Titulo: Vuelo de Yobirous: Renacer.
Autor: Félix A.Bas.
Editorial: Autopublicado (Amazon)
Páginas: 856
Precio: 4,00
Sinopsis:
El potencial tecnológico y militar de Galtia ha hecho del país una imparable nación conquistadora y expansionista. Las academias mágicas galtianas reciben a cientos de alumnos deseosos de convertirse en grandes héroes de guerra y aprender a dominar increíbles artes mágicas.
En el fragor de una batalla, un chico despierta con un misterioso collar colgando de su cuello; herido y sin recuerdos de nada, sobrevive gracias a Doris y Eunice, quienes deciden acompañarle hasta la capital para ayudarle a encontrar respuestas. Durante el viaje conoce a unas extrañas y mágicas criaturas llamadas yobirous: entes mágicos capaces de transportar personas… y de cambiar el curso de una batalla. Sin embargo, el poder de Galtia encuentra oposición en la Alianza Stratos: una unión de países apoyada por desertores galtianos dispuestos a cambiar el rumbo de su patria.
La guerra es inminente, pero muchos todavía no han escogido su bando... Opinión personal:
Primero de todo, no os asustéis por las casi 900 páginas que tiene el libro, tranquilos... Son inofensivas devoradores. Os tienen más miedo a vosotros. Son inofensivas...
Ahora que estáis calmaditos y sentaditos, ¡vamos a por la reseña!
Tengo que decir, que el pobre libro lo he leído en una de mis épocas lectoras más malas que he tenido. Pero, no obstante, ha sido algo bueno ya que he podido degustar con más lentitud cada página.
Porque Vuelo de Yobirous no es para leerlo de golpe y quedarte tan pancho. No, no, no... Tienes que ir difrutando de cada escena que sale para ir atando cabos e intentar predecir que pasara. Y solo puedo decir, que no es de esos libros que con solo leer cuatro o cinco capítulos acabas sabiendo por donde ira la trama del libro, sino te sorprende gratamente ya que, aunque intentes predecir que ocurrirá, nunca pasara lo que tu cabecita piensa. Y eso esta muy bien ya que, yo al menos, estoy hasta las narices de las historias que con solo la sinopsis ya sabes que pasara.
Por otra parte, la imaginación que ha utilizado el autor para escribir la novela es para decirle Olé, Olé y Olé. El mundo de Vuelo de Yobirous esta totalmente inventado por él. Qué si, que me diréis que hay muchos libros que también son así, pero no pensareis que todas las novelas de fantasía de los últimos años no son copias de unas y de otras ¿no? Pues eso es lo bueno, que no sale nada que hayamos visto en otras novelas y eso, hablo como fanática del genero fantástico, es de agradecer.
Hay diferentes razas pero todas son una. Digamos que somos los humanos pero con diferentes cambios; unos tienen alas, otros son altos y muy fuertes, otros muy pequeñitos... Y es gracioso, ya que además cada raza tiene su propia historia y eso todavía es más chulo.
Pero lo mejor de todo son los Yobirous. Eso me ha dejado alucinada. ¿Qué que son los Yobirous? ¿Qué si se come? No, no se comen. Los Yobirous son unos seres mágicos que pueden utilizarse para atacar, transportar... Y muchos tienen forma de pajaros, insectos, dragones...Y todos son diferentes a los otros. Algunos son amarillos, negros, rojos, con ojos, sin ojos, con muchas patas, con antenas, colas... Si supierais las ganas que tenia, mientras leía la novela de tener mi Yobirou propio...
La historia esta dividida en 45 capítulos y, en cada uno, (menos los primeros) narran diferentes personajes. Porque no solo hay un protagonista, que acabas hasta la coronilla de él y te dan ganas de lanzarlo por la ventana. No. Hay unos cuantos, todos muy diferentes y con unas personalidades que te hacen reír a carcajadas en los momentos menos inesperados. A todos les coges mucho cariño. (bueno a algunos más y a otros menos, claro depende de vuestras preferencias.)
Devoradores, vamos a ser sinceros, tenéis que leerlo. Es divertido, mágico y con mucha acción. Tiene sus momentos tiernos, sus momentos tristes, momentos de discursos alentadores... Tiene de todo.
Para mi, de los pocos libros buenos que he leído ultimamente.
Y por hoy me despido, devoradores. ¡Leed mucho y comed perdices!
¡Nos leemos!