salvaje está hecho para disfrutarse y consumirse como pan caliente.
Si todos los libros de Schwab tienen esta calidad (o más), sin duda merecen ser leídos.