“Pertenecemos a una tribu que vive de los muertos. Lo hicimos tu padre y yo. Lo hizo tu hermano. ¿Y no es curioso que también lo hagas tú? Piénsalo, Maura: ¿por qué elegiste esa profesión tan peculiar? ¿Por qué no eres profesora o empleada de banca? ¿Qué te lleva a destripar cadáveres? —Es por la ciencia. Quiero entender las causas de su muerte.
—Claro, la respuesta intelectual.
—¿Hay otra mejor?
—Es por nuestro lado oscuro. Las dos lo tenemos, solo que a mí no me asusta, pero a ti sí. Encaras el miedo diseccionándolo con tu bisturí, como si eso fuera a desvelarte sus secretos.
Dos homicidios sin aparente relación tienen más en común que el simple hecho de que los investiguen la inspectora de Boston Jane Rizzoli y la forense Maura Isles. En ambos casos, los cadáveres presentan heridas espantosas, pero se desconoce la causa real de la muerte. Un doble desafío que se presenta en un momento inoportuno para ambas. Mientras Jane se esfuerza por salvar a su madre de un matrimonio fracasado que amenaza con enterrarla, Maura se enfrenta a la muerte inminente de la suya, la infame asesina en serie Amalthea Lank. Esta, aun siendo víctima de un cáncer terminal, todavía disfruta manipulando a su hija y le facilita una pista críptica sobre los dos extraños asesinatos que Maura y Jane intentan resolver.
“Con el tiempo perdí también aquella idea confusa de normalidad y hoy ignoro de verdad qué lugar es una madre. Me falta como puede faltarme la salud, un cobijo, una certeza. Es un vacío persistente, que conozco pero no supero.
Me da vueltas la cabeza si miro dentro. Un paisaje desolado que de noche me quita el sueño y fabrica pesadillas en el poco que me deja. La única madre que nunca he perdido es la de mis miedos”
Con la maleta en una mano y una bolsa con zapatos en la otra, una muchacha de trece años llama a una puerta tras la que hay un mundo desconocido, extraño. Empieza así esta historia vehemente y cautivadora, con una adolescente que de un día para otro es devuelta a su familia biológica y lo pierde todo: una casa confortable, a sus mejores amigas, el cariño incondicional de sus padres, o de quienes creía que eran sus padres. Su nuevo hogar es pequeño, oscuro, hay hermanos por todas partes y poca comida en la mesa. Pero está Adriana, la hermana pequeña que le abre mucho más que la puerta de su nueva casa
"DIME LA VERDAD"
La reseña de un blog que habitualmente visito, el de Eyra, me puso los dientes muy largos y me dejó con unas tremendas ganas de leerla. Tenía pinta de ser una buena novela policiaca, con un argumento interesante, personajes interesantes y así ha sido.
Dos cosas que desconocía mientras leía: que hay una saga de novelas con estos dos personajes (que parece se pueden leer por separado) y que hay una serie de televisión titulada “Rizzoli & Isles” del año 2010. Respecto a la saga, no creo que la continúe y no precisamente porque no me haya gustado, pero me dan tanta pereza . . . Aunque reconozco que me quedaré con las ganas de saber más acerca de las vidas personales de ambas protagonistas. Y respecto a la serie de televisión, parece que tampoco tiene demasiado que ver con las novelas, únicamente toma prestados los personajes femeninos con lo cual, en principio tampoco me apetece mucho verla, aunque quizás por curiosidad al final termine animándome.
¿De qué va la novela?
La novela trata sobre dos mujeres policías y amigas, la inspectora de Homicidios Jane Rizzoli y la forense Maura Isles, que investigan el caso de dos asesinatos, un hombre y una mujer. Los modus operandi coinciden: los dos cadáveres tienen alcohol y ketamina en sangre, la causa de la muerte no es evidente en ninguno de ellos y a ambos los han mutilado post mortem (a la mujer le han sacado los ojos y se los han dejado en las palmas de sus manos y a él le han clavado tres flechas en el pecho).
Los escenarios de los crímenes también son similares: poca sangre, demasiada poca sangre, ninguna herida extra, ni indicios de golpes o moratones que puedan ayudar a averiguar las confusas causas de las muertes y la posible relación entre ellas.
Las situaciones personales de las dos protagonistas son también bastante distintas: mientras Jane apoya a su madre, e intenta convencerla para que se separe de su padre (un hombre machista que la desprecia, la ignora y que cree tenerla siempre a su disposición sin sospechar que ella pueda muy pronto rehacer su vida con otro hombre), Maura intenta no volver a caer en los brazos de su amor imposible, Daniel, un sacerdote al que intenta olvidar y con el que ya ha tenido algún que otro lío. Además, para su desgracia, es hija de una asesina en serie de la que siempre ha renegado, Amalthea Lank, que en su lecho de muerte (enferma de cáncer) le da alguna que otra pista para la resolución de su caso, pero que igual no hace más que enredarlo todo más, ¿o no?.
Tenemos a dos narradoras: por una parte narra Holly, un personaje muy interesante con su peculiar papel en la trama, que se deja ver en los entierros de las víctimas y que hace sospechar a la inspectora y a la forense algún tipo de relación con ellas. Y, por otro lado, tenemos un narrador omnisciente que, nos va contando los avances en las investigaciones, en la resolución de los asesinatos y la situación familiar de las dos policías.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, me ha gustado. A ritmo de thriller y sin demasiada sangre ni violencia la trama engancha desde el principio. El hilo argumental de la resolución de los asesinatos me ha resultado quizás un tanto liviano, pero puede que haya tenido que ver en ello los restos perdurables del sabor de boca que me dejó la dureza de mi anterior lectura “El buen hijo” (ya sabéis que no hago ascos a las novelas duras y sangrientas).
Las tres protagonistas principales me han encantado y no me importaría saber más sobre ellas, sobre qué les depara el porvenir: si entre la forense y el cura termina por fin triunfando el amor terrenal y qué pasa con la familia de Jane (sobre todo con su madre) y con Holly, un personaje que me ha sorprendido mucho más de lo que esperaba.
Resumiendo: “Dime la verdad” me ha parecido una novela negra interesante, con tres personajes femeninos que merecen la pena. La autora juega al despiste con el lector brindándonos algún falsos inocente, algún que otro falso culpable y lo mejor, un buen final. La trama toca temas como la infidelidad, la violencia de género, la sociopatía, la pederastia, las segundas y terceras oportunidades en el amor.
Os la recomiendo. Mi nota:
"LA RETORNADA"
“La retornada” me la habían recomendado varias veces de forma entusiasta, personas distintas en la biblioteca, una de mis mejores amigas entre ellas y sabía que cuando se publicó en Italia (2018), tuvo bastante éxito. Aún así desde entonces no ha sido más que uno de esos libros que siempre tienes en mente, pero que por unas cosas o por otras, parece que nunca ves el momento de ponerte con ella. Pero ahora ha llegado su momento y me la he ventilado en un abrir y cerrar de ojos, porque entre que es una novela corta (256 páginas) y que el tema engancha . . .
¿De qué va la novela?
La novela trata de una niña sin nombre (la autora nunca nos lo desvela, todos la llaman "la retornada", aunque es de suponer que algún nombre sí le pondrían sus padres adoptivos) que cuando era bebé fue rechazada por su madre. Un matrimonio de la familia, unos tíos, quisieron hacerse cargo de ella y así creció con sus padres de la ciudad, “del mar” (como ella los llama).
En el mes del destete las dos familias se habían repartido mi vida con palabras, sin acuerdos precisos, sin preguntarse cuánto me costaría a mí su vaguedad.
Pero a los trece años, es devuelta, “retornada” a su familia biológica en contra de su voluntad y sin explicación alguna, viviéndolo todo como un exilio. En su nuevo hogar situado en un pueblo cercano, no tendrá más remedio que acostumbrarse a dormir en la misma habitación que sus tres hermanos que la desprecian y en la misma cama que su hermana Adriana. Tendrá que aprender a salir adelante en un ambiente que le es hostil, rodeada de miseria, y al que no está para nada acostumbrada.
Por suerte hace buenas migas con Adriana, la única que parece agradecer su presencia, que la arropa y entre ellas surge una buena amistad, el cariño, la complicidad, el cuidado mutuo. Curiosamente, con Vincenzo (su hermano mayor) también aflora una bonita relación más cercana al enamoramiento que al amor filial.
Mi hermana. Como una flor improbable, crecida en un pequeño terrón pegado a la roca. De ella aprendí la resistencia. Ahora nos parecemos menos en las facciones, pero es igual el sentido que encontramos en este estar arrojadas al mundo. Nos salvamos con la complicidad.
A sus nuevos padres, los del pueblo por más que lo intenta no consigue quererlos, sobre todo porque no se hacen querer y por el terrible desapego que muestran hacia ella desde el principio, ocupados en medio de la pobreza únicamente en sacarlos a todos adelante.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, en general me ha gustado. El tema es bonito: el desarraigo familiar de una chiquilla que duda hasta de sus propias raíces, que ya no sabe ni quién es su madre, ni si alguna de las dos la quiere o la ha querido alguna vez. Y su sensación perpetua de abandono y desolación que arrastra nuestra “retornada” sin nombre durante toda la historia, que consigue contagiarte y transmitirte.
Me quedaba huérfana de dos madres vivas. Una me había dado con su leche aún en mi lengua, la otra me había devuelto a los trece años. Era hija de separaciones, parentelas falsas o calladas, distancias. Ya no sabía de quién provenía. En el fondo tampoco lo sé ahora.
Pero . . ., aunque sé que la novela ha gustado y gusta mucho en general, vuelvo a ir un poco en contra de las opiniones mayoritarias (suele pasarme, ya sabéis que soy un poco rarita literariamente hablando). No sé si porque en mi cabeza había imaginado otro libro y esperaba otra cosa, o porque la prosa y el estilo de la autora tampoco es que me haya emocionado (quizás la culpa sea de la traducción), me ha defraudado un poco. Cuando he cerrado el libro me he quedado con la sensación de que algo le ha faltado, no sé concretar bien el qué, pero me ha resultado algo insulsa. Ya me contaréis vuestras opiniones si la habéis leído.
Resumiendo: “La retornada” me ha parecido una novela que aunque no está mal del todo por su trasfondo social interesante y una protagonista adolescente que no acepta su destino, el retorno a sus orígenes y se rebela frente a los cambios impuestos que le han tocado vivir, no ha terminado de convencerme cien por cien.
Mi nota esta vez: