“¿Acaso no era entendible que una madre hiciera todo tipo de sacrificios por su hijo? Esa clase de programas no se ganaban escondida tras una imagen de mujer honorable. La mujer que iba a Sobreviviendo daría que hablar, despertaría sentimientos encontrados, jugaría con su imagen de viuda. Tendría que emplear a fondo todas sus bazas.
Ese día tocaba ser la primera mujer en echar un polvo en directo en una televisión. Quizá al cabo de diez años esto se normalizaría, pero estaba convencida de que esa noche pulverizaría todos los récords de audiencia desde que existían las televisiones privadas, y que eso le garantizaba el apoyo de todos los ejecutivos del canal para ganar ese concurso”
“El perro surgió del bosque y se plantó en el camino. El chico también se detuvo. Pasaron unos segundos en los que no ocurrió nada. Después, el perro abrió la boca y contrajo los carrillos hasta mostrar los dientes. Cualquier otro que no hubiese sido el chico habría huido o buscado un palo, una piedra, algo con lo que asustar al animal enorme y desconocido.
Pero lo que él hizo fue acuclillarse y fijar la vista en el suelo, mordisqueándose el labio inferior en un ensayo de sonrisa. Entonces, el perro corrió hacia él moviendo el rabo y lo olisqueó. El chico le acarició la cabeza y el cuello, le hizo cosquillas detrás de las orejas. Cuando le dio el primer lametón en la cara, se dejó caer hasta quedar sentado, y el perro se puso a menear el rabo cada vez más deprisa mientras se le echaba encima para lambucearlo a sus anchas. Así fue como empezó todo"
"SOBREVIVIENDO"
Tenía curiosidad por leer a Arantza Portabales (San Sebastián, 1973), ya sabía que es conocida por algunos como “la nueva dama de la novela negra española”. Esta es la primera novela que leo de la autora, que empezó a escribir en 2015 y desde entonces no ha parado de publicar novelas y de recibir Premios por ellas. De hecho, “Sobreviviendo” ganó el XV Premio de Novela por Entregas de La Voz de Galicia y fue escrita originariamente en lengua gallega en 2015, aunque ha sido reeditada en español y en versión ampliada, hace nada, en 2022.
La trama sin spoilerLa novela comienza con la presentación que hace Valentina Valdés sobre sí misma en el casting para el primer reality show que se emite en España, “Sobrevivir”, en el que consigue ser elegida. Dice tener treinta años, un hijo de catorce y dos carreras universitarias, Derecho y Periodismo, además de un máster en Comunicación Audiovisual. En la actualidad es viuda, su marido bastante mayor que ella, se acaba de suicidar después de haber perdido su fortuna. Se describe a sí misma como la persona perfecta para ganar los cien millones de pesetas y asegurar el éxito del programa, no se vende nada mal:
La verdad es que he aguantado a un viejo asqueroso durante catorce interminables años y su familia quiere dejarme en la calle con lo puesto. La verdad es que después de moverme en los círculos más selectos de Madrid no me voy a conformar con una mísera pensión. La verdad es que yo conozco su negocio mejor que toda esa panda de indeseables que está ahí fuera, esperando su oportunidad para lucir músculos y tetas. La verdad es que, por encima de todo, quiero esos cien millones de pesetas. Soy lo bastante lista para asegurarles el éxito. Soy inteligente, manipuladora, culta y una verdadera hija de puta cuando me lo propongo. Y por si aún no se han dado cuenta, estoy muy pero que muy buena.
Después, un narrador en tercera persona nos pone al día de la vida de Valentina, sabremos que es una mujer que lleva toda su vida reinventándose para salir adelante, inteligente y valiente, que hace lo que sea necesario para conseguir sus objetivos. El argumento va y viene, del pasado al presente, del presente al pasado, en capítulos cortos e intercalados:
● El pasado con dos épocas bien diferenciadas, la de los 80, con una Tina adolescente viviendo en Santiago de Compostela, su paso por el instituto, sus amigos, su primer novio y su gran amigo y profesor, el Padre Roque. Sabremos que se quedó embarazada a los 15 años, y que la providencia hizo que conociera a Matías Wagner, un millonario que le triplicaba la edad y que quiso casarse con ella aceptando al niño como suyo. Roi se llama el hijo de ambos.
Después, la entrada al reality en el 2000, en esos capítulos conocemos a Val, el personaje inventado y premeditado para pulverizar todos los récords de audiencia y conseguir ganar. Como utilizó su cuerpo e inteligencia para conseguir enamorar a un país, al público votante. Para ello va arrojando pequeñas pistas de su misterioso pasado, deshojando poco a poco la margarita para mantener en vilo a los espectadores.
Val no mintió, pero deformó su vida hasta límites inconcebibles. El pasado y la verdad eran un territorio con fronteras difusas. Valentina se sentía como en el salón de los espejos de un parque de atracciones. Por momentos no se reconocía en esa Val que se había adueñado de ella.
● En el presente, 2013, Valentina tiene 45 años y es la fundadora de un gran grupo empresarial importante. Sabemos que está en la cárcel, por haberse entregado después de asesinar a Dani Leis, un antiguo compañero del colegio de Santiago de Compostela. No sabemos qué ha pasado ni porqué lo ha matado, pero poco a poco nos vamos enterando de todo.
Hasta aquí puedo contar. . .
Los puntos fuertes de la novela
Me ha gustado “Sobreviviendo”, su trama me ha tenido enganchada, es interesante, tiene buenos diálogos y buenos personajes, ninguno sobra. La protagonista, Tina, Val, Valentina (todas son la misma persona según sus distintos momentos y circunstancias), es una mujer dura y fría, de esas que ejerce cierto magnetismo y fascinación en todo aquel que la rodea, una mujer que siempre se sale con la suya, sin importarle lo que deba hacer para ello, para conseguir sus objetivos. El personaje de su suegra, Emilia, es también muy bueno, porque Emilia es también una señora de armas tomar, acostumbrada a dirigirlo todo con mano firme. Ambas son tal para cual y claro, chocan, se establece entre ellas cierto duelo.
La novela se lee rápido porque los capítulos son cortos, aunque intensos y deseas conocer la verdad, si Valentina ha matado a un hombre, porqué lo ha hecho y por qué no se defiende. Hay secretos oscuros del pasado por descubrir y varios giros que sorprenden, o al menos a mí me sorprendieron y la cosa se embrolla un poco, pero todo termina encajando a la perfección. El final no lo esperas, o al menos yo no lo esperé.
"LOS NOMBRES PRESTADOS"
Tenía muchas ganas de probar alguna lectura de Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971), alguna que no fuera saga, me decidí por “Los nombres prestados”, Premio de Novela Café Gijón en 2021 y, aunque no puedo decir que haya sido toda una sorpresa porque ya sabía que estaba descubriendo a un pedazo de escritor, en parte sí lo ha sido. Porque por mucho que te esperes algo bueno, eso que imaginas, siempre puede ser mejor aún.
La trama sin spoilerLa historia, como se nos cuenta al comienzo de la novela, transcurre a mediados de los años ochenta del pasado siglo, entre Nidocuervo y San Expósito, dos lugares inventados situados en un país que sí existe, España.
“UN CHICO, UNA MUJER, UN HOMBRE, UN PERRO”, ese es el título del primer capítulo de la novela, aludiendo a los protagonistas de la misma. Los cuatro viven en un pueblecito bastante solitario, Nidocuervo. La mujer y el chico llevan algún tiempo allá, y el hombre y el perro acaban de llegar. Un narrador omnisciente nos va contando qué les ha llevado hasta ese lugar, y quienes son en realidad esos personajes.
Ella, es Marta Ferrer, también conocida como la colorada, ante los ojos de todos, es una traductora que ha buscado un lugar para vivir tranquila, aunque en realidad es una exterrorista miembro del FRAPA, con unos cuantos asesinatos a sus espaldas y el chico, es Abel, un adolescente distinto, especial, con un cuerpo grande y robusto, pero mentalidad infantil. La mujer y el chico podrían ser madre e hijo, pero no lo son. Viven alquilados en la casa del Clemente y llegaron a Nidocuervo hace casi dos años ya, casi dos años han pasado desde la última huída, la última mudanza apresurada.
El hombre no es un turista. Dice llamarse Tomás Laguna y acaba de alquilar la antigua casa de los guardeses de la finca de la Condesa. Dice ser un corredor de seguros jubilado, aunque en realidad pronto sabremos que es un ex policía jubilado que pretende cumplir una antigua promesa espiando y siguiendo de cerca los pasos de la mujer y el niño sin que ellos se enteren. Y luego está Roco, su perro, que también es un perro muy especial.
Abel tomó la costumbre de llegarse en sus paseos hasta la casa de los guardeses o, si el hombre y el perro no estaban allí, caminar hacia las zonas donde sospechaba que pudiesen encontrarse. A veces daba con ellos y entonces Laguna se sentaba por ahí a echar un cigarrito para dejarlos jugar un rato. En algunas ocasiones sucedía en el pueblo. En otras, en medio del campo o de un camino vecinal.
Pero nadie en realidad es quien dice ser. Ni Marta Ferrer es Marta Ferrer, ni Tomás Laguna es Tomás Laguna, ni Abel es Abel. Ni siquiera Roco es roco, porque Roco no siempre fue Roco, tuvo otros dueños antes. Todos han adoptado nombres prestados ¿Porqué?
Las cosas parecen ir bien, Abel va a una escuela para niños especiales en San Expósito, un pueblo cercano a Nidocuervo y es feliz dando sus paseos por el bosque o jugando con Roco. Perro y el chico se han hecho muy amigos, inseparables. Y Marta entabla conversación con su vecino Tomás, de vez en cuando, cuando se cruzan. Marta no sabe quién es Tomás, pero Tomás sí sabe quién es Marta.
Hasta que la sed de venganza del pasado de ambos, irrumpe en sus vidas, presentándose por sorpresa en el pueblo y poniéndolos en peligro. Y hasta aquí puedo contar. . . Los puntos fuertes de la novela
Ya de primeras, el título es evocador y aunque sea algo un poco secundario, la cubierta es preciosa (me resulta muy atractiva con ese perro tan bonito), es decir, que el libro entra por el ojo. Todos los personajes tienen algo que esconder, mochilas cargadas de actos salvajes e imperdonables. Bueno, se salvan el chico y Roco, que no deja de ser un personaje más de la novela. Por eso se cambian los nombres, nombres de pila, nombres de guerra, nombres prestados. . ., para pasar desapercibidos, esconderse ¿de qué? ¿de quién? Todos son buenos, están bien caracterizados, me ha gustado de forma especial, el niño y el perro y su tierna relación. Al final, a modo de epílogo hay un capítulo titulado “Vida de Roco” que cuenta como ha vivido la historia el perro, su punto de vista de perro, sobre sus amos, sobre lo ocurrido, imperdible. Marta y Tomás son las dos caras de la misma moneda, la del excomisario con sus terribles vivencias enfrentándose al terrorismo, que quiere expiar sus pecados, sus errores y la exterrorista arrepentida o no, que ahora solo busca que la dejen vivir tranquila. Ambos buscando la redención como medio de sobrellevar la culpa.
Él conocía a la perfección en qué consistía lo que Sebas había denominado el tratamiento completo. En su época de trabajo de campo, se había hecho célebre por su maestría al poner en práctica esos conocimientos. Pocos mejor que él sabían cómo usar una simple bolsa de plástico o una palangana con agua sucia para mostrarle a alguien el noveno círculo del infierno de la asfixia o cómo hacer que hombres enormes llorasen como niños con la única ayuda de un alfiler convenientemente introducido en los orificios adecuados. Pero también sabía que todo aquello no era más que crueldad inútil si, para empezar, te habías equivocado de individuo.
La trama es muy intensa, a ratos violenta, con algunas cosas reales y muchas inventadas, pero con un trasfondo político importante, algo que en general no suele gustarme, pero que en este caso no me ha importado. Son los años ochenta, el comienzo de la democracia y los frecuentes atentados terroristas, por un grupo que el autor se ha inventado, la FRADA (Federación Revolucionaria Antifascista Diez de Agosto), pero que pretende evocar y emular a la banda terrorista ETA.
Muy buena también la prosa del autor, eso sí ha conseguido sorprenderme, sencilla, pero al mismo tiempo elegante, y su gran facilidad para conseguir meternos en la historia, para envolvernos totalmente en la vida de los personajes y en el entorno. Un ejemplo de cómo escribe:
Hubo pocos preámbulos: una huida de moscas hacia el interior de las casas, un paredón de nubes avanzando sobre la costa y arrastrándose valle arriba, un breve enrarecimiento del aire. Minutos después de que el cielo se oscureciera, cayeron las primeras gotas, gruesas, aisladas, casi gandulas, levantando besos de polvo en la tierra sedienta.
En definitiva, dos autores descubiertos que merecen la pena, con los que repetiré, seguro y que os recomiendo.
Mi nota es la máxima para ambas: