Ya comenté en otro post de hace unas semanas que desde que descubrí nuevos horizontes en la compra de videojuegos en la páginas de U.K, un servidor ya no se deja los cuartos de forma “jaimitesca” comprándolos en nuestro bonito país (pues casi hay que prostituirse para comprar un juego nuevo, no me jodas). Sin embargo toda regla tiene su excepción, y la mía en esta premisa que acabo de comentar tiene lugar en el mes de noviembre. Es el único mes del año en el que voy al FNAC a comprarme un juego y dejarme 70€ del ala. Y es que amigos míos, noviembre es el mes de Call of Duty. Como casualmente es también el mes de mi cumpleaños, cuando me preguntan que qué quiero de regalo yo pongo ojines de gato de Shrek y digo que quiero Call of Duty (me suelen preguntar que qué es eso, y yo suelo decir ”Tú dame el dinero, que yo ya sabré…, ya”).
Así que el mismo día de principios de mes que el juego se puso a la venta, salí del curreles cual torete que salta a la plaza de Las Ventas y me hice con esta pequeña joya que hace que siempre resalte un pequeño halo(3) de luz en mis ojos cuando hablo de él. Lo primero que tengo que decir es que el modo campaña hay que jugarlo en modo chungo, porque ya se sabe que los “Duties” son juegos enfocados más al multijugador y por esa razón el modo historia suele ser siempre bastante corto (jugándolo en ese nivel difícil he disfrutado del juego unos cuantos días).
¿Y qué vamos a encontrar en este Call of Duty?. Pues simplemente más de lo mismo (esta vez ambientado en plena Guerra Fría), pero como ese “mismo” es tan sumamente bueno y con un nivel tan alto, cualquiera que haya disfrutado como un tío con los Modern Warfare estará en su salsa con esta nueva entrega. Y es que no se me caen los anillos por cantar a los 4 vientos que Call Of Duty es la mejor saga de shooters en primera persona que hay, y ha dejado un nivel tan alto que es dífícil que ya nos pueda sorprender con novedades. Pero de alguna forma trata de reinventarse a sí misma con nuevas entregas que mantienen ese nivel de espectacularidad y que le dejan a uno con una sonrisa de oreja a oreja y una sensación de haber jugado a algo realmente bueno cuando se llega al final del juego.
Y es que lo mejor es la forma en la que te introduce en él con su magnífica ambientación, que te hace poner los cinco sentidos en la partida y estar alerta en todo momento, porque los tiros pueden venir de cualquier lado (me encanta esa sensación de peligro que hay a cada instante por no saber de dónde te puede venir un disparo que te deje seco).
Además que en esta nueva entrega se combinan a la perfección las fases de shooter en primera persona, con otra variedad de fases espectaculares que tendrán lugar en vehículos tales como helicópteros, carros blindados o barcazas armadas hasta arriba (me encantó esa fase en la que vas en una especie de lancha disparando a todo lo que se mueva mientras suena de fondo el tema de Sympathy for the devil.¡Buenísima!
En definitiva, que puede que no sea nada nuevo con respecto a las anteriores entregas que dejaron el nivel tan alto, pero como este juego sigue siendo tan bueno como aquellos, cualquier fan de la saga se lo pasará en grande (desde la primera fase que se desarrolla en Cuba con el objetivo de eliminar a Castro hasta la última misión con el asalto al barco donde se esconde el malvado Nikita Dragovich). Por cierto, lo mejor del juego: el personaje de Frank Woods.
Sr. Grifter General, videojuegos call of duty:black ops, FNAC, halo