Reseñas 2x1: "LA POLICÍA DE LA MEMORIA" de Yoko Ogawa y "CUÍDATE DE MÍ" de María Frisa

“En ocasiones, vuelvo a preguntarme qué fue lo que desapareció de nuestra isla en primer lugar.
—Mucho antes de que vinieras a este mundo —me decía mi madre cuando yo no era más que una niña—, la isla estaba repleta de cosas que han desaparecido paulatinamente y que ya no se encuentran entre nosotros. Se trataba de objetos, conceptos e incluso seres vivos de lo más variado y con las más diversas características: transparentes, aromáticos, zigzagueantes como culebrillas o brillantes como diamantes... Cosas maravillosas que ni siquiera tú, mi niña, eres capaz de imaginar.."

En una pequeña isla se produce un misterioso fenómeno. Un día desaparecen los pájaros, al siguiente podría desaparecer cualquier cosa: los peces, los árboles... Peor aún, también se desvanecerá la memoria de ellos, al igual que las emociones y sensaciones que llevaban asociadas. Nadie sabrá ni recordará entonces que eran. Hay incluso una policía dedicada a perseguir a los que conservan la capacidad de recordar lo que ya no existe. En esa isla vive una joven escritora que, tras la muerte de su madre, intenta escribir una novela mientras trata de proteger a su editor, que está en peligro porque forma parte de los pocos que recuerdan.

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“La inspectora descubrió pronto que el verdadero peligro siempre eran los vivos. También que las huellas que dejan en el cuerpo puñetazos, patadas, pellizcos, puntapiés, cigarrillos…, aun siendo la parte más visible y aparatosa, no eran lo peor.
Lo peor resultaba contemplar una y otra vez con qué facilidad cargaban los maltratadores a sus víctimas con las piedras de la culpa y de la responsabilidad hasta hundirlas bajo su peso. Esas heridas, sobre las que el forense por mucho que examinara no podía realizar un peritaje ni recoger muestras para el juez, eran las que tardaban en cicatrizar. O no lo hacían nunca.”

La subinspectora Berta Guallar y la inspectora Lara Samper trabajan en el Servicio de Atención a la Mujer de Zaragoza, una división de la Policía Nacional que se encarga de investigar los casos de delitos sexuales y de violencia de género. Berta, tenaz y empática, casada y con hijos, tiene dificultades para conciliar su vida laboral con la familiar, pero ama su trabajo y pone todo su empeño y tesón en ayudar a mujeres que sufren violencia de género. Lara, una psicóloga perspicaz e independiente, ha tenido que enfrentarse a multitud de obstáculos y actitudes machistas para ascender en su profesión debido a su impresionante belleza, pero ha llegado hasta inspectora gracias a su inteligencia y compromiso.
Cuando su jefe, el comisario Millán, les muestra un vídeo en el que se ve el cadáver de un joven calcinado, ambas saben que se enfrentan al caso más difícil de su carrera. La víctima, Manuel Velasco, fue juzgado por haber violado a Noelia Abad, una adolescente que regresaba a su casa tras acudir a una fiesta con sus amigas. Velasco salió absuelto, por lo que es altamente probable que alguien se haya tomado la justicia por su mano.

Hoy os traigo dos novelas que he leído de forma simultánea, las dos me han gustado, aunque una más que otra. Os cuento. . .
"LA POLICÍA DE LA MEMORIA"
A Yoko Ogawa ya la había leído. Fue una de mis primeras reseñas en el blog: “La fórmula preferida del profesor” que me gustó y también me ha gustado mucho esta segunda novela suya que leo, sobre todo por su originalidad. Porque la trama es muy curiosa: imaginad. . . un lugar (en este caso una isla), donde cada cierto tiempo y de forma aleatoria desaparecen cosas. Pero no es que te desaparezcan a ti, sino que le desaparecen a todo el mundo, los pájaros, los árboles, los libros, cualquier cosa puede ser objeto de extinción. Imaginad que al mismo tiempo, la memoria de la gente se resetea y tanto el significado del objeto como todo lo relacionado con el mismo, emociones y sensaciones, se olvida, como si no hubieran existido nunca. Es decir, objeto material + recuerdos asociados, se evaporan como por arte de magia,  borrándose hasta la propia idea, quedando solo los huecos, vacíos en la mente que evitan también la capacidad de evocarlo de nuevo. Y lo curioso es que todos se acostumbran muy pronto al cambio, lo viven como algo normal, porque «¿cómo es posible añorar lo que no se recuerda?»

Sucede sin que apenas te enteres. No sentirás dolor ni fatiga. Una mañana de un día cualquiera, al despertar, algo se habrá esfumado de tu vida, dejando intacto lo demás, y, entonces, tan solo percibirás un tibio desajuste con respecto al día anterior.

Pero en algunos, la cosa no funciona así y siguen recordándolo todo. Esas pocas personas “afortunadas” son perseguidas y duramente castigadas, incluso ejecutadas por La Policía de la Memoria.
La protagonista es una escritora joven de la que en ningún momento conoceremos su nombre, que solo se relaciona con “el anciano”, un antiguo amigo de la familia y con su editor, “el señor R”, al que se ve obligada a esconder en el sótano de su casa para que la Policía no le encuentre, ya que es de los que no olvidan. En ese sótano esconde además algunos objetos prohibidos, ya desaparecidos.

¿Cómo consigues recordar todo lo que ha ido desapareciendo? ¿Cómo es posible que huelas un perfume cuando el resto de la gente lo ha olvidado?.

Entre los tres amigos se crea un lazo muy especial de ayuda mutua, muy útil en un mundo donde salir adelante resulta demasiado complicado. Una amistad sincera y entrañable.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, me ha sorprendido muy gratamente y he disfrutado mucho de esta lectura tan original, que además destila a ratos cierto tono humorístico y a ratos cierto tono surrealista, a pesar del drama al que se enfrentan los tres protagonistas.
Resumiendo: "La policía de la memoria” me ha parecido una distopia muy especial e interesante, por su prosa a veces poética y por lo imaginativo de su argumento. Un argumento que te lleva a plantearte como podrías tú enfrentar algo así, a reflexionar sobre cómo llevarías el tener que renunciar a tus cosas, a cualquier cosa existente en la naturaleza, en tu vida, o incluso a prescindir de algunas partes de tu propia persona, de la memoria, de la voz, en definitiva de tu propia libertad.
"CUÍDATE DE MÍ"
El hallazgo de un cadáver calcinado durante la celebración de unas fiestas medievales en un pueblo los Monegros, Alfajarín, una víctima que además de víctima también ha sido verdugo, un violador absuelto en el pasado por falta de pruebas.
Dos mujeres protagonistas bien distintas encargadas de solucionar el caso, ambas destinadas en una unidad dedicada a la violencia de género en la ciudad de Zaragoza. Cada una con su mochila a cuestas: la fría e inaccesible inspectora Lara Samper, con un oscuro secreto acaecido seis años atrás, un secreto que al principio desconocemos pero que presentimos grave, impactante. Y la impulsiva subinspectora Berta Guallar, que tampoco pasa por su mejor momento ni personal, ni profesional, que está siendo acosada en las redes a causa de un antiguo error policial en un caso de pederastia. 
Y una trama que, a lo largo de dos semanas nos muestra al detalle la investigación, a través de capítulos cortos narrados de forma alterna en tercera persona, desde el punto de vista de Lara y desde el punto de vista de Berta, con sus  dramas particulares y su visión de lo ocurrido en el pasado y en el presente.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Me ha gustado, sí, pero no me ha entusiasmado. Engancharme me ha enganchado, pero al finalizar la lectura he sentido que algo me había faltado, aunque no sabría especificar el qué ¿Quizás una historia sin ninguna peculiaridad que la haya mostrado a mis ojos “especial? ¿Nada nuevo en el horizonte? No sé. . ., el caso es que algún que otro giro inesperado sí tiene, el final no defrauda y está bien escrita.
Resumiendo: "Cuídate de mí” me ha parecido en su conjunto una buena novela negra, si bien no me ha llegado a convencer al cien por cien. Una novela que por desgracia toca temas muy actuales, como las agresiones sexuales y la violencia de género, la pederastia, o el acoso en las redes sociales. A pesar de todo, repetiré con la autora, lo tengo claro.

Una de cada cien personas es psicópata. Carencias afectivas, problemas para establecer vínculos emocionales, alexitimia, incapacidad para empatizar, cosificación del resto de las personas… eso es un psicópata. Un psicópata asesino es aquel que se atreve a realizar su fantasía.

Os las recomiendo, una con más entusiasmo que otra, eso sí, pero mi nota máxima va para las dos: