Grijalbo · 14 Marzo 2024 · Contemporáneo · autoconclusivo
Una mentira compartida de Raquel Arbeteta es mi primera toma de contacto con la autora, un lujo que tengo el placer de compartir con vosotros y que ha supuesto el descubrimiento de una escritora que sabe dotar a su historia de una sencillez maravillosa, dando al lector aquello que necesita en cada momento. Una nueva incorporación a mi lista de mejores lecturas de este año que viene en forma de romcom, comedia divertida donde las emociones no tardarán en ser un punto importante en la relación entre los personajes, teniendo que aprender que la amistad y el amor son lazos que unen, principalmente, a todos aquellos que se consideran un poco diferentes. Así, Maeve y Rubén, dos personas completamente opuestas, sin nada en común, verán como el destino se encargará de entrelazar sus vidas, ya que el alquiler de un piso, una casera cotilla y una convivencia de lo más caótica será lo que los una al principio, pero también les permita descubrir el amor de verdad.
Maeve ha visto como su sueño se hacía realidad, ahora es la flamante alumna de un máster sobre escritura que le permitirá pulir su técnica, dándole la oportunidad de hacer aquello que siempre quiso. Una aventura que la alejará de los recuerdos dolorosos que últimamente ha ido acumulando y de Kilkegan, el pueblo donde se crio y que ahora es sólo un lugar solitario al que no le apetece volver. Así, con Dublín como escenario de su nueva vida, Maeve solo necesita un sitio donde vivir y encontrar el piso ideal se está convirtiendo en una misión imposible, o por lo menos hasta el momento, pues parece que ha dado con el definitivo, sin embargo, tiene un par de inconvenientes, el primero, que ella no es la única interesada, y el segundo, y quizás el más problemático, que la casera solo alquila a parejas. Unos problemas que no tardará en solucionar, porque, si el chico que está frente a ella también quiere el piso y ambos están solteros, qué mejor que fingir ser pareja y así todos ganan, una idea brillante que la llevará a convivir con Rubén, un científico español con una mente prodigiosa pero cuya forma de ver la vida dista mucho de la suya.
Rubén está en Dublín para cursar un año de su doctorado en neurobiología, un reto para una persona como él, ya que, debe alejarse de quienes lo hacen sentirse seguro. Un hombre muy especial que no se conforma con ser un científico sobresaliente, él quiere la perfección en todo y por ello encontrar un lugar donde vivir se está convirtiendo en un reto, pues, está harto de las residencias ruidosas donde no se siente tranquilo, necesita un piso para él solo, y parece ser que al fin lo ha encontrado, aunque tener que mentir para obtenerlo no entraba en sus planes, aun así, si es la única forma de tener un techo y solo debería convivir con Maeve, la chica rara que le ha dicho a la casera que son novios y que no deja de abrazarlo, está dispuesto a obviar esos pequeños detalles y adaptarse a una situación que promete volverse mucho más interesante.
Así, con una pequeña mentira, Maeve y Rubén iniciarán una convivencia cuanto menos caótica, dos personalidades totalmente opuestas que, en un principio parecen no congeniar. No obstante, a medida que pasan los días, ambos intentarán poner de su parte para que la vida sea más fácil, reglas no escritas que les permitirán una existencia tranquila siempre que Emily, su cotilla casera, no se empeñé en visitarlos por sorpresa, porque entonces la farsa puede volverse muy peligrosa para ellos, sobre todo, si la relación va decantándose por una amistad donde se sienten seguros y a salvo por primera vez en mucho tiempo, y el corazón les dice que lo que más desean es dejarse llevar por la atracción que hay entre ambos. Unos sentimientos confusos que resultarán igual de frustrantes que sus respectivos cursos académicos, aun así, con una locura tras otra, Rubén y Maeve experimentarán, arriesgarán y descubrirán lo fácil que es enamorarse de aquel que está a tu lado, además, si los opuestos se atraen, ¿por qué no hacer caso al destino y dejarse llevar por un amor que podría ser lo que tanto necesitaban?
Raquel Arbeteta me ha dejado totalmente encantada con esta novela, una primera toma de contacto con su pluma que me ha permitido darme cuenta de que tiene una especial cualidad para cautivar al lector con una historia sencilla, donde las risas y los momentos emotivos comparten protagonismo con un amor pausado entre dos personas diametralmente opuestas, pero muy necesitadas de ese calor humano que, por un motivo u otro, han dejado de sentir o, simplemente, no están preparados para hacerlo. Así, con una prosa natural, llana y cercana, vamos conociendo una trama cuyo ritmo se vuelve ágil y adictivo a medida que vas avanzando en la lectura, algo que viene reforzado por la manera que nos ha presentado la misma, capítulos narrados en primera persona de forma alterna por Maeve y Rubén, porque sí, ambos tienen muchas cosas que contar al lector y hacerlo desde sus propias perspectivas nos permite sentir esa cercanía que la autora quiere reflejar. Además, Raquel nos lleva a una ciudad maravillosa, Dublín sirve de telón de fondo a esta preciosa historia, dotando así a la obra de una ambientación ideal donde se nos sumerge en la magia de una ciudad que tiene multitud de rincones excepcionales que conoceremos gracias a ella. Sin embargo, mi debilidad en esta novela han sido sus personajes, podrá decirse que son unos protagonistas perfectamente imperfectos, reales a ojos de los lectores, auténticos y con un bagaje emocional que se irá desvelando a medida que vayamos descubriendo su pasado. Maeve es una mujer que ha sufrido pérdidas y un desengaño que la ha hecho recelar de los sentimientos, tiene claro que el suyo será un amor libre y sin condiciones, pero no se cree preparada para darlo aún, su prioridad es su carrera de escritora y se centrará en su máster para lograrlo. Rubén, un hombre cuadriculado que solo entiende aquello que puede demostrar, tiene demasiadas manías para que los demás lo entiendan, no soporta el contacto físico y menos el fingimiento en el que se basa el mundo hoy en día, él es directo y sincero y eso no lo hace precisamente popular. Ambos son dos polos opuestos sin nada en común, pero que aprenderán mucho del otro, así, ella dejará que su compañero de piso le enseñe a confiar realmente en sus posibilidades para crear obras que provengan de su interior, con su toque especial y esa sensibilidad que la caracteriza. Rubén, en su caso, verá en la chica una luz que lo instará a abandonar su solitaria existencia, ella le da paz y una visión de la vida totalmente diferente a la suya. Una pareja que comenzará una relación fingida pero que, poco a poco, se dará cuenta que la atracción que hay entre ellos y las emociones que no pueden controlar es lo mejor que les ha pasado, ahora solo tienen que ser valientes para enfrentar un futuro donde sus caminos podrían separarse o no, algo que solo ellos podrán decidir. En cuanto a los secundarios, han seguido la línea de nuestros protagonistas, todos muy bien construidos y que nos darán momentos únicos, eso sí, algunos nos caerán mejor que otros porque la amistad sincera no será lo único que veamos en el grupo de amigos que rodea a Maeve y Rubén, también existirán las envidias y los celos. No obstante, el mejor de estos secundarios ha sido Rebeca, la hermana de Rubén es todo un personaje que hará todo lo posible para ver a nuestra pareja unida. En conclusión, una novela que no os podéis perder pues, no solo os atrapará en una comedia romántica deliciosa, sino que entre risas y locuras varias veremos como dos personas tan diferentes encontrarán el nexo común para vivir un amor apasionado que ya nada podrá romper.
Una mentira compartida de Raquel Arbeteta es una novela con una historia entrañable y unos personajes que enamorarán al lector desde el principio, dos personas que conocerán lo que es amar de verdad cuando descubran que la atracción que hay entre ellos no es más que el prometedor comienzo de unos sentimientos que los llevará a dejar de lado una relación fingida para lanzarse a una unión verdadera, con altibajos, miedos e incertidumbre, pero real para sus corazones y auténtica para lograr ser felices por primera vez en sus vidas, merecedora de arriesgarse para ganar aquello que desean encontrar, al fin, su lugar en el mundo.
Gracias a Grijalbo por el ejemplar ·