Todo es extraño, complejo no sabes hacia donde te lleva o si realmente habrá un destino final, no se hace difícil su lectura, tanta ironía y despropósito incluso puede sacarte una sonrisa, la novela la han encuadrado dentro de la corriente experimentalista de la época en la que fue escrita, entre 1967 y 1971, lo que puede explicar mucho de lo que encierra entre sus páginas.Encontraremos varios momentos únicos e inimitables así por ejemplo nos habla sobre el palacio de las siete galaxias o también llamado de los siete planetas que es donde el presidente Kennedy va a relajarse y evadirse de la realidad, lo interesante de ese palacio es que está sobrevolando la Casa Blanca oculto gracias a unos gases, y como este ejemplo varias cosas más que no sabes si estás en una novela futurista, en una crítica de los sistemas capitalistas o en una mofa de cualquier sistema y de una sociedad que acepta lo que le den sin oponerse. En otro pasaje recuerda la cantidad de libros que se compran y no se leen y que se podrían usar para hacer una casa, o para jugar a la carta más alta pero con libros, así en ese juego debería haber un juez que con “criterios justos” elegiría el libro ganador. Irónico y sarcástico el “plan Bowles” que tienen preparado para el mundo el gobierno de Kennedy.La mejor forma de saber lo que esconde es leerlo si os animáis pues aún habiéndolo terminado no sé que pensar de la novela, he tenido sensaciones encontradas durante su lectura y al finalizarla. Un inicio de serie que puede frenar a muchos para continuar y que intuyo que poco o nada tiene que ver con las siguientes entregas.
“Yo maté a Kennedy” es la primera novela donde aparece el famoso Pepe Carvalho y que por su rareza, originalidad y complejidad puede decepcionar o no gustar.
“Nuestra sinfonía de jotas apenas si puede cosquillear el relajado horizonte anglosajón, siempre a medio pronunciar, siempre ambiguos los sonidos, como si las palabras no se tomaran en serio.”
“Para ser feliz me bastaun libro que me entretenga,unos labios que sonríany un beso que me sostenga.”
“Las mayores miserias de todas son las que los hombres se causan a sí mismo con sus desenfrenados afectos.”
“
Caía una lluvia artificial más allá del cristal. Una lluvia paralelísima, algo lenta, no muy conjuntada, pero de gruesos lagrimones, presente, irrefutable.”