Ella sobrevivió a pesar de mí mismo.
Nunca tuve tanto miedo como cuando permití que las consecuencias de mis errores destrozaran el corazón de la mujer de mi vida.
Nunca fui tan ambicioso como cuando me propuse conservarlo todo, para terminar no teniendo nada.
Nunca me sentí tan vacío como cuando volví a verla, gracias a la cláusula descabellada de un testamento que me removería por dentro. Ni tan valiente como cuando decidí que merecía la pena tentar al destino de nuevo, solo para alcanzar mi propia luna.
Hermosa, pero desconocida. Inaccesible. Llena de interrogantes, de secretos y preguntas de las que soy el único culpable. Cargada con una pena tan grande como todo el desengaño que me escupirá en la cara.
Me lo merezco.
He superado mis errores, mis secretos, mi propio sufrimiento. Lo he superado todo menos a ella. Martina es mi punto débil. La única capaz de volver mi vida del revés.
La mejor cura para mis cicatrices.
Un día, pedí un deseo a la luna...
Ahora corro el riesgo de que se cumpla.→ Link de compra en Amazon ←
A finales del año pasado Elena Garquin publicó el segundo libro de su serie Mo Ghealach , titulado Una luna para Tyler, una historia que estaba deseando leer pero que hasta ahora me había resultado imposible hacer. Pues bien, tras una espera un poco larga he podido sumergirme en su trama descubriendo que nuestra heroína no es otra que Martina, hija de Álex, protagonista de la novela anterior, Llévame a la luna, una joven impetuosa y lanzada que ya me conquistó en la primera obra, con lo cual, ser arrastrada hasta su propia historia ha sido toda una sorpresa que me ha llenado de alegría, pero sobre todo me ha permitido conocer mejor a un personaje al que le tenía tanto cariño. Asimismo, la gran aventura que he encontrado entre sus páginas está llena de sacrificio y lucha, conduciéndome hasta una historia de amor repleta de obstáculos y pésimas decisiones que me ha arrancado más de un suspiro y alguna que otra lágrima, pues lo que nuestra pareja protagonista nos contará llegará a lo más profundo de nuestros corazones.
Martina lleva sin ver al que fue el amor de su vida, Tyler Freeman, seis largos y tristes años, un chico que supo enamorarla y llevarla hasta el cielo para luego dejarla caer en la más profunda de las depresiones, pues ella entregó su corazón sin condiciones recibiendo a cambio decepción y soledad cuando más necesitaba su apoyo. Así pues, tiempo después, tras superar el mayor de los obstáculos que la vida había puesto ante ella y olvidar a aquel que la destrozó, la lectura de un testamento la obligará a ver nuevamente al único hombre que supo despertar todas sus emociones para luego aplastarlas fríamente. De esta forma, se medirá con él y no dudará en mostrar su rencor e indiferencia, escondiendo su dulce carácter y su maltrecho corazón. Sin embargo, tras ser leídas las cláusulas del testamento su sencilla y tranquila existencias se verá alterada ofreciéndole la posibilidad de alcanzar sus más anhelados sueños.
Por su parte, Tyler no espera encontrarse con Martina tras los años transcurridos y menos aún por deseo de su difunto padre. Todo es una locura, cuando la abandonó lo hizo pensando en su bienestar, aunque ello acabó con su corazón y lo sumió en una oscura y triste existencia, por lo que, volver a verla ha despertado dulces y a la vez duros recuerdos que van a obligarlo a sacar lo peor de él con el claro fin de alejarla de su vida y de su mundo. No obstante, todo su ser se revela ante lo que la mente le repite una y otra vez, con lo cual, ante la cercanía de la joven deberá decidir si sincerarse es lo mejor para su alma torturada o por el contrario podría ser el fin de todo.
De esta forma, Martina y Tyler deberán compartir casa y tiempo si no quieren romper lo estipulado en el testamento, por lo que tras la lectura de unos rebuscados requisitos, ambos se verán obligados a compartir el día a día, además la exigencia de una alocada estipulación tensará mucho más la relación existente entre ellos. Así pues, nuestra heroína se mudará a casa de Tyler en Irlanda, dejando atrás todo excepto el dolor del pasado y un secreto duro y traumático del que nunca será libre. Asimismo, Tyler deberá superar los miedos que lo atan y le impiden abrirse a su amada, ya que desvelar la verdad de su abandono podría significar el adiós definitivo de Martina, pues, aunque sus mentiras y medias verdades fueron en realidad una forma de protegerla y salvaguardar el amor que se tenían, ésta podría no llegar a comprender todo su sacrificio. Por lo tanto, ambos mantendrán las distancias por diversos motivos, los cuales son la verdadera causa de su reencuentro y el gran culpable de verse en la tesitura en la que se encuentran. Sin embargo, incluso no hablar con el corazón no les impedirá unir fuerzas y preocuparse el uno por el otro cuando el peligro llegué a sus vidas, pues una serie de misteriosos anónimos y acontecimientos colocarán a Martina en la mira de alguien que desea verla lejos de allí. Con lo cual, todo será una incógnita que se sumará al pasado de Tyler y a lo que años atrás le ocurrió, por lo que solo sacando la verdad a la luz se podrá resolver los sucesos que les están aconteciendo, revelaciones complicadas que podría cambiarlo todo si el amor que se tienen no es lo suficientemente fuerte.
Elena Garquin nos arrastra hasta la pintoresca zona de Killaloe, un lugar lleno de duros momentos que marcó a Tyler obligándolo a separarse de Martina. Con esta premisa, su historia comienza a tomar forma, ambos llevan años separados debiendo hacer frente a demonios internos que han marcado su existencia. Así pues, cuando se encuentran en lo último en lo que piensan es en el amor, sienten miedo, rechazo, odio, pero sobre todo están perdidos ante lo que el destino les presenta. Asimismo, su historia y acercamiento no será sencilla, el pasado y los secretos alzan barreras difíciles de sortear, por lo que su relación se verá sometida a desconfianza y a un fuerte deseo que complicará todo, cegándolos en instantes de suma importancia. Sin embargo, su unión por el testamento y la aparición de nuevos hechos los empezará a acercar hasta obligarlos a abrir sus corazones y sincerarse, una verdad que supondrá esperanza para un futuro mejor juntos. Además, nuestros héroes han estado rodeados de amigos y familia, sobre todo en el caso de Martina, pues sus padres, Álex y Eirian, a los cuales tengo un especial cariño tras vivir su historia en el libro anterior, serán claves para afrontar todo lo que la vida le ha puesto en su camino, una pareja que estará en las buenas y en las malas. Igualmente, conoceremos a su gran amigo Brian, un personaje que me dejado intrigada y con ganas de conocerlo mucho mejor pues su determinación y dulzura supo calar hondo, aunque su aparición fue breve. También conoceremos el apoyo que ha tenido Tyler en su vida, un poco escaso por circunstancias que lo han convertido en el paria del lugar, no obstante, esto mismo será de gran importancia para entender sus fantasmas y los giros argumentales que durante la novela se irán produciendo. Como veis, la obra ha contado con grandes elementos para despertar el interés del lector, a lo que añadimos la gran ambientación encontrada, lo que terminó por enamorarme del libro y de sus personajes, descrita con tanto mimo y detalle que te sientes parte de Killaloe, por lo que leerla significa viajar a zonas hermosas que cautivarán y conquistarán sin darte siquiera cuenta. Por último, destacar la pluma de Elena, fresca y ágil, elegante y exquisita a la vez, que te hará pasar inolvidables horas de lecturas, dejándote tras finalizarla con ganas de seguir leyendo para continuar conociendo a sus personajes, una trama repleta de entrañables y luchadores héroes.
Una luna para Tyler de Elena Garquin es el romane de dos almas separadas en el tiempo que vivirán momentos cruciales que los marcarán y cambiarán, abriéndoles las puertas a una dura existencia que los hará más fuertes para la verdadera lucha que el destino les tiene preparado donde su amor será su único aliado.