Sinopsis: Eduardo no soportaba su vida en la ciudad. El ambiente en su nuevo instituto era hostil. Sus compañeros se comportaban de forma agresiva. Tanto las chicas como los chicos se miraban desafiantes y se provocaban continuamente. Y los fines de semana eran peores. Su padre le encerraba en el siniestro sótano y le obligaba a transformarse. Y Eduardo detestaba transformarse. El dolor era insoportable. Empezaba con aquellas atroces sacudidas en el estómago. Y a partir de ahí, empeoraba: era como si la fiera que albergaba en su interior no pudiera esperar a tomar control sobre su cuerpo y se abriera paso a zarpazos. El chico sentía cómo le rasgaba la carne y los nervios, cómo le descoyuntaba los huesos, hasta que algo estallaba en su cabeza. Sólo entonces alcanzaba una inquietante paz.
Opinión: Después de un año de adquisición, por fin me ha dado por leerlo y no me ha durado nada de nada, así que podréis haceros una idea de sí me ha gustado o no.
Eduardo se ha trasladado con su padre a la ciudad, pero su estancia allí queda más bien lejos de lo que esperaba. Apenas está con él y siente que le oculta algo, aunque sabe que es para no preocuparle.
En el colegio no es que las cosas mejoren, pues en este nuevo sitio los alumnas luchan más por sobrevivir que en hacer amigos. Además, le gustan tomarlas con los nuevos, pero Eduardo no pondrá las cosas fáciles.Por otro lado, tenemos a un grupo de matones, los Bersekir. Un grupo que tras veinte años Jacob ha conseguido reunir; éstos tienen una serie de reglas que cumplir, entre ellas la lealtad. Son como animales: luchan juntos como una manada de lobos, pero también de forma individual como los osos.
Y de forma paralela nos encontramos con Alba y su grupo de música, Las ladronas de cuerpos, y su búsqueda de Eduardo para ayudar a su padre, pero Leo no es del todo sincero.
Si os tengo que ser sincera, me ha costado un poco más engancharme el libro, aunque la culpa la tenia la desmotivación. No tenía ganas de leer después de tantas lecturas obligatorias, pero una vez me puse los disfrute mucho; tanto que me ha dejado con ganas de leer el tercer libro.
En esta segunda entrega, Eduardo ha cambiado, ya no nos encontramos con ese joven algo sensible; nos encontramos con un Eduardo más duro con mucha rabia acumulada, pero... ¿podrá liberarla? Por primera vez conoceremos al tío Alberto, ese hombre lobo que trató de matar a su sobrino, pero nos lo encontraremos también cambiado (aquí muchos personajes cambian). Aun su forma ed actuar no me gusto nada (quien lo haya leído me entenderá), si que se ha preocupado por su sobrino, en cierto modo. Alberto será el personaje que más sorprenda.
Y poco más puedo decir del libro sin desvelar nada, es que me ha gustado tanto que me faltan palabras para describirlo sin soltar algún que otro spoiler; así que lo dejo aquí.Gracias por leerme.Besos ^^