Sinopsis: En un mundo regido por la ley marcial de la Roma Antigua, el precio de la desobediencia es la muerte. Laia y su familia sobreviven en los callejones más pobres, sin cuestionar el orden establecido. Han visto lo que les pasa a quienes se atreven a desafiarlo.
Cuando encarcelen a su hermano por traición, Laia se verá obligada a acudir a la resistencia. A cambio de su ayuda, deberá espiar para ellos en la Academia Militar. Allí conocerá a Elias, el soldado más prometedor del Imperio y también su mayor opositor.
Opinión personal: Había leído muy buenas críticas de este libro y tenía muchas ganas de leerlo (aunque al final he tardado más de lo esperado en ponerme con él), pero me temo que no ha llegado a cumplir del todo con lo que esperaba de él.
Cuando el hermano de Laia es arrestado, la chica busca ayuda en la Resistencia, aunque esta ayuda no será desinteresada: A cambio de rescatar a su hermano, la protagonista deberá infiltrarse en en la Academia Militar como esclava de la mujer más cruel de todo el Imperio. Allí será donde Laias y Elías se conocerán.
He de decir que me ha faltado algo en la historia, tal vez porque no destaca mucho más que el resto de distopías juveniles que he leído hasta la fecha. Una llama entre cenizas cuenta con toques originales pero que aun así no me han resultado suficientes como para amar el libro.
Los personajes, en general, son bastante típicos. Debo romper una lanza en favor de Laia porque me ha gustado mucho el modo en el que aprende poco a poco a vivir en su nueva condición. No es entrar en la Academia y ser ya la mejor espía del mundo, es torpe, tiene miedo y sufre las consecuencias de no estar acostumbrada a la esclavitud. En su caso, lo que más me ha fallado ha sido la predecible historia de amor.
Sin embargo Elías me ha gustado un poco menos. Es el único en toda la academia al que la máscara (que llevan todos los marciales) no se le ha fundido aún con la piel, el único que parece no disfrutar con su trabajo y su destino...
Además de estos dos personajes, tenemos otros secundarios como la mejor amiga de Elias, la única chica marcial de la Academia, fuerte, dura y sin ninguna clase de miedo pero que bajo esa coraza solo es una chica enamorada (en serio, topicazo. Si de algo me ha servido esta lectura es para darme cuenta, por fin, de que estoy harta de estos personajes...)
Quizá el personaje que me ha resultado más interesante es la Comandante, una mujer sin escrúpulos a la que le gusta torturar y hacer sufrir a los demás. Es muy cruel y, aunque obviamente no me caía bien, sentía curiosidad por saber el por qué de que sea así de malvada.
La historia de amor, como comentaba arriba, es bastante predecible . Como suele ser común en esta clase de libros, hay un triángulo amoroso (más o menos) que se ve venir desde lejos, aunque se salva un poco porque no ha sido desarrollado demasiado durante esta primera parte de la historia.
Aunque había partes que se me hacían un pelín lentas por los clichés imagino, lo cierto es que el libro cuenta con mucha acción y para ser una primera parte no es demasiado introductorio. Creo que podríamos dividir la historia en dos partes, una de las cuales se dedica más a situar todos los elementos para que el lector se meta en la historia y conozca un poco el lugar donde van a transcurrir los hechos, y una segunda en la que abunda la acción y que se me ha hecho más entretenida.
El final queda bastante abierto aunque dudo que continúe con la lectura de esta saga . En realidad creo que a la Irene de hace un par de años de habría encantado porque tiene todos los elementos de las distopías que tanto me gustaron entonces, así que si os gustan esta clase de historias seguro que esta no os decepciona. El problema para mí ha sido que leí tanto en su momento que creo que me he saturado de lecturas distópicas juveniles y ya raramente me sorprenden (seguro que hay excepciones pero bueno)